MARTES 17 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Llama Clinton a iraelíes y palestinos a dejar de lado las acusaciones mutuas


Concluye sin acuerdos primera jornada de la cumbre para Levante

Ť Discrepancias para dictar el cese del fuego Ť No hubo contacto directo entre Barak y Arafat

Ap, Dpa, Afp y Reuters, Sharm el Sheikh, martes 17 de octubre Ť La primera jornada de la cumbre de Sharm el Sheikh, destinada a poner fin a los enfrentamientos entre israelíes y palestinos, concluyó sin haber alcanzado un acuerdo sobre un documento final, aunque la madrugada de este martes continuaban los encuentros bilaterales en un intento por destrabar la reunión que se reanudará por la mañana.

Al inicio de la cumbre, la tarde del lunes, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, llamó a las partes en conflicto a dejar de lado las acusaciones, tras advertir que "el futuro de los pueblos, el futuro del proceso de paz y la estabilidad de la región están en paraabremediojuego, y no podemos permitirnos fracasar".

Clinton definió tres objetivos para la cumbre: poner fin a la violencia y restablecer la cooperación en materia de seguridad, llegar a un acuerdo sobre una investigación objetiva de lo que ha ocurrido y reactivar el proceso de paz.

Dos reuniones de trabajo de los cancilleres israelí, palestino, egipcio y estadunidense concluyeron por la noche del lunes sin acuerdo sobre la redacción de un proyecto de documento final.

Una tercera reunión fue anulada en el último momento al predominar los puntos discrepantes sobre el consenso, indicó un responsable de la cancillería israelí.

A la salida de la segunda reunión, el portavoz de la Casa Blanca, J. P. Crowley, declaró: " No diría que terminaron su trabajo. Ahora van a hacer un balance".

Retraso de más de una hora

Ante esto, Clinton decidió permanecer en Sharm el Sheikh hasta al martes, a fin seguir presionando al primer ministro de Israel, Ehud Barak, y al líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, a que lleguen a un acuerdo para detener la violencia entre sus pueblos. Incluso, la cumbre se retrasó más de una hora porque palestinos e israelíes no coincidían para fijar el orden del día.

De hecho, Clinton conversó nuevamente, ya la madrugada del martes, con ambos líderes, luego de lo cual se prevé que la cumbre se reanude por la mañana y se espera sea clausurada antes del mediodía, informó el portavoz de la delegación egipcia, Nabil Osmane.

El ministro israelí de Transporte y Turismo, Amnon Lipkin Shahak, informó de una diferencia muy seria en la formulación del documento, mientras el diplomático israelí, Alan Pinkas, dijo que "hay un acuerdo para el cese del fuego, pero hay discrepancias en torno a las condiciones".

Unas horas antes, el ministro palestino de Información, Yasser Abed Rabbo, dijo a la prensa que hasta ahora no había avances y la atmósfera no mejoró.

La cumbre, cuyo objetivo es poner fin a la violencia que se desató desde el pasado 28 de septiembre en los territorios autónomos palestinos y en Israel, y que ha dejado por lo menos 109 muertos y más de 3 mil 500 heridos, reúne a siete personalidades en este balneario egipcio.

Además de Arafat y Barak, participan el presidente estadunidense, Bill Clinton; el presidente de Egipto y anfitrión del encuentro, Hosni Mubarak; el rey jordano, Abdallah II; el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, y el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana.

En su intervención de apertura del encuentro, Mubarak llamó a Tel Aviv, sin nombrarlo explícitamente, a acabar con las "provocaciones" y la "arrogancia de la fuerza", que podrían extender la anarquía y la inestabilidad por toda la región.

El presidente de Estados Unidos dijo, a su vez, que encontró una atmósfera cargada de un cúmulo de resentimientos, por lo que instó a las partes en conflicto a dejar de lado las acusaciones, superar sus rencores, restablecer la confianza y reanudar el camino hacia la paz. "La reunión no puede fracasar porque el proceso de paz y el futuro de la región están en juego", puntualizó.

Barak y Arafat se dieron la mano justo antes de que iniciara la cumbre, pero no mantuvieron contactos directos, aunque el presidente estadunidense se reunió, por separado, con cada uno de ellos antes del encuentro, y lo mismo hizo Mubarak.

Durante un encuentro entre Barak y Mubarak, por la mañana, el presidente egipcio dijo que había que solucionar varios asuntos, entre ellos la retirada de las tropas israelíes hasta las posiciones que mantenía antes de que se iniciara la escalada de violencia, y el levantamiento del bloqueo de los territorios palestinos.

Barak aceptó estas cuestiones, pero sólo si la violencia cesa y la Autoridad Nacional Palestina detiene a los militantes de los movimientos integristas Hamas y Jihad, que liberó recientemente.

El primer ministro israelí reiteró, sin embargo, su rechazo a cualquier comisión de investigación internacional como lo exige la ANP, y aseguró que sólo aceptaría una comisión de estudio e investigación israelo-palestina bajo la autoridad estadunidense.

Pero el liderazgo palestino informó a Mubarak, a Annan y al presidente de Francia, Jacques Chirac, que su aceptación a participar en la cumbre se basa en la importancia y necesidad de cumplir y realizar tres elementos básicos: poner fin a la agresión militar israelí contra las posiciones palestinas, la retirada de las fuerzas agresoras hacia sus posiciones anteriores, así como el término del cierre y boicot sobre ciudades y agrupaciones palestinas y a los accesos y pasos.

La ANP exigió además el cumplimientode la resolución 1322 del Consejo de Seguridad de la ONU del 7 de octubre, especialmente en lo que se refiere a la formación de una comisión internacional de investigación y garantías para que no se repita la agresión contra el pueblo palestino.

La participación palestina en la cumbre, añadió, es un esfuerzo político constante en pro de poner fin a la agresión, por la aplicación de los acuerdos y las resoluciones de la legalidad internacional. "La cristalización de los derechos nacionales palestinos también forma parte de nuestro trabajo y labor política... así como la defensa contra las agresiones a nuestro pueblo y santuarios", agregó.

Un portavoz de Barak dijo la mañana del lunes que el primer ministro parece que "ya está harto de Arafat, y piensa que el presidente palestino no está listo para hacer la paz con Israel".

En canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, envió una felicitación por las negociaciones de Sharm el Shekh, independientemente de los resultados que pueda arrojar la reunión entre palestinos e israelíes.