VIERNES 13 DE OCTUBRE DE 2000
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Chirac: magnífica recompensa a una obra rica y original
Miryam Audiffred y agencias Ť El Nobel de Literatura otorgado a Gao Xingjian provocó el asombro general. Para el escritor se trata de un milagro que lo deja casi sin habla. Sólo atina a decir: ''No sabía nada, ni siquiera que estaba en la lista de los favoritos. Quizá fue mejor así", sostiene vía telefónica a todo el que logra contactarlo mientras, a unos kilómetros, la pequeña y casi desconocida editorial del sur de Francia, Editions de l'Aube, se prepara para descorchar la champaña al descubrir, de golpe, que cuentan con una mina de oro.
''Esto no puede ser verdad. šEl ganó! y debemos prepararnos para el aluvión", hizo saber la editorial que desde hace cinco años publica las obras del escritor chino.
Los medios de comunicación franceses están tan sorprendidos que, hasta la tarde de ayer, apenas habían podido registrar el suceso y algunos comentarios; como el del presidente Jacques Chirac, al señalar que se trata de una magnífica recompensa por la obra rica y original de un escritor que supo unir toda la fineza de la civilización china con las inspiraciones más contemporáneas de la cultura europea.
''Novelista, hombre de teatro, ensayista pero también pintor y calígrafo reconocido, formado en la gran escuela de tinta que une escritura y pintura, Xingjian encarna con su talento extraño la potencia del lenguaje de las artes'' -expresó Chirac.
''Francia, país que eligió, está orgullosa de esta distinción, que acaba de reconocer el genio de un humanista procedente de la tradición china y convertido en universal.
"Es un gran y bello acontecimiento que honra a las letras de China y Francia".
Sin embargo, el galardón no causa alegría en el país oriental. Tras manifestar su sorpresa y decepción, los críticos y escritores chinos mencionaron que Xingjian es un autor casi desconocido en su país de origen.
En opinión del especialista alemán en literatura china, Wolfgang Kubin, la decisión fue un error pues, sostuvo, ''la obra de Gao no es tan notable y casi no existe en China. Muchos escritores chinos con los que he hablado están decepcionados".
Hasta anoche, ninguna instancia oficial se había pronunciado al respecto. La agencia estatal de noticias, Xinhua, tardó cuatro horas en informar sobre la distinción que, un día antes, El Diario de la Juventud de Pekín retomó para comentar la pena de que ningún chino hubiera ganado nunca el Nobel y mencionar al poeta exiliado Bei Dao como uno de los favoritos.
La historia del galardón parece tener capítulos similares. Apenas el año pasado, el otorgado a Günter Grass fue recibido con frialdad por los diarios de Alemania. Entonces, como ahora, fue evidente el desprecio. Tal vez, nadie es profeta en su tierra.