MIERCOLES 18 DE OCTUBRE DE 2000

Ť La carta del maestro emérito causó molestia entre ministros de la Corte


Cuestiona Burgoa la propuesta de nueva ley de amparo

Jesús Aranda Ť A unos días de que se realice el Congreso Nacional Jurídico para la presentación de una nueva ley de amparo, los ministros de la Suprema Corte recibieron una carta del maestro emérito Ignacio Burgoa Orihuela, en la que se descalifica la discusión, elaboración y previsible aprobación de esta iniciativa.

La acción motivó molestia entre los miembros del máximo tribunal, aunque acordaron reiterar la invitación a Burgoa para que asista al acto al que ya había sido previamente convocado.

En su carta, Burgoa critica desde la convocatoria misma que formó la comisión encargada de estudiar la conveniencia de elaborar una nueva ley de amparo, y que después preparó el primer borrador del proyecto, hasta la iniciativa en sí.

De entrada, el maestro emérito de la UNAM descalificó en su texto la integración de la comisión, en virtud que no se invitó a ningún maestro de la UNAM especializado en amparo. Y asegura que las conclusiones que dieron lugar a la elaboración del proyecto de ley se basan en "vaguedades" aprobadas por el ministro Humberto Román Palacios

Cuestiona también el objeto mismo del Congreso Nacional Jurídico -a celebrarse del 6 al 8 de noviembre próximo en Mérida, Yucatán-, de elaborar una nueva ley de amparo, porque según su punto de vista constituye de facto el desconocimiento del actual marco legal en la materia, la cual por cierto fue estudiada y enriquecida en diferentes libros del propio Burgoa.

Se opone también a que se limite "la libertad de expresión" de los ponentes, al obligarlos a entregar en disket o por escrito el tema a desarrollar.

La misiva, fechada el 9 de octubre, exige también a los ministros que se le conceda a él, en su calidad de presidente del Colegio de Profesores de Garantías y Amparo de la Facultad de Derecho de la UNAM, y a Francisco Venegas Trejo, director del Seminario de Derecho Constitucional y Amparo, de la misma facultad, el tiempo necesario para exponer sus puntos de vista sobre el proyecto de ley en cuestión, con lo cual pasaría por alto el orden establecido por los organizadores para que todos los ponentes gocen del mismo tiempo y mismas condiciones para exponer sus puntos de vista.

Según fuentes consultadas, la molestia de Burgoa radica en que no se le toma en cuenta "como él quisiera" para la elaboración de la iniciativa.

Esto a pesar que los trabajos de la comisión encargada del proyecto se hicieron públicos desde hace más de un año, de los foros que se llevaron a cabo en diferentes ciudades del país y de que siempre hubo una convocatoria abierta para que todos expresaran su opinión.

Ante esta situación, los ministros concluyeron en sus discusiones en privado que si bien Burgoa Orihuela es "toda una institución" en materia de amparo, sus puntos de vista al respecto son tan válidos como los de otros especialistas que se manifestaron por reformar esta ley, que para el Poder Judicial de la Federación constituye un tema fundamental en la reforma del Estado que exige el país.

Particularmente destaca el hecho de que por primera vez la Suprema Corte estaría en condiciones de proteger a la población de leyes inconstitucionales a través del amparo, al negar su aplicación luego de votar en tres ocasiones consecutivas en el mismo sentido. Es decir, dejar de aplicar en los términos actuales la llamada fórmula Otero.

Por otra parte, los miembros de la Facultad de Derecho "cerraron filas" en apoyo a Burgoa Orihuela, al convocar a la realización de un "análisis crítico del proyecto de nueva ley de amparo formulado por la Suprema Corte".

Este acto contaría con la intervención de "los profesores de Garantías y Amparo de la facultad, y los delegados del Instituto Mexicano del Amparo"; la participación sería "por escrito o mediante una exposición oral".

Al término del acto se levantaría el acta respectiva, que sería firmada precisamente por Burgoa y por Venegas Trejo. Y posteriormente se publicarán las conclusiones en la Facultad de Derecho, "para el efecto de su conocimiento público".

Las fuentes consultadas censuraron la actitud de Burgoa Orihuela, la cual -dijeron- no es compatible ya con los nuevos tiempos de apertura que vive el país, porque "un tema tan importante para la vida jurídica y política del país no puede depender de un solo hombre".