Oran evangélicos en el Zócalo por justicia y tolerancia
Angeles Cruz Ť Cientos de cristianos evangélicos oraron ayer en el Zócalo capitalino para que el actual y el próximo gobierno se desempeñen con probidad, justicia y tolerancia. Aunque ''hay señales claras que apuntan a la intolerancia durante la administración de Vicente Fox, insistimos tercamente en creer que se respetarán las libertades de todos''.
Adoniram Gaxiola, integrante del comité organizador del acto, insistió en que los seguidores de esta religión ''concedemos el beneficio de la duda al próximo presidente'' y al mismo tiempo señaló que la oración de ayer tuvo como objetivo ''interceder por los gobernantes, porque a final de cuentas mantenemos nuestro principio fundamental de respeto a la autoridad''.
Mientras los asistentes al acto religioso gritaban su compromiso por ser fieles, honestos, mantenerse alejados de la corrupción y la pornografía, Gaxiola detallaba que se buscó reunir principalmente a los hombres, quienes ''han perdido su liderazgo masculino y la responsabilidad de la familia ha ido quedando en manos de las mujeres''.
Señaló que los hombres son padres pasivos e irresponsables, por lo que ''los convocamos a recuperar su liderazgo de hombres y no de machos. Lo que buscamos es la reconstrucción de las parejas y los hogares''.
De acuerdo con información de los organizadores, en el acto de ayer participaron alrededor de 30 asociaciones religiosas, provenientes de todo el país. Gaxiola detalló que para la realización de la oración masiva contaron con la autorización de la Secretaría de Gobernación y la delegación Cuauhtémoc. Además recordó que otros actos similares se han llevado a cabo en los últimos tres años en 48 ciudades del país.
En sus rezos incluyeron el tema de Chiapas, conflicto que ya debería resolverse, apuntó Gaxiola. También oraron por la transición que vive el país, por las mujeres abandonadas y por los hijos de los matrimonios disfuncionales.
Al referirse a la filiación religiosa del presidente electo, Vicente Fox, el también integrante de la Iglesia apostólica Casa de Pan, consideró que es obligación de cualquier ciudadano ?no sólo de los cristianos evangélicos? oponerse a un gobierno que anteponga sus creencias a su responsabilidad de autoridad.
En México ''no hay lugar para un gobierno de religión'', dijo, y tampoco se podrá ignorar que existe un sector de la población (los evangélicos) dispuesto a contraer un compromiso creciente con el país.