MARTES 17 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Nueva averiguación previa a raíz de la grabación difundida por Televisa


Comparecen por separado Raúl y Adriana Salinas ante la PGR

Ť Este martes, Juan José Salinas Pasalagua deberá presentarse ante el Ministerio Público Federal

Gustavo Castillo y Jesús Aranda Ť La Procuraduría General de la República (PGR) hizo comparecer por separado ante el Ministerio Público Federal a los hermanos Adriana y Raúl Salinas de Gortari. A ella, en calidad de testigo de cargo en la investigación que se realiza por la presunta responsabilidad; él, por el delito de enriquecimiento ilícito.

Las actuaciones de la PGR en este caso no terminan ahí, ya que durante el transcurso de la mañana de este martes, el hijo de Raúl Salinas, Juan José Salinas Pasalagua, también deberá presentarse ante el Ministerio Público.

En Almoloyita, Raúl se negó a declarar como probable indiciado; Adriana lo hizo por escrito en las instalaciones de la Procuraduría y pidió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), instancia que dio entrada a la queja por la supuesta violación a sus garantías individuales, al ser grabada una conversación entre ambos.

Aparentemente, ambas comparecencias se deben a que la PGR dio inicio a una nueva averiguación previa en contra de Raúl Salinas por enriquecimiento ilícito, a partir de la grabación de un supuesto diálogo con Adriana, en la que su hermano mayor hace referencia a que el ex presidente Carlos Salinas sabía de la transferencia de más de 100 millones de dólares a bancos en el extranjero, y que una parte de esos recursos provendrían del erario.

Durante más de una hora, Adriana Salinas permaneció en el interior de las oficinas que la PGR posee en el número 615 de la avenida Insurgentes. Según el abogado Eduardo Luengo Creel, la hermana del ex presidente no rindió declaración ministerial de viva voz, sino que lo hizo de manera escrita.

El citatorio fue girado desde el pasado día 13

Adriana Salinas no quiso revelar el contenido del interrogatorio que le planteó el Ministerio Público, ni tampoco del escrito que entregó.

Por otra parte, fuentes de la dependencia federal aseguraron que Juan José Salinas Pasalagua deberá responder preguntas en torno a que él sirvió de enlace para pedir a su padre que se le enviara dinero de esos recursos depositados en bancos extranjeros a su tío Carlos.

Extraoficialmente se dijo que el citatorio a los Salinas fue entregado el pasado 13 de octubre, dos días después de que se hizo pública la grabación en la cual Raúl Salinas llama al ex presidente ''traidor'' y ''cobarde''.

En dicha conversación, quien es identificado como Raúl afirma: ''Todo lo voy a aclarar, de dónde salieron los fondos, quién era el intermediario, para qué eran, de dónde salieron y dónde fueron. Porque creo que, efectivamente, la sociedad merece una aclaración completa y creo que más mentiras no ayudan. Y voy a decir qué fondos salieron del erario público para que se devuelvan''.

Agregó que el ex presidente cometió una cobardía y una traición de hermano al estarlo atacando, ''porque él (Carlos Salinas) supo de todos los movimientos, todos salinas-adriana-pgr los fondos''.

De acuerdo con las fuentes consultadas, el contenido de esa grabación -que se encuentra oficialmente en análisis para conocer si es verdadera o falsificada- sirvió para que el Ministerio Público integrara una nueva averiguación previa por enriquecimiento ilícito, pero los informantes no quisieron mencionar si en esta nueva indagatoria también se prevé incluir como indiciado al ex mandatario.

Adriana Salinas de Gortari se presentó al mediodía de ayer a las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para interponer una queja por la presunta violación a sus garantías individuales. A pesar de la confidencialidad con que se manejan este tipo de asuntos, trascendió que la inconformidad de la hermana del ex presidente Carlos Salinas sería porque sus derechos humanos fueron vulnerados con la intervención telefónica sufrida.

Solicitó la presencia de un visitador de la CNDH, para que la acompañara en la diligencia ministerial a la que asistiría horas más tarde ante el subprocurador José Luis Ramos Rivera. Trascendió que una vez admitida la queja, la comisión comenzó el proceso de ''sustanciación'' de la denuncia y procedió a solicitar a las autoridades presuntamente involucradas los informes respectivos. Una vez que se reciba el material requerido, la CNDH procederá al estudio y análisis de la demanda para determinar si hubo o no violaciones a derechos humanos por parte de una entidad gubernamental.

Luego de la comparecencia de Adriana Salinas, el abogado Eduardo Luengo Creel distribuyó un documento dirigido a la opinión pública, en el que se señala que en los últimos días ''se ha hecho pública una sospechosa grabación'' que se pretende utilizar en la indagatoria sobre enriquecimiento ilícito, que lleva a cabo la PGR en contra de Raúl Salinas.

El texto afirma que la cinta, que contiene ''versiones distorsionadas'', supondría una ''irrupción'' a las comunicaciones entre ambos hermanos, lo que constituiría una afrenta grave a sus derechos constitucionales y humanos. Luengo Creel indica en el escrito que el artículo 16 constitucional establece explícitamente la prohibición de intervenir las comunicaciones entre el detenido y su defensor (Adriana Salinas supuestamente está acreditada como abogada de su hermano), y que la PGR ''no puede iniciar una averiguación previa tomando como punto de partida una aparente grabación cuyo origen, contenido y propósitos son ilícitos''.

De esta manera, según el abogado, se pretendería afectar los derechos de la defensa de Raúl Salinas, que requieren de secrecía, intimidad y privacía en las comunicaciones, ''recurriendo a prácticas catalogadas y reconocidas como espionaje ilícito''.

Tras señalar que los derechos de defensa están reconocidos por el gobierno mexicano, con la firma de diversos tratados internacionales en la materia, Luengo Creel concluye que Adriana Salinas cumplió con su obligación de presentarse ante el MPF -en su carácter de defensora- y como hermana del acusado se reservó su derecho a no emitir declaración alguna.

En Almoloyita no hubo declaración

María del Socorro Castañeda, corresponsal, Almoloya de Juárez, Méx., 16 de octubre Ť En el penal estatal de Almoloya de Juárez, conocido como Almoloyita, Raúl Salinas se negó a rendir declaración ministerial en torno a la averiguación previa iniciada con motivo de la grabación del diálogo entre él y su hermana Adriana.

Los agentes del Ministerio Público Federal estuvieron en el penal alrededor de dos horas y durante ese tiempo dieron lectura a las constancias de la nueva averiguación previa. Raúl Salinas se amparó en el artículo 20 constitucional para no declarar. Los funcionarios públicos, por su parte, se negaron a emitir comentarios en torno a la frustrada diligencia.

A las cinco de la tarde en punto arribaron al penal los empleados de la Procuraduría General de la República (PGR), a bordo de una camioneta. Entraron sin dar declaraciones a la prensa e instalaron su equipo de cómputo en alguna parte del reclusorio. La estancia de los funcionarios se prolongó por espacio de dos horas, luego de las cuales salieron precipitadamente y de nuevo se negaron a dar declaraciones a los reporteros ahí presentes.

Ninguno accedió a dar a conocer su nombre o su cargo, y quien aparentemente fungió como agente del Ministerio Público se limitó a informar que más tarde la oficina de Comunicación Social de la dependencia daría a conocer lo ocurrido.