LUNES 16 DE OCTUBRE DE 2000
Ť ''Falta grave'', la intervención telefónica, señala
Llama obispo a los Salinas a reintegrar recursos del erario
Ť José de Jesús Martínez confía en las investigaciones de la PGR
José Antonio Román Ť Los hermanos Raúl y Carlos Salinas de Gortari deben reintegrar al pueblo de México todos los bienes y recursos que en forma ''ilegítima'' tomaron del erario público, afirmó el obispo auxiliar de la arquidiócesis primada de México, José de Jesús Martínez Zepeda, quien dijo que la PGR es la instancia que debe determinar si proceden o no investigaciones al respecto.
''Cuando se comete un robo no basta con acusar la falta y ser perdonado, sino existe también la responsabilidad de resarcir los daños'', dijo en una breve y atropellada entrevista al término de la misa en la Catedral Metropolitana, que celebró por segundo domingo consecutivo, en sustitución del cardenal Norberto Rivera, quien todavía se encuentra de viaje en Roma.
Siempre a pregunta expresa, el obispo auxiliar señaló que la intervención telefónica es una ''falta grave'' que no debe presentarse más en nuestra sociedad, pues atenta contra la ley y los derechos humanos, además de que es necesario atender la ''deuda histórica'' que se tiene con los sectores más pobres y marginados del país.
Interrogado sobre la impunidad en que pudiera estar el ex presidente Salinas en caso que el dinero fuera de su propiedad y no de su hermano Raúl, como éste mismo lo dijo en la conversación privada hecha pública hace una semana, Martínez Zepeda rehuyó el tema en forma abierta: ''Ahí, yo ya me salgo de ese terreno y dejémoslo a la Procuraduría (General de la República), a los investigadores y luego a los jueces''.
Durante la homilía, el prelado vinculó el tema del excesivo amor a los bienes materiales, a favor de los cuales indebidamente muchos sacrifican incluso los valores familiares y la dignidad misma, con el enorme problema de la injusticia social, el hambre, la miseria extrema y el analfabetismo.
Ante cientos de personas que se dieron cita en la Catedral, recordó la cita bíblica de Marcos, en la que señala que le será más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios. Sin embargo, el prelado aclaró que Jesús no está en contra del progreso o de que las personas se superen o vivan mejor, sino lo que es reprobable es que exista un desorbitado y excesivo apego a lo material.
Así, bajo esta perspectiva, el hombre resulta ser ''poseído'' por sus propios bienes y se llega a pensar erróneamente que es más aquella persona que tiene más dinero y más bienes. Se quiere ser más que los otros, no mejor que ellos y esto por lo que se posee. Uno de los desvaríos más grandes en la actualidad es pretender medir a los hombres no por lo que son sino por lo que tienen.
Es como si olvidándose de Dios y de los hermanos algunos hombres quisieran poner en su lugar a un becerro de oro, en cuyas aras se puede sacrificar todo a cambio del dinero: la moral, la dignidad, la propia persona, y los valores familiares y sociales.
"Tal parece ser la lógica en la promoción de tantos males, en contra del bien común, que nos agobian, la droga, los juegos de azar, el enorme deseo de tener casinos, la prostitución, groseros programas de televisión, la asfixiante publicidad exterior, sin límite y en aumento impune cada día", dijo el obispo Martínez Zepeda.