MARTES 17 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Avala el CEESP el plan económico del equipo foxista para el año entrante
Incremento salarial menor a 7% el año próximo, prevén empresarios
Ť Estabilidad macroeconómica y baja inflación, junto con mayor competitividad y creación de empleos, las metas: CCE
Mayela Delgadillo y Antonio Castellanos Ť El sector empresarial esperaría incrementos a los salarios mínimos inferiores al 7 por ciento para el próximo año, a fin de que se siga logrando la competitividad, productividad y creación de mayor número de empleos, expresó Claudio X. González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Reiteró que los mínimos y los contractuales deben tener como referencia la inflación, aunque aceptó que deben ser las empresas y los trabajadores los que decidan exactamente lo que se puede pagar de manera individual, por lo que cabe la posibilidad de que rebasen este tope.
''Nadie trata de que estén por debajo de la inflación, pero lo importante es que se siga logrando la competitividad y la creación del máximo número de empleos'', mencionó González, durante su participación en la XI Convención del Mercado de Valores.
Dentro del sector aún no existe un consenso sobre el porcentaje en que se deben aumentar los salarios, aunque ya ha habido dirigentes empresariales que han hablado de que podrían ubicarse en 8.5 por ciento, porque lo fundamental debe ser que se logre la estabilidad macroeconómica y la baja inflación será uno de los principales indicadores. Después de toda la argumentación, el CCE reconoció que todavía no ha tomado una posición.
Por su parte, Carlos Sales, director de Nafin, dijo que gracias al proyecto modernizador emprendido conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), podrán entregar al próximo gobierno una institución que esté preparada para lo que serán los nuevos planes del presidente electo Vicente Fox.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que se aglutinen los diferentes organismos de la banca de desarrollo, el directivo expuso que tiene la seguridad de que los estudios que se están llevando a cabo arrojen las directrices adecuadas para que se cumpla con la finalidad de que la banca de desarrollo apoye a los pequeños empresarios mexicanos, que son con mucho los que dan más empleos, los más estables, y los más flexibles para adaptarse a las nuevas técnicas.
''No sé si (deber ser) una sola o varias instituciones, porque ya la responsabilidad es de ellos (nuevo gobierno), pero es indispensable modernizar el esquema de la banca de desarrollo y los fondos dentro de todos los cambios que está teniendo el país'', urgió Sales.
Cambios en mercado de valores
Eduardo Fernández García, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), expresó durante la convención que están sentadas las bases financieras y jurídicas para que el próximo año se note un leve repunte del crédito en el país, a la par que se avanzará en la solidez de las instituciones del sector.
--ƑSe habla en el equipo de transición de hacer un nuevo ente regulador?
--El presidente electo, cuando asuma el poder, junto con el Congreso de la Unión serían los responsables de la restructuración de los órganos de supervisión, pues deben estar sujetos a una permanente revisión para ver si sus condiciones se adecúan al mercado. Lo más relevante es que el análisis que se haga de forma cuidadosa, profesional y a fondo, para que los mercados perciban esa consolidación y no llegue a expresarse en un debilitamiento de la supervisión.
--ƑY en cuanto a los problemas en el ahorro popular?
--El ahorro popular se encuentra hoy en día concentrado hacia los muy pequeños empresarios y las personas físicas. Le diría que está disperso en un gran número de regulaciones en el país, y en algunos casos está prevista la participación de autoridades financieras, aunque en otras no.
La tarea para el próximo gobierno será revisar todas esas regulaciones y tratar de sacar una ley o lineamientos que agrupen en forma más ordenada a todas esas actividades y permita que se desarrollen más sanamente.
Ť Tiene un claro sentido de austeridad y prudencia, dice
David Zúñiga Ť El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) dio su visto bueno a los lineamientos generales del programa económico para el 2001, presentado la semana pasada por el equipo de transición del presidente electo, Vicente Fox Quesada.
Según el CEESP, el plan del equipo foxista (que prevé un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de entre 4.5 y 5 por ciento, inflación menor a 7 por ciento, precio del barril de petróleo de 18 dólares, tipo de cambio de 10.10 pesos por dólar y un déficit público de 0.5 por ciento del PIB) tiene ''un claro sentido de austeridad y prudencia'', y reconoce los riesgos y limitaciones tanto internos como externos, entre ellos la baja de los precios del petróleo y la desaceleración de la economía estadunidense.
En su análisis semanal, el CEESP señala que el gasto sólo aumentará un punto porcentual y el déficit en las finanzas públicas será de unos 50 mil millones de pesos, que se financiarán mediante la colocación de deuda en el mercado de capitales; mientras, el déficit de cuenta corriente equivaldrá a 3.6 por ciento del PIB, pero 60 por ciento se financiará con flujos de inversión extranjera directa por 14 mil millones de dólares.
Señala que el equipo económico del gobierno foxista tendrá que reducir el crecimiento de la economía, y argumenta que no se debe crecer sin tomar en cuenta factores externos. Según el CEESP, el descenso de la inflación hará que los salarios recuperen un poco del poder adquisitivo perdido. Asimismo, justifica que no se cumpla la promesa de generar un millón 300 mil empleos al año. Intentar crecer a una tasa más elevada, argumenta, demandaría más mano de obra y ello podría presionar el mercado laboral, los salarios y la inflación.
El director del CEESP, Mario Rodarte, señala que lo peor que podría hacer el gobierno de Fox para aumentar el potencial de crecimiento de la economía sería impulsarlo a través de un crecimiento del gasto público, pues ello traería más inflación, devaluaciones y desequilibrios.