LUNES 16 DE OCTUBRE DE 2000

 


Ť José Cueli Ť

Aire torero mexicano en Madrid

Efrén Acosta -el picador de El Zotoluco- se cubrió de gloria en la Plaza de las Ventas madrileñas, en el corazón del Madrid viejo, ese Madrid torero que pareció palpitar con ritmos de cartel de corrida antiguo, gracias a tres espectaculares puyazos del mexicano a un toro de Victorino Martín, encastado y agresivo, que desbordó a las cuadrillas, incluido El Zotoluco.

Los madrileños revivieron pasajes del toreo de siempre en la mágica vara de Efrén y el coso se llenó de luz y calor. Los aficionados en pie aplaudían al mexicano que había desvelado el espíritu de los tiempos pasados, haciendo surgir evocadoras escenas de la suerte fundamental del toreo, que es la de las varas, donde se mide la bravura del toro, y parecía desaparecida de la fiesta llamada brava.

La magia de Efrén apareció de la nada, sorpresivamente. El Zotoluco se llevó al bravo victorino a los medios. El picador lo citó de frente, con la vara en alto, y el endemoniado burel se arrancó como locomotora, lo aguantó Efrén, y en el momento del encuentro con el caballo, la tendió, marcando el puyazo en todo lo alto. El murmullo de los aficionados rubricaba la maestría de Acosta y posteriormente estallaba en apoteósica ovación.

El toro se recreció al castigo -toro bravo y encastado- y de nuevo a los medios, y Efrén repitió la suerte ya con la plaza de pie y el victorino -fuerza endemoniada de la naturaleza- más recrecido. Efrén repitió la hombrada con gallardía y el toreo pareció despojarse de los lazos que lo atan a ese moderno bailecito a torines bobalicones, y en su lugar se ajustó al toreo de siempre. La bravura del toro luciendo en la valerosa belleza del lance šinesperado!

Efrén Acosta, un humilde de la fiesta, enseñó que el toreo no es pegar pasesitos. Ni necesitó cortar orejitas, ni adoptar posturitas entre bravuconas y chulescas para ser un triunfador de la temporada española, regresándole al toreo su verdad. Bien por Acosta y El Zotoluco, triunfadores en Madrid, frente a un Luis Francisco Esplá -torería pura- en tarde de inspiración. šOlé los toreros!

Mientras, en la México se acabó la temporada de novilladas y nada de nada... šQue no puede ser!