DOMINGO 15 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Investigadores de la UNAM interpretan tendencia a mantener respeto a la autoridad
Menos de 20% de mexicanos acepta que los hijos critiquen a sus padres
Ť Según encuesta encargada por el IFE, la mayoría dice que no habla de política en su hogar
Mireya Cuéllar Ť ƑQué tan de acuerdo está usted en que los hijos critiquen a sus padres? Sólo 18.9 por ciento de los mexicanos está "totalmente de acuerdo", contra 56.4 por ciento que se cierra a esa posibilidad. ƑLa gente debe comportarse de acuerdo a lo que la sociedad considera que es correcto, o de acuerdo a lo que piensa, aunque no coincida con lo que la sociedad considera que es correcto? La mayoría, 51.8 por ciento, opinó que cada quien debe comportarse según su criterio, y 44.1 piensa que debe hacerlo en función de "lo correcto".
Estas son algunas de las respuestas que obtuvo el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM para un estudio sobre las opiniones, valores y actitudes de los ciudadanos, que le encargó el Instituto Federal Electoral para obtener información sobre el grado de socialización de la democracia entre los mexicanos.
El hecho de que 56.4 por ciento de los entrevistados -la encuesta se levantó en diciembre del año pasado, y los resultados fueron procesados y entregados al IFE después de la elección del 2 de julio- se muestre renuente a que los hijos critiquen a los padres, fue interpretado como una tendencia a mantener el respeto a la autoridad.
Sin embargo, también quedó registrado que los jóvenes son más liberales, pues entre ellos hay 57.6 por ciento de profesionistas independientes que están totalmente de acuerdo en cuestionar a los padres, mientras que entre los universitarios, 36 por ciento está en la misma posición.
En México no sólo hay una tendencia a sentir respeto por la autoridad, sino también una valoración muy positiva de la ley y de acato a las normas. Ante la pregunta: ƑQué es preferible, que existan normas para regular el comportamiento de las personas, o que la gente se comporte como le parezca?, la mayoría, 78.7 por ciento, se manifestó en favor de que haya normas, y sólo 18.7 por ciento opinó que la gente se comporte como le parezca. Es decir, además del acento cultural en la autoridad jerárquica, hay un énfasis en la "conformidad" a las presiones colectivas del grupo, dice la socióloga Julia Isabel Flores, quien hizo el análisis en el estudio de los procesos de socialización política y el cambio.
Son las personas de mediana edad -de 31 a 40 años- los jóvenes de 18 a 30 años y las mujeres quienes piensan que debe actuarse de acuerdo con lo que uno piensa (55.9 por ciento, 54.7 y 54.4, respectivamente). A medida que aumenta la escolaridad crece la disposición a actuar de acuerdo a como uno piensa, pasando de 47.8 por ciento entre quienes no tienen ninguna escolaridad, hasta 58.2 por ciento entre las personas con universidad incompleta.
La mayoría de los desempleados (56.3 por ciento) piensa que hay que comportarse de acuerdo a lo que la sociedad considera correcto, y sólo 30.9 por ciento estaría de acuerdo en actuar conforme a como uno piensa. Mientras que entre los empresarios, 69.1 por ciento opina que debe actuarse acorde a lo que uno piensa. "Ello refleja el peso de las normas sociales sobre las personas más desprotegidas socialmente".
Los encuestadores de la UNAM encontraron también que el vínculo entre socialización política y escolaridad permite entrever un mejor futuro, dado que las generaciones jóvenes están mejor educadas que sus antecesores. Para indagar en esos aspectos, se preguntó a los ciudadanos: Cuando usted era niño Ƒse hablaba en su casa de política?, sólo 22 por ciento de los entrevistados respondió afirmativamente, mientras que la gran mayoría (70.3 por ciento) señaló que en su casa no se hablaba de política.
Son los miembros de las generaciones más jóvenes, de 18 a 25 años, quienes platicaron más de política con sus padres (26.1 por ciento), mientras que las personas de 41 años tuvieron un menor grado de socialización primaria hacia la política (18.3). Es mayor la socialización política en el caso de los hombres (22.4 por ciento) que en el de las mujeres (21.6).
Asimismo, dijeron haber tenido una mayor socialización temprana hacia la política los profesionistas independientes (49.5 por ciento), los empresarios (40.7) y los estudiantes (40.5), que los desempleados (17 por ciento), los trabajadores por cuenta propia (18.1) y que los funcionarios del gobierno (12.5). Igualmente, aumenta la socialización a medida que crece el nivel de escolaridad; el porcentaje de socialización temprana pasa de 14.2 por ciento entre las personas que no tienen escolaridad, hasta 37.9 entre aquellos que posen enseñanza completa.
