VIERNES 13 DE OCTUBRE DE 2000
Ť El ataque en Yemen deja seis muertos; habrá castigo, advierte el Pentágono
Presunto atentado contra buque de guerra de EU
Ap, Afp, Dpa y Reuters, Dubai, 12 de octubre Ť Al menos seis marinos muertos, otros 35 heridos y 11 desaparecidos fue el saldo de una potente explosión en el buque de guerra estadunidense USS Cole en un puerto de Yemen. El presidente Bill Clinton dijo que la deflagración "aparenta" deberse a un "acto terrorista" y advirtió que "si su intención era detener nuestra misión de promover la paz y la seguridad en Medio Oriente, fracasará completamente".
"Un mayor del ejército estadunidense vio una balsa de goma chocar contra el buque, lo que causó la explosión", informó el teniente comandante Deren Pelkie, vocero de la Quinta Flota Naval estadunidense, acantonada en Bahrein.
La explosión --de la que no se ha responsabilizado ningún grupo-- en uno de los más modernos destructores de la armada estadunidense, con capacidad para apuntar a cien blancos simultáneamente, se produjo a las 12:15 horas local (9:15 GMT), en momentos en que el buque se reabastecía de combustible en Aden, durante una escala en este puerto yemenita.
La embarcación que se impactó contra el USS Cole era del tipo que se utiliza en las operaciones normales del puerto, indicó un vocero del Pentágono en Washington, que solicitó el anonimato, y agregó que los tripulantes del bote ayudaron a asegurar las amarras en el muelle de carga de combustible antes de la explosión.
Funcionarios estadunidenses citaron informes desde la escena del ataque y indicaron que dos hombres a bordo de la pequeña embarcación se pusieron de pie en posición militar de atención, poco antes de la explosión, que provocó un boquete de seis por 12 metros en el barco estadunidense de la clase tipo Arleigh-Burke.
La explosión ocurrió a babor, en la línea de flotación, pero el buque, en el que había unos 350 tripulantes, se mantiene a flote. "La tripulación lucha por el barco", dijo el vocero del Pentágono, Vern Clark.
Un periodista local, Bashraheel Hisham Bashraheel, dijo que la explosión fue tan potente que destruyó ventanas en las viviendas, oficinas y un hotel del puerto.
Agregó que el puerto "estaba lleno de barcos en el momento del estallido. Fue una explosión muy fuerte, sacudió toda la zona, la gente lo sintió a ambos lados del puerto".
En Washington, Clinton se manifestó "horrorizado" y dijo que "si tal como aparenta se trató de un acto terrorista, fue un acto despreciable y cobarde".
"Identificaremos a los responsables y les pediremos cuentas", añadió, y sostuvo: "Si su intención era detener nuestra misión de promover la paz y la seguridad en Medio Oriente, fracasará completamente".
El mandatario yemenita, Ali Abdullah Saleh, ofreció condolencias a Clinton y al "amistoso pueblo estadunidense" y viajó por vía aérea hacia Aden para visitar algunos de los heridos, entre los que figuraban dos obreros portuarios yemenitas, informó la agencia oficial Saba.
"No creo que sea un ataque terrorista", dijo Saleh a la televisora estadunidense CNN, y subrayó que su país no albergaba "elementos terroristas".
En un principio se informó que la explosión dejo cuatro muertos, pero la cifra se elevó a seis horas después; de los 35 heridos, ocho se encuentran graves.
El jefe del Pentágono, William Cohen, añadió que los desaparecidos se pudieran haber ahogado al entrar agua por el boquete provocado por la explosión.
El vocero del Pentágono, Vern Clark, dijo que evidentemente se trató de un atentado, y destacó que "no tengo motivos para suponer otra cosa", mientras la procuradora general Janet Reno señaló que un equipo del Buró Federal de Investigaciones se trasladó a Yemen para esclarecer quiénes son los responsables de explosión.
Por lo pronto, Cohen dijo que es prematuro relacionar el hecho con el multimillonario saudiárabe Osama Bin Laden, buscado por acciones terroristas, aunque aseveró que "nadie debe suponer que nos podrá atacar sin recibir algún castigo", y en similares términos se pronunció la secretaria de Estado, Madeleine Albright.
El USS Cole hizo una escala de rutina de cinco horas en Aden para cargar combustible antes de viajar a Bahrein, donde se sumaría a los buques que vigilan el cumplimiento del bloqueo impuesto a Irak luego que invadió Kuwait en agosto de 1990.
El buque de 170 metros de eslora, que pesa 8 mil 300 toneladas y apenas había cruzado el mar Rojo, fue puesto en servicio en 1996. Este tipo de destructores portan misiles Tomahawk que pueden usarse en contra de otras naves o blancos terrestres, así como también cohetes Standard para interceptar y derribar a larga