Lunes en la Ciencia, 16 de octubre del 2000



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Teresa Mancilla Percino

Beneficios de los complejos metálicos

El uso de complejos metálicos como un compuesto benéfico para el organismo es una opción que se explora desde 1969, con el propósito de incidir en enfermedades que aquejan a todo tipo de población, como es el caso del cáncer.

En este sentido, la doctora Teresa Mancilla Percino, (Puebla, 1954), investigadora del Departamento de Química del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, ha dedicado una parte importante de su trabajo a la síntesis, caracterización y estudio de las propiedades fisicoquímicas de nuevos compuestos derivados del estaño como posibles agentes antitumorales.

mancilla-teresa-jpg De manera general se conoce al estaño como un metal y de hecho, explica la especialista, 80 por ciento de su producción se utiliza para la fabricación de productos metálicos. El resto, agrega, se utiliza como estabilizadores de polímeros como el policloruro de vinilo (PVC), fungicidas, en pastas dentales, en amalgamas, en pinturas para barcos que evitan la corrosión, en desinfectantes de pisos de hospitales, en la industria del vidrio, en la preservación de la madera, la celulosa y la piedra, entre otros usos.

"El estaño se encuentra en todas partes; en el agua, la tierra, las plantas y por ende en nuestra cadena alimenticia, como por ejemplo, en las frutas, carne y pescado. Varios compuestos orgánicos de estaño han mostrado actividad antitumoral", apunta la doctora Mancilla, quien cursó sus estudios de maestría y doctorado en ciencias en el Cinvestav y sus estudios posdoctorales en la Universidad Libre de Bruselas (VUB) y en la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá.

La química del estaño renació en 1949, cuando se descubrió la aplicación práctica de algunos compuestos orgánicos de estaño como estabilizadores del PVC y más tarde como fungicidas. De estos descubrimientos surgió el interés por estudiar más la preparación de nuevos compuestos con aplicaciones prácticas, lo cual condujo a estudiar la toxicidad, influencia en el medio ambiente y actividad antitumoral.

De esta manera, se encontró que la mayoría de los compuestos diorganoestánicos son menos tóxicos y muestran actividad antitumoral con respecto a otros derivados de estaño.

La doctora Mancilla Percino destaca que aún no hay ningún compuesto de estaño en el mercado que sustituya al cis-platino, que fue una de las drogas más usadas contra el cáncer de ovario y de testículo en los 80. El problema de éste es que presenta reacciones colaterales como pérdida del cabello, del oído, vómito y toxicidad al riñón, además de ser un tratamiento de muy alto costo. "Lo que nosotros hacemos es la síntesis de una variedad de compuestos orgánicos de estaño, que son más baratos que los de platino y los diseñamos con base en aquellos que han mostrado actividad antitumoral. También sintetizamos nuevos compuestos orgánicos polifuncionales para obtener nuevos derivados de estaño como posibles agentes antitumorales".

Los resultados de la doctora Mancilla cuentan con la estrecha colaboración del doctor Marcel Gielen, quien es el líder mundial en la síntesis de compuestos de estaño con actividad antitumoral y con quien la especialista trabajó en Bruselas. De esta manera, la doctora Mancilla envía muestras de los compuestos sintetizados, derivados de ácidos iminodiacéticos N-sustituidos para ser probados contra diferentes líneas celulares de tumores humanos como el de mama, colon, ovario, renal, melanoma y pulmón. Los resultados in vitro mostraron que estos compuestos son más activos que el cis-platino y uno de ellos más activo contra cáncer de pulmón.

Uno de los problemas para conocer la actividad de éstos compuestos, advierte la investigadora, es la vía de administración. "Uno sintetiza y si lo obtenido no es soluble en el disolvente adecuado para probarlo en un medio in vitro o en el medio biológico adecuado para pruebas in vivo, no logramos saber su actividad. Entonces antes de enviar los compuestos a pruebas biológicas tenemos que hacer estudios de las estructuras, solubilidades y concentración".

Para caracterizar la estructura de los compuestos, la especialista utiliza métodos espectroscópicos de resonancia magnética nuclear (RMN) de H-1, C-13, N-15, Sn-119 y las técnicas bidimencionales de RMN necesarias, infrarrojo, espectrometría de masas y difracción de rayos-X en el caso de obtener cristales adecuados para este estudio.

Aunque con el tiempo se prevén terapias eficaces contra el cáncer como la manipulación de nuestros genes, la doctora Mancilla enfatiza que "no está por demás conocer las interacciones de este tipo de compuestos en los tumores." Lo que nos haría entender mejor acerca de la estructura y actividad de esta clase de compuestos. (Mirna Servín) (Foto: José Núñez)

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