LUNES 16 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Tienen alto costo para las empresas: Heckman


Fomentan desigualdades muchas políticas de protección laboral en AL

Notimex, Chicago, 15 de octubre Ť Muchas políticas de protección laboral en América Latina son inadecuadas y fomentan fuertes desigualdades, según un trabajo escrito por James Heckman, ganador del Premio Nobel de Economía 2000.

Heckman hizo estas afirmaciones en un estudio realizado para la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, en colaboración con Carmen Pagés, funcionaria del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En el estudio recordaron que las regulaciones laborales se introducen con el objetivo marcado de mejorar el bienestar de los trabajadores pero que los beneficios obligatorios, los programas de seguridad social, y las previsiones orientadas a reducir las probabilidades de que un trabajador pierda su empleo, asumen un fuerte costo para las empresas.

En América Latina el costo promedio de un despido, en el año 2000, es de tres meses de salario por trabajador. En este sentido, la pérdida estimada en nivel de empleo como porcentaje de toda la población económicamente activa fue de 5.5 por ciento, señala el documento.

Precisa que en la medida en que un mayor número de beneficios son obligatorios, se reduce también la creación de empleos, y aunque un conjunto de trabajadores se ve beneficiado, otro resulta perjudicado.

''Los trabajadores ya protegidos obtienen beneficios a partir de la regulación, pero los no protegidos sufren (y) en consecuencia, las regulaciones sobre seguridad laboral reducen el empleo y promueven la desigualdad entre trabajadores'', escribieron los economistas.

''Las políticas de seguridad laboral tienen un impacto sustantivo en el nivel y la distribución del empleo en América Latina''. Además, ese impacto es especialmente adverso para grupos marginados del mercado de trabajo, como las mujeres y los jóvenes, precisan.

En América Latina prevalece un régimen de empleo indefinido a tiempo completo, por encima de contratos de duración definida o de tiempo parcial, mientras en el Caribe son más frecuentes los dos últimos.

En la región la terminación de un contrato está severamente restringida a través de obligación para la empresa de hacer una notificación por adelantado, determinar las causantes de despido y establecer indemnizaciones.

Las leyes de terminación laboral requieren que las empresas incurran en cuatro tipo de costos: notificación, indemnización, prima de antigüedad y salarios caídos durante un litigio.

Aún cuando muchos países han reducido los costos de despido en los últimos años, el costo promedio de terminación de contrato es mayor en América Latina que en países industrializados como Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania o el Reino Unidos. Este factor desalienta a muchas empresas que se ven en situaciones de ajustar su plantilla, ya sea porque quieran reducir su nómina o llevar a cabo nuevas contrataciones, comentaron los autores.

Los expertos no descartan que también exista la posibilidad de que la legislación laboral ofrezca incentivos para firmas con fuertes movimientos de personal para operar en el sector informal.

Estos datos sugieren ''que las políticas de seguridad laboral son extremadamente ineficientes, y constituyen un mecanismo que fomenta la desigualdad en garantizar el ingreso para todos los trabajadores'', afirma el documento.

Recalcaron que ''las políticas laborales reducen las posibilidades de crear empleos y mejorar los salarios de trabajadores más jóvenes y menos experimentados, que cargan con el peso de las regulaciones, por lo cual es probable que éstas contribuyan a agravar la desigualdad entre sectores de trabajadores''.