Ť Su creación se caracteriza por un ''enorme ingenio en el manejo del lenguaje''
Otorgan al dramaturgo y novelista Gao Xingjian el Nobel de Literatura
Ť El escritor chino se naturalizó francés y es una persona non grata en su país natal
Ť Acosado por las autoridades de Beijing, se vio obligado a renunciar al Partido Comunista
César Güemes y agencias Ť De origen chino aunque naturalizado francés, el dramaturgo y novelista Gao Xingjian fue galardonado este jueves con el Premio Nobel de Literatura.
Escritor y artista plástico, Xingjian nació el 4 de enero de 1940 en Ganzhou (China oriental). Es autor de numerosas obras entre las que se cuenta la muy celebrada La montaña del alma, en la que describe la búsqueda de las raíces de los personajes que habitan el volumen.
Según señala la Academia Sueca, el escritor se hizo acreedor al más alto reconocimiento literario ''por un trabajo de alcance universal, marcado por una amarga toma de conciencia y un enorme ingenio en el manejo del lenguaje que abrió nuevas vías al arte de la novela y el teatro de su país".
Esa instancia rehusó dejarse arrastrar por la tendencia política al conferir el Nobel a un artista considerado ''persona non grata" en su país natal.
El secretario permanente del organismo dijo a la prensa: ''No tenemos preocupaciones geográficas o políticas. Lo único que cuenta para nosotros es la calidad de la escritura".
Crítico de la política
Es notorio el hecho de que no fue sino hasta 1979, cuando Gao pudo publicar su obra fuera de China y viajar a otros países, en parte debido a que varias de sus piezas dramatúrgicas fueron muy bien recibidas por el público de Beijing, pero condenadas por los ideólogos del Partido Comunista. En 1986 su pieza La otra orilla fue prohibida por las autoridades y desde entonces ninguna de sus obras se ha escenificado en China. A fin de evitar el acoso de las autoridades, Gao permaneció diez meses en las montañas de Sichuan. Luego de que en 1989, cuando tropas militares ultimaron a los manifestantes de la Plaza de Tienanmen, el escritor renunció al Partido Comunista y escribió un libro con el tema de la masacre.
Al ser interrogado a propósito de si usará el Nobel para criticar al régimen chino, el prosista señaló:
''No hago política, me dedico a escribir, a hacer teatro y novela. Esa es mi tarea. Desde luego, no me pasa inadvertido el hecho de que mi obra se relaciona fuertemente con la vida concreta del que fue mi país. Sin embargo, considero que eso sucede con cualquier escritor que esté comprometido con su tiempo más que casado con alguna ideología o partido político. Pero eso no me impide criticar la política. Digo lo que se me da la gana. Si vivo en el exilio es precisamente para tener la libertad de criticar. El Nobel es un enorme reconocimiento, desde luego inesperado para mí, y me parecería poco transparente utilizar esa posición, que es cultural, para fines de otro orden. Finalmente, no requerí antes de ningún tipo de reconocimiento para apoyarme en él y hacer el análisis de mi entorno. Por eso dejé China, porque mi labor no era bien vista por las autoridades del que fue mi país natal".
2000 Gao Xingjian (China)
1999 Günter Grass (Alemania)
1998 José Saramago (Portugal)
1997 Dario Fo (Italia)
1996 Wislawa Symborska (Polonia)
1995 Seamus Heaney (Irlanda)
1994 Kenzaburo Oe (Japón)
1993 Toni Morrison (EU)
1992 Derek Walcott (Trinidad)
1991 Nadine Gordimer (Sudáfrica)
1990 Octavio Paz (México)
1989 Camilo José Cela (España)
1988 Naguib Mahfouz (Egipto)
1987 Joseph Brodsky (EU)
1986 Wole Soyinka (Nigeria)
1985 Claude Simon (Francia)
1984 Jaroslav Seifert (Checoslovaquia)
1983 William Golding (Gran Bretaña)
1982 Gabriel García Márquez (Colombia)
1981 Elías Canetti (Bulgaria)
1980 Czeslaw Milosz (EU)
1979 Odysseus Elytis (Grecia)
1978 Isaac Bashevis Singer (Estados Unidos)
1977 Vicente Aleixandre (España)
1976 Saul Bellow (EU)
1975 Eugenio Montale (Italia)
La habilidad literaria de Gao Xingjian ha dejado huella en pocos cuentos y novelas. Madre, La montaña del alma, En el parque, Una caña de pescar para mi abuelo, La tinta y la luz, El libro de un hombre solo y Otra estética, de próxima aparición, son los títulos de sus trabajos.
El teatro también ha recibido aportaciones del Nobel mediante las obras: La huida, Al borde de la vida, El sonámbulo, Cuatro cuartetos para un fin de semana, Mi concepción del teatro y El espíritu de libertad.
Ť El literato chino habla, en entrevista, de sus convicciones en el arte escénico
Xingjian: el teatro es algo que debe vivir en las tablas y en el oficio del actor
Ť ''Detesto a los orientales que se desviven por escribir a la manera occidental''
Ť La libertad se constituye en la más poderosa generadora de buenas ideas, asevera
Bernard Bretonniére, e special para La Jornada Ť El dramaturgo Gao Xingjian es contundente: ''El teatro no es sólo un texto bello sino algo que debe vivir en las tablas y en el oficio del actor. Allí está la esencia del teatro''.
?Hago teatro llamado del absurdo. Suena extraño tratándose de un chino; pero cabe explicarlo. No encuentro distinción entre lo absurdo y lo real; son elementos inseparables y difíciles de explicar. Lo absurdo induce a una filosofía; eso es demasiado presuntuoso porque más bien me parece un scherzo, una bagatela y, en el mejor de los casos, una actitud.