De los miembros de su familia, Ƒcon quién habla usted de política? La mayoría de los entrevistados dijo que no habla de política con su familia (54.1 por ciento). En la opinión de algunos autores, es en la familia en donde se inicia la constitución de una ideología, al crearse patrones de autoridad en la interacción entre padres e hijos.
La política es un asunto que está fuera del ámbito de la vida privada. Al preguntar ƑEstá de acuerdo o en desacuerdo con que los sacerdotes hablen de política durante la misa?, se manifestó de acuerdo sólo 16.2 por ciento; 4.1 señaló estar de acuerdo "en parte", y 75.7 se dijo en desacuerdo total. Están en desacuerdo principalmente los jóvenes (79.1 por ciento).
También encontraron que en el país existe una fuerte aceptación de la regla del consenso, como mecanismo idóneo para establecer acuerdos. Ante una situación de toma de decisiones entre partidos, la mayoría (78.3 por ciento) de los encuestados opinó que lo preferible es que las decisiones importantes las tomen todos los partidos, aunque tarden más tiempo, mientras que sólo un pequeño porcentaje (17) optó porque las decisiones se tomen rápido.
La percepción de la democracia como una forma de gobierno en la que participan las mayorías, es la más arraigada en el inventario político de los mexicanos. Puestos en el caso de tomar una decisión importante para la comunidad, 62.5 por ciento de los encuestados manifiesta su preferencia por la opción de que voten todos los miembros de la comunidad. En México sigue existiendo la visión de lo colectivo, porque 88.2 por ciento de los encuestados piensa que la mejor manera de hacer valer los derechos es en grupo.
Uno de los valores sociales contemporáneos es el del cambio, se señala en el estudio Ciudadanos y cultura de la democracia en México. El presente ya no es más una posibilidad del futuro. Sin embargo, a la mayoría no le gustan los cambios bruscos. A la pregunta: Para que mejore la situación del país, Ƒcómo deben cambiar las cosas?, la mayoría de los entrevistados (86.6 por ciento) señaló que "poco a poco"; 11.4 opinó que "mucho y muy rápido", y 0.2 dijo que "no deben cambiar".
Las mujeres desean un cambio más lento (88.6 por ciento) que los varones (84.5). Tanto los desempleados (23 por ciento) como los empresarios (13.7) desean un cambio más rápido, así como los profesionistas independientes (13.9). Quienes desean un cambio más rápido tienen universidad completa (15.15 por ciento).
Los mexicanos desean cambios lentos y progresivos, dado que asocian las transformaciones rápidas en la economía con las devaluaciones, y en política con acontecimientos violentos.
Son los sectores escolarizados los más abiertos al cambio, y por tanto, a considerarlo positivo; 56.5 por ciento de quienes cuentan con preparatoria; 64.6 por ciento los que terminaron una carrera técnica, y el 55.7 de los universitarios ven los cambios políticos con optimismo. También valoran los cambios en forma positiva los empresarios y directivos del sector privado (56.6 por ciento), y los profesionistas independientes (65.1).
La posibilidad de asumir riesgos
Para conocer la disposición de los entrevistados al cambio, en relación con la percepción del riesgo, se plantearon varias preguntas. Una de ellas fue: En general, Ƒqué cree usted que es mejor: adaptarse a los acontecimientos o planear la vida? La mayoría se decidió por la opción planear la vida (72.5 por ciento), mientras que 25.7 piensa que es mejor "adaptarse a los acontecimientos".
La disposición a planear la vida se complementa con una búsqueda por la estabilidad en las condiciones de vida, no obstante, es en este tema es donde se observó una mayor disposición a asumir riesgos. Al preguntar: ƑQué considera usted que es mejor, un trabajo seguro, pero sin posibilidades de progresar, o un trabajo inseguro, pero con posibilidades de progresar? El 42.9 por ciento de los entrevistados se mostró a favor de un trabajo seguro, y 49.8 por ciento dijo que es preferible tomar el riesgo de un empleo inseguro que ofrezca más posibilidades.
En las conclusiones, los especialistas de la UNAM que participaron en el estudio señalan que quizá son dos los rasgos que definen el estado actual del proceso de socialización democrática: una toma de distancia personal respecto a la política y un marcado reconocimiento a la autoridad.