LUNES 16 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Más de 150 mil voces acompañaron a los intérpretes de Kumbala


Apoteosis juvenil en el concierto de Maldita

El Zócalo capitalino se confirmó como el lugar de la apoteosis juvenil. Más de 150 mil personas vibraron con Maldita Vecindad, Blues Experiment y Salón Victoria, con el concierto de rock que se organizó en el marco del programa La Calle es de Todos, que auspicia el Instituto de Cultura de la Ciudad de México.

La pertinaz lluvia y los problemas propios de un recital de esta magnitud no impidieron que los jóvenes mostraran su vitalidad mediante el canto y el baile.

A las seis y media, 30 minutos después de la hora convocada, los asistentes ya manifestaban cierta impaciencia. Mediante chiflidos y gritos, presionaban a los técnicos a apresurar las reparaciones al equipo de sonido, que se vio afectado por la lluvia que se había registrado antes.

Al filo de las siete de la tarde, Blues Experiment, grupo chicano que fusiona el funk, el soul y el blues angelino, abrió el recital. Comenzó con el tema Qué pasa por la gente, que aplacó a la concurrencia, desesperada por el atraso. El estilo de la agrupación fue más que nada estridente y con letras intrascendentes, con un estilo ajeno a la idiosincrasia mexicana.

Siguió el reggae del grupo Quinto Sol, que invitaron al baile "chido", con el que los jóvenes tomaron nuevos bríos.

En la participación de esta agrupación chicana rasta se volvió a soltar la lluvia, está vez como aguacero, pero ello no impidió el entusiasmo de la chaviza, que continuó animada.

A pesar de la vigilancia, algunos asistentes se las ingeniaron para pasar los elementos necesarios para escuchar a tono un concierto de rock.

Coro por el rock

La antesala para el momento cumbre fue la participación del grupo Salón Victoria, que dejó prendida a la juventud, para dar paso a la esperada presentación de La Maldita.

El guitarrista Pato, el baterista Pacho, el saxofonista Sax, el bajista Aldo y el vocalista Roco movieron a la locura a sus seguidores, con sus temas considerados verdaderas aportaciones al movimiento del rock en español.

Un gran coro convirtió la plaza mayor en la catedral del rock, en la sede de las letras que se caracterizan por su ironía y el tratamiento a la complicada y difícil vida en los barrios urbanos.

Temas como Kumbala, Pachuco, Un poco de sangre, El gran Solín, Baile de máscaras y El circo formaron parte de un concierto más de rock, que para unos resultó una verdadera delicia y para otros una pesadilla, estos últimos los vecinos del Centro Histórico y los comerciantes.

Sin embargo, cada día se comprueba que como en cualquier encuentro masivo hay eventualidades, pero también queda claro que el rock es una forma de fraternidad entre la juventud.