En la China, donde viví y me formé, apenas recibíamos noticias culturales del exterior. Al terminar la ''Revolución cultural'' en los años setenta, nuestro conocimiento de la literatura francesa llegaba a Romain Rolland. Cuando aprendí francés en la universidad tuve acceso a libros de Louis Aragon y a la revista Temps Modernes. Era como si no existieran Beckett, Ionesco y Adamov. En 1975, un amigo de la embajada francesa me abrió camino a la literatura contemporánea de su país. Para mí el descubrimiento de Esperando a Godot fue una verdadera revelación.
''Las obras de Jean Genet, sin embargo, me parecieron más 'transmisibles', más adecuadas a la representación teatral. Porque el teatro no es sólo un texto bello sino algo que debe vivir en las tablas y en el oficio del actor. Ahí está la esencia del teatro.''
Enfrentar a tres actuaciones
''El realismo socialista constituyó una línea oficial que nada tenía que ver con el arte. Al calificarme de modernista se me condenaba; mi reacción rebelde empeoró las cosas. La verdad es que no existía una etiqueta para definirme; ni siquiera la de avant-garde (eso ya no quiere decir nada). En realidad, si veo las quince obras que llevo escritas, me siento moderno con un fondo eminentemente clásico; la vitalidad del teatro griego o del de Shakespeare, que tan reciamente ya valorizaban el oficio de los actores, no se extinguirá jamás.
''En lo teórico, pienso que en teatro hay dos tendencias opuestas: la oriental y la occidental. En la segunda el actor trata de identificarse con su papel, mientras que en la primera ?Brecht lo percibe plenamente? el intérprete no soslaya la dimensión del teatro. Ya Diderot se ocupa del doble desempeño del actor. No suscribo las teorías de Stanislavsky (que por cierto se apoya mucho en el sistema chino) porque desemboca en el realismo social, que limita la creatividad.
''Brecht, por el contrario, fue un innovador del teatro de actores. Su teoría se inspira en el teatro oriental, pero sin dejar de ser occidental. Los actores orientales no hacen ese juego doble sino triple. El individuo que desempeña un papel debe establecer el paso hasta el actor neutro; antes de entrar en escena, psicológica y físicamente debe despojarse de su vida privada si quiere llegar a la concentración. Ese paso, por lo general tan desatendido, me parece indispensable porque hace resurgir la teatralidad. Debemos, pues, enfrentarnos a tres actuaciones: la del individuo, la del autor neutro (que el teatro occidental ignora) y la del papel que desempeña. Esas tres representaciones, reunidas, permiten establecer una comunicación viva entre el actor y el espectador.
''En mis obras utilizo máscaras; la máscara, que el actor se quita y se pone, se utiliza para separar los tres estados de la actuación a los que ya me referí. Tengo la ambición de renovar la Opera de Pekín, desembarazándola de sus convenciones. Quiero realizar un teatro total aunque fundado sobre su vieja tradición, que no pretenda utilizar al actor sino que le abra paso a sus múltiples competencias, incluyendo la improvisación. Ya ensayé ese proyecto con una obra puesta en Hong Kong con más de 50 actores, danza, coros de canto, máscaras, acrobacia, prestidigitación y mimos, todo mezclado. No es lo pintoresco lo que busco, sino la teatralización de todos los elementos susceptibles a ella.''
La escritura es una forma de existir
''El público es fundamental, desde luego; pero un actor serio nunca debe preocuparse por la nacionalidad de su audiencia sino por la capacidad de ella de comprender y sentir. Una buena obra francesa, inglesa o china 'pasa' bien a cualquier público si es comunicable.
''Pero una obra no puede separarse de su historia. Detrás de mí hay una civilización y cultura muy arraigadas. Detesto a los chinos que se desviven por escribir a la occidental. Sus obras dan la impresión de ser malas traducciones. Me interesa mucho la antigua literatura china, especialmente por lo que puede aportar a las letras modernas.
''Según la tradición china, ser escritor no constituye un oficio para ganarse la vida; para mí es una manera de vivirla. El arte y la literatura no son necesariamente rentables; ni siquiera identifican verdaderamente al pintor, el escritor o el cineasta forzados como están a trabajar ante todo en otras ocupaciones. Hacer mutuamente excluyentes al arte y a la técnica es tan artificial como la idea de que uno debe dedicarse sólo a una de sus ramas; Henri Michaux escribía y pintaba, Andy Warhol pintaba y filmaba; los sabios antiguos de mi país y de los pueblos persas eran poetas, pintores y músicos a la vez.''
Traducir para crear
''En Francia encontré nuevos problemas: dijeron que mis proyectos de montaje no eran para 'públicos', que eran demasiado 'literarios'; todo esto levantaba escollos financieros porque mis obras no se consideraban comerciales. Por eso, antes que transformarlas o adaptarlas contemplo la posibilidad de hacerlas en video; porque sigo convencido de que se pueden realizar a la vez obras muy literarias y muy visuales.
''Me metí a traducir al chino La cantante calva y la poesía de Prévert. Quise y tuve que inventar una lengua china especial. El resultado fue más bien un nuevo texto y por eso la traducción se convirtió en creación.
''Luego llegué a poder escribir directamente en francés; ha sido un ejercicio intelectual formidable para mí, una verdadera aventura. El chino es más suave en cuanto a acordes, pero el francés es un portento de lógica, estructura y música.
''Seguiré escribiendo en plena libertad. La libertad es la más poderosa generadora de buenas ideas.''