Ť ''Las últimas decisiones del Comité Nobel tienen propósitos políticos''
El premio a Gao Xingjian, ''nueva afrenta al régimen comunista'': China
Ť En el país asiático ''existen 200 o 300 literatos mejores que él'', opina Jian Jianfan
Ť Resurgen suspicacias acerca del supuesto tráfico de influencias en la concesión del galardón
Agencias, Pekín, 13 de octubre Ť El gobierno de la República Popular China considera ''una nueva afrenta al régimen comunista" la atribución del Nobel de Literatura al escritor expatriado y naturalizado francés Gao Xingjian.
''Las últimas decisiones del Comité Nobel han mostrado repetidamente que este premio es utilizado con propósitos políticos", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín mientras que el secretario de partido de la Asociación de Escritores Chinos, Jin Jianfan, sostiene con vehemencia que ''siempre se ha escogido al ganador por razones políticas y no literarias.
''El Comité Nobel desconoce totalmente la literatura china. Hay entre 200 y 300 escritores mejores que él, lo que prueba su ignorancia", considera.
¿Otra bofetada?
La prensa, en tanto, ha permanecido silenciosa ante la atribución del Nobel a Gao. Sólo la agencia semioficial Noticias de China informó de la concesión del galardón, y precisó que se trata del primer chino que obtiene ese reconocimiento desde que se creó hace un siglo. También hay algunas páginas de Internet semioficiales que mencionan de manera breve tal información pero, lo cierto es que Pekín acariciaba desde hace años la esperanza de obtener el Nobel de Literatura mediante la figura de Ba Jin, prolífico escritor de las décadas de los treinta y cuarenta, de 96 años.
''Se trata de una nueva bofetada a China. Después de haber esperado durante años el Premio Nobel de Literatura, fue concedido a un escritor de lengua china que traicionó partiendo del país", comentó un diplomático occidental.
A su vez, un comunicado de la agencia Afp asevera: ''China, que mantiene tradicionalmente relaciones difíciles con los artistas, está furiosa con el comité (Nobel), ya que en 1989 le asestó un duro golpe otorgando el Nobel de la Paz al Dalai Lama, jefe espiritual tibetano exiliado en la India y considerado en Pekín, un separatista".
Gao es prácticamente desconocido en China, salvo en algunos círculos intelectuales que acogieron el premio con orgullo, declarándose él mismo, sin embargo, sorprendido.
En algunos reportes se difunde que a pesar de la supuesta prohibición de la obra de Gao Xingjian en China, sus obras no son tan ignoradas, pues tres de sus libros pueden conseguirse con facilidad en la Biblioteca Nacional del país asiático.
En el ámbito periodístico las reacciones también son diversas. Por ejemplo, la periodista disidente Dai Qing resaltó que el galardonado ''es importante en la literatura china, pero no es el más relevante de los escritores".
Lejos de tal visión Liu Xinwu ?ex redactora de Renmin Wenxue, una de las revistas literarias más conocidas de China? se muestra contenta por la decisión.
''El Comité Nobel tuvo por fin en cuenta a la literatura china. Era una necesidad histórica. Esto tendrá seguramente un impacto en la cultura china", sostuvo.
El equívoco de Mao
Los comentarios del gobierno de China no han sido apoyados más allá de sus fronteras. Y es que los diarios del mundo enfatizan, precisamente, el sentido político del galardón.
El Kommersant, de Moscú, escribió: ''Occidente y sobre todo la Academia Sueca honran a aquellos que han sufrido a causa de la verdad. Por esa razón, el Comité Nobel ha decidido otorgar el último premio literario del siglo XX a un enigmático autor chino''.
Por su parte el parisiense Le Figaro alabó el hecho de que el Nobel fuera para un escritor exiliado y apuntó: ''Una nueva primavera china florece, pero fuera de China. Mao se equivocó al pensar que los ales eran la más baja de todas las castas''.
De igual manera, la polémica ha invadido otros terrenos debido al cambio editorial de Gao Xingjian días antes de conocer la noticia acerca del premio.
Goran Malmqvist, traductor de la obra de Gao al sueco, fue acusado de transmitir ''información privilegiada" a la editorial Atlantis, la nueva casa del dramaturgo y novelista laureado.
La antigua editora sueca del nuevo Nobel, Forum, ha señalado que resulta ''extraño" que diez días antes de darse a conocer el resultado se les haya informado de dicho cambio.
El diario Dagens Nyheter, a su vez, ha manifestado un gran interés por el asunto. De hecho, en un artículo titulado ''Una sombra sobre el premio", aseveró que existe una serie de indicios que llevan a la reflexión y que en los próximos días se hablará mucho acerca del tema.
Lo cierto es que poco antes de difundirse el nombre del nuevo Nobel de Literatura la editorial alemana Steidl informó que las ventas de las obras del ganador del año pasado, Günter Grass, se triplicaron o cuadruplicaron desde que el autor de El tambor de hojalata recibió el galardón, mientras que los ingresos por derechos de publicación en el exterior se multiplicaron por ocho.
Así, las polémicas sobre el supuesto ''tráfico de influencias ?refiere la agencia Dpa? resurgen en torno de la Academia Sueca'' después de que, a principios de los años noventa, el rey Carl XVI tuvo que relevar al entonces secretario, Sture Allen, para recomponer el prestigio de Suecia y del otorgamiento de los Nobel.