MIERCOLES 18 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Su plan de becas e incentivos, una muestra, dicen
Más proyectos de privatización educativa con Fox: académicos
Ť Advierten sobre el riesgo de una mayor segmentación social
Claudia Herrera Beltrán Ť Con el gobierno de Vicente Fox se avecina una "segunda generación de medidas neoliberales" en materia educativa que profundizará los proyectos de privatización de la educación y de mercantilización de las universidades, señalaron académicos de sindicatos universitarios.
Integrantes de la Coalición en Defensa de la Educación Pública, conocidos por su rotundo rechazo al Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) y su respaldo a la huelga de la UNAM, consideraron que los programas anunciados por el equipo foxista para promover becas, así como dar incentivos económicos a aquellas escuelas que demuestren haber mejorado su calidad, son ejemplo de los proyectos de privatización que se pondrán en marcha en el siguiente sexenio.
La economista de la UNAM, María de la Luz Arriaga, señaló que estos planes educativos "están basados en recomendaciones de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y pueden provocar, como ya ha ocurrido en países como Argentina y Chile, una mayor segmentación de la sociedad. Por un lado, una minoría con acceso a educación de calidad, y por otro, la mayoría de la población con enseñanza de segunda".
La profesora de educación básica Ana María Grajeda advirtió que los planes educativos foxistas no son nuevos en México, sino una continuación de lo que se ha hecho en el mandato de Ernesto Zedillo, cuando se recrudeció la crisis de las universidades públicas por falta de recursos y los recortes presupuestales a la educación.
Arriaga resaltó que como candidato a la Presidencia de la República, Fox pudo haber dicho que estaba a favor de la educación pública, laica y gratuita, pero falta saber qué entiende el panista por esos principios constitucionales.
De entrada, criticó que el responsable del área educativa del equipo de transición, Rafael Rangel, proponga asignar a las escuelas recursos en función de sus resultados, pues consideró que implica trasladar a la educación los criterios empresariales y poner a "competir a los desiguales".
Antes de proponer programas de este tipo, señaló, el gobierno foxista tiene que hacer un diagnóstico del sector educativo nacional y detectar cuáles son las escuelas más atrasadas, para ayudarlas, pero no en función de su desempeño, sino de sus necesidades.
En el caso del plan de becas que los foxistas anunciaron, señaló que implica canalizar subisidios a las escuelas prívadas siendo que las públicas necesitan urgentemente ayuda porque en las dos últimas décadas han sufrido severas restricciones presupuestales.
Consideró que las becas son positivas cuando se destinan a la compra de libros, la alimentación y el traslado de los estudiantes inscritos en planteles públicos, pero no sucede así cuando se da para que los alumnos puedan pagar colegiaturas en instituciones educativas privadas.
Incierto, el futuro de universidades
El futuro de la universidad pública tampoco es halagüeño, señaló, pues se dará continuidad a proyectos iniciados en este sexenio como son la evaluación estandarizada, una mayor presencia del Ceneval, quizás con otro nombre, y que las universidades vendan productos para obtener recursos económicos, con lo que se da una "mercantilización de la enseñanza, y sus labores de investigación".
Por eso, dijo que si el foxismo pretende ir más allá y resolver los problemas educativos, debe tomar en cuenta que el rezago en ese campo está relacionado también con la pobreza de muchos mexicanos y con que no se les ha permitido participar en la definición de los programas educativos.