SABADO 14 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Propone el asesor de Fox eliminar la división entre básica y secundaria


El Estado ya no tiene nada que hacer en la petroquímica: Alzati

Ť Plantea otorgar a particulares contratos de largo plazo

Humberto Ortiz Moreno Ť El Estado ya no tiene nada que hacer en la industria petroquímica y tiene que encontrar de inmediato la manera de salirse, eliminando la división artificial entre básica y secundaria, para darle a sus empresas criterios de negocios y, en consecuencia, entregar en "condominio" las plantas de Pemex, bajo contratos de largo plazo en que los particulares manejen totalmente la administración y los proyectos de producción y distribución, anunció Fausto Alzati.

El coordinador del Sector Petrolero del equipo de transición planteó: "Primero vamos a fortalecernos, a ser capaces de competir globalmente, y después, cuando estemos listos, en dos, tres o cuatro años, competir de igual a igual con British Petroleum o Shell; cuando seamos fuertes y nos hablemos al tú por tú entonces sí vengan, porque no vamos a correr el riesgo de quedar en una posición subordinada, sino como iguales, como socios estratégicos".

Aseguró que el Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros no se opondría a esta decisión, pues sabe que es mejor una fuente de empleo operando que una en deterioro y a punto de cerrar.

Las plantas petroquímicas, dijo, ya no valen gran cosa, están estorbando para que la inversión nueva venga y, por tanto, llamó a los industriales a hacer ofertas y propuestas para llevar la batuta, el control y manejo de lo que se hace con ellas.

Aseveró que el deterioro de este sector es producto del manejo ineficiente de "un régimen autoritario que por fortuna ya derrotamos el 2 de julio y que hizo que la industria petrolera no se pusiera en condiciones de ser globalmente competitiva".

Ante los empresarios miembros de la Asociación Nacional de la Industria Química, reunidos en su trigésimo segundo foro nacional, Alzati anunció la creación de una nueva autoridad regulatoria descentralizada que controlará y sancionará efectivamente toda práctica monopólica, incluso frente a las empresas del Estado.

El asesor de Fox regañó a los empresarios que no se previnieron con coberturas de riesgos ante las fluctuaciones de precios de energéticos, como el gas, y les pidió comportarse como adultos en una una nueva etapa en que "papá Estado" dejará de subsidiar y proteger a los industriales que esperan ser rescatados por el gobierno.

No obstante, aclaró que "nadie que sea buen mexicano puede siquiera concebir como legítima la idea de entregarle a alguien que no sea de la nación los recursos del subsuelo patrio".

Ť A la IP, venta de electricidad

Humberto Ortiz Moreno Ť Juan Bueno, coordinador del Sector Eléctrico del equipo de transición, anunció que a partir de la semana entrante arrancarán los cabildeos entre legisladores del PRI y el PRD para que, antes de que Vicente Fox tome posesión, esté listo el proyecto de consenso en reformas a dos artículos constitucionales y seis leyes, a fin de crear la figura del comercializador de energía eléctrica y a mediano plazo concesionar a la iniciativa privada las redes de distribución y permitirles la venta de electricidad en el país.

Mediante una nueva Ley del Servicio de Energía Eléctrica, garantizó, el ingreso de los particulares a la industria será paulatina, ordenada y bien orquestada, porque "las privatizaciones han sido desastrosas para el gobierno y no queremos un Fobaproa eléctrico."

En materia tarifaria, el ex legislador panista aclaró que el presidente electo no ha decidido aumentar los precios de la electricidad, sino que propuso su adecuación a los costos de operación y reducir el subsidio incentivando la eficiencia de las empresas, apoyando selectivamente a consumidores de menores ingresos y a aquellos segmentos productivos que promuevan el desarrollo regional.

Los subsidios, precisó, ascienden actualmente a 32 mil millones de pesos para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y 11 mil millones para Luz y Fuerza del Centro (LyFC), recursos que el Estado ya no puede seguir solventando.

Tan graves son los problemas de desabasto que podrían explotar en el corto plazo, aseveró, que a algunas empresas ya les han hablado de la CFE para que "bajen el switch para no dejar a oscuras a algunas poblaciones".

Bueno señaló que los requerimientos de energía para responder al crecimiento anual del 7 por ciento del PIB, significan contar con una capacidad instalada que esté por encima dos puntos de ese nivel de desarrollo, o sea 45 mil megavatios para los próximos 10 años, con una inversión de 96 mil millones de dólares cuyos efectos en las finanzas públicas son insostenibles.

Aclaró que no se trata de privatizar los activos existentes, sino de reducir la inversión pública para liberar recursos del Estado a otras actividades y crear capacidad de endeudamiento para responder a las necesidades de desarrollo social, educación y salud.

Explicó que el proyecto consiste en cimentar una estructura competitiva que promueva la participación de la iniciativa privada sin garantías para el Estado, pues las circunstancias políticas obligan a crear mecanismos de mercado y una regulación que permitan la convivencia entre los particulares y el Estado.

El asesor foxista aseguró que no se cometerá el mismo error que el gobierno actual con Teléfonos de México y para ello operará una autoridad regulatoria independiente.

Asimismo, el Centro Nacional del Servicio Eléctrico se separará y dividirá en una institución contable, suficientemente auditable y pública, que maneje gerencialmente las tarifas y la distribución con base en las nuevas inversiones, y ordene las redes de operación.

De inmediato, se avocará a concretar con autogeneradores o cogeneradores contratos individuales que oferten la energía en paquetes bilaterales o en el mismo mercado.

En la mira de españoles

Desde Madrid, la eléctrica española Iberdrola presentó oficialmente su candidatura al concurso de adjudicación del proyecto Ispat mexicano, con capacidad de 750 megavatios y recuperar el liderato como generador independiente de electricidad en México.

Iberdrola presentó su candidatura al proyecto Ispat para clientes industriales en Veracruz (norte de México) el pasado 11 de octubre, según pública este viernes el diario económico madrileño La Gaceta de los Negocios. La empresa desarrolla en México el proyecto Monterrey, en cuyas dos fases tiene previsto invertir 502.8 millones de dólares, espera, si consigue adjudicarse el nuevo programa, volver a ser el "primer generador privado" de México después de perder recientemente esta posición a favor de su competidora, la también española Union Fenosa.