MIERCOLES 18 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Posible aumento de las tasas de interés: Domene
Eleva el BdeM el corto en $30 millones; llega el total a 310
Ť Elementos internos y externos amagan meta inflacionaria, señala
Mayela Delgadillo y Antonio Castellanos Ť Por quinta ocasión en el año, el Banco de México (BdeM) aumentó el corto en 30 millones de pesos, para alcanzar 310 millones de pesos. Esta medida se dio a fin de propiciar condiciones favorables para que la inflación no exceda 6.5 por ciento en el 2001.
El organismo indicó que considerando la conveniencia de continuar reduciendo la inflación y la existencia de elementos tanto internos como externos, que amenazan dicho propósito, es que se optó por aplicar esta medida
Entrevistados durante el último día de la decimoprimera Convención del Mercado de Valores, Héctor Rangel Domene, presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), expresó que el BdeM "debió haber visto algo que le preocupó" y como ya declaró una meta inflacionaria para el 2001 menor a 6.5 por ciento, tiene que ser muy cuidadoso para que se vaya cumpliendo mes a mes.
"El corto es una señal para los mercados de que el BdeM está restringiendo su política monetaria, y es una señal muy efectiva no tanto por la cantidad, sino porque da una señal muy clara de que está con el ánimo de apretar la política, mandando esta señal a los agentes económicos". Aunque es muy probable que con esta señal, agregó, suban las tasas de interés.
Carlos Gómez y Gómez, ex presidente de la ABM y directivo de Banco Santander Mexicano, y Alberto Fernández Garza, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), coincidieron en que la medida era necesaria a la larga, aunque el líder empresarial aceptó que no hay duda que un corto hace más escaso el dinero y más caro. "Las restricciones monetarias son necesarias para enfriar la economía y para que no se produzca inflación. Y esa meta es más importante que otras", señaló.
Señalaron que pese a que esta decisión repercutirá en tasas de interés a la alza, el objetivo de combatir la inflación es "importantísimo" para lograr la estabilidad y, eventualmente y a futuro, la baja de los réditos y la reactivación del crédito.
Por su parte, Mauricio González Gómez, director general de Grupo de Economistas Asociados (GEA), señaló que la política monetaria en nuestro país funciona fundamentalmente a través de los famosos cortos, y esto significa que de alguna forma el Banco de México induce a que suban las tasas de interés por esta vía.
En teoría, el tener tasas de interés elevadas debería hacer que la gente ahorrara más, y por lo tanto, consumiera menos, que las empresas invirtieran un poco menos de lo que lo están haciendo y, entonces, se reduciría su demanda de bienes y servicios.
Pero la verdad, explicó, es que en un país como el nuestro, donde el crédito es muy pequeño en relación con el tamaño de la economía, subir las tasas de interés no funciona como en otros países más avanzados. "Entonces, aquí corremos el riesgo de que si el Banco de México se pone demasiado estricto, y aprieta su política monetaria, sube las tasas de interés y se genere un ingreso adicional de capitales al país que fortalezcan al peso, y un peso fuerte nos puede generar una serie de dolores de cabeza para el desempeño de la economía en general", advirtió.
Jorge O. Mariscal, director de Estrategia para Inversión en América Latina y Mercados Emergentes de Goldman Sachs, por su parte, señaló que si bien el corto es una medida que funciona a corto plazo, para que la medida realmente funcione a largo plazo (bajar la inflación) se tiene que hacer también una reestructura fiscal, elemento que conforma 50 por ciento del problema.
El gobierno tiene que disminuir el gasto público de forma equilibrada en el presupuesto, lo cual podría, incluso, representarse en un superávit para el próximo año, en lugar de un déficit de 0.5 por ciento del producto interno bruto.