MARTES 17 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Instan a Clinton y Pastrana a postergar ofensiva
Amplia coalición social pide la suspensión del Plan Colombia
Ť Proponen construir una alternativa al proyecto estadunidense
Blanche Petrich, enviada, San José de Costa Rica, 16 de octubre Ť Una confluencia sin precedentes de organizaciones sociales, movimientos pacífistas y pueblos indígenas colombianos, acompañados por un núcleo importantes de donantes internacionales, demandaron a los presidentes Bill Clinton y Andrés Pastrana la suspensión de todas las operaciones ofensivas del Plan Colombia -diseñado por el Pentágono para erradicar narcocultivos y aniquilar a las guerrillas- a partir del primero de diciembre y por cien días.
Durante estos "cien días de paz", Paz- Colombia, la organizadora de esta multitudinaria expresión de la sociedad civil, se propone construir, junto con todos los actores del conflicto, una alternativa al proyecto estadunidense. En concreto se perseguirán 14 pasos, entre ellos, abrir el debate sobre el cese al fuego y las hostilidades, avanzar en planes urgentes de empleo y derechos humanos y el rechazo a la guerra química y biológica para la erradicación de plantaciones de sicotrópicos.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país, fue el único protagonista que dio la espalda al encuentro. La otra fuerza guerrillera, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), se hizo presente con la participación de Ramiro Vargas, miembro de su Comando Central, y dos comandantes, Felipe Torres y Francisco Galán, que permanecen en prisión, en Itahui, y que a este tipo de reuniones asisten con una licencia especial y desde luego con custodios.
A pesar de que se conocía la reticencia de las FARC a asistir a este encuentro, expresada en un comunicado de la semana pasada, en el que advertía que todos los temas que planteaba el Plan Colombia estaban contenidos en la agenda del diálogo que sostiene (estancado) con el gobierno nacional, la expectativa de la llegada de alguno de sus representantes se mantuvo hasta el último momento.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) envió artillería pesada -diplomática, se entiende- a reforzar la iniciativa de Paz-Colombia. El secretario general, Kofi Annan, envió a un representante personal, Jean Engeland, y a varios delegados de sus instancias más importantes en el área, como son ACNUR, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y la Universidad de la Paz, fungirán como mediadores en las mesas de trabajo que sesionaran estos dos días en esta capital.
Este encuentro es la mayor impugnación expresada hasta ahora al plan de Clinton para Colombia, mismo que en días recientes recibió el incondicional respaldo del presidente electo mexicano, Vicente Fox, durante su visita a Bogotá.
La reunión es producto de una serie de encuentros regionales. Es producto de una serie de encuentros regionales realizados en las seis regiones de Colombia con la asistencia de unas 600 organizaciones civiles no gubernamentales de todo tipo, centrales obreras, campesinas, indígenas y de mujeres, así como los tres grandes movimientos de paz que en los años de conflicto se han formado: Asamblea Permanente de la Sociedad Civil, la Red de Iniciativas por la Paz y Mandato por la Paz.
"Es sencillo. Estados Unidos ya tiene 600 asesores militares estacionados en Colombia. ƑQué tal si el día de mañana las FARC deciden atacar el cuartel de Tres Esquinas y mata a cinco, seis de ellos? Un Vietnam en Colombia. Ese es el riesgo que estamos tratando de conjurar al proponer el congelamiento del Plan Colombia", explica Jairo Vargas, representante de Paz-Colombia.
Sin embargo, entre los asistentes muchos son escépticos de los alcances que pueda tener un encuentro de buena voluntad, "sin dientes" ni capacidad resolutiva. El senador del Movimiento 19 de Abril Antonio Navarro Wolff es uno de ellos. "Yo creo que Pastrana puede decir que sí a todo lo que se le proponga aquí. ƑY? El bien sabe que donde manda capitán no gobierna marinero".
Para otros como el obispo de Barrancabermeja, Jaime Pardo, presidente de la pastoral social de la Conferencia Episcopal, el Plan Colombia no puede ser un caso cerrado. "No nos pueden olvidar so pena de fracasar; ninguna solución puede tener éxito sin el aval de los sectores directamente perjudicados". Para el prelado, el simple hecho de que la convocatoria de San José hubiera tenido la gran respuesta que se vio hoy aquí, con el registro de cerca de 200 organizaciones de diverso tipo, representa ya un impacto al plan de Clinton. "Las cosas no están claras ni siquiera para Estados Unidos. Europa está cuestionado el plan y se está creando un ambiente de presión diplomática y política con el que no contaban. Nuestra esperanza es que todo esto sirva para que Washington y Bogotá puedan ver el plan con otros ojos. Nuestro objetivo es revertirlo. Los colombianos somos buenos para revertir procesos".
Ana Teresa Bernal, dirigente de Iniciativa por la Paz, añadió que, además de las rese rvas de Europa también por el lado regional el apoyo al plan Clinton se ha resquebrajado. "No sólo Venezuela, Ecuador y Brasil encuentran cada vez mayores reservas. También sectores dentro de Estados Unidos están encendiendo focos de alarma".
En este encuentro, y en este "no" al plan Clinton, ha resultado significativa la presencia indígena colombiana. En el acto inaugural se presentaron delegados de 12 pueblos indios, algunos de etnias de las que sobreviven menos de cien personas, hombres de las alturas andinas o de la Amazonia, de las llanuras y los valles. De los 85 pueblos indios colombianos -cerca de 300 mil personas que hablan 66 lenguas diferentes--, 62 viven en las zonas que se verán más afectadas por el plan Clinton, según expresó Armando Balbuena, dirigente de la Organización Nacional de los Pueblos Indios. Este expresó que si bien el Congreso estadunidense realizó 11 audiencias en Washington antes de aprobar el plan militar para Colombia, el senado de este país no abrió ni una sesión para el debate con la interlocución de la sociedad civil. "Es sólo un plan de Pastrana. El resto de los colombianos estamos fuera de él".