LUNES 16 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Candidato a la secretaría general del SUTERM


La industria eléctrica no está en crisis, dice Jesús Navarrete

Ť Sólo necesita una administración honesta y eficiente, señala

Carolina Gómez Mena Ť La industria eléctrica nacionalizada no requiere un perfil empresarial ni está en crisis, porque puede hacer frente a sus compromisos con la nación; lo único que necesita para asegurar su crecimiento es ''una administración honesta y eficiente, así como un mejor esquema de inversión y acabar con el corporativismo''.

Lo anterior fue señalado por Jesús Navarrete Castellanos, directivo de la Coordinación Nacional de Electricistas CFE-SUTERM en Defensa de la Industria Eléctrica Nacionalizada, al referirse al interés de la bancada panista del Senado por incluir en la agenda legislativa la iniciativa tendiente a privatizar la industria eléctrica.

En entrevista, el también aspirante a la secretaría general del Sindicato Unico de Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) por la planilla Cambio y Democracia, precisó que el proyecto de reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales presentado por el jefe del Ejecutivo en 99 y que antes fue repudiado por el PAN y ahora es aceptado, es ''ilegítimo y apátrida'', ya que vulnera el patrimonio y la soberanía nacional, además de ignorar una ''conquista histórica del pueblo y especialmente de los trabajadores electricistas''.

Sostuvo que la industria eléctrica nacional cuenta con alta capacidad instalada, que la convierte en uno de los sistemas eléctricos más extensos del mundo, hecho que se ha logrado gracias al esfuerzo de empleados y técnicos mexicanos que unificaron la frecuencia y la interconexión del sistema, con lo que ''se tiene capacidad para cubrir 95 por ciento de la demanda''.

El integrante de la gerencia de contabilidad de las oficinas nacionales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aseveró que la industria eléctrica opera con ''rentabilidad apropiada e índices de productividad notables''; debido a ello, consideró una falacia la hipótesis gubernamental de que si no entra inversión privada en la CFE, ''México quedará a oscuras''.

''(Luis) Téllez en 99 decía que si no se privatizaba (la CFE) se apaga la luz, y basándose en eso pedía apoyo para la iniciativa..., y no es cierto... no ha sucedido ni sucederá...cifras documentan que es una mentira'', precisó.

Sin embargo, consideró que el gobierno tiene en su poder un elemento de presión importante: el presupuesto al sector, el que al ser disminuido ''con miras a generar problemas artificialmente al sector eléctrico, como se hizo con Compañía de Luz y Fuerza'', puede hacer creer a la sociedad que es necesario el dinero privado.

Jesús Navarrete refirió que, no obstante, la negativa a la participación privada, ésta ya se está dando por las reformas regresivas de 1992 a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Esto a través de las figuras de producción independiente, autoabastecimiento y cogeneración.

Detalló que con estos mecanismos se han otorgado innumerables permisos a inversionistas privados, nacionales y extranjeros, quienes se amparan en el esquema legal vigente modificado en el marco del TLCAN. Así se han dado indiscriminadamente autorizaciones para instalar más megavatios eléctricos de los que se requieren para los próximos años. Por ello, concluyó que tampoco se requiere simular la privatización mediante una apertura total, como propone el gobierno electo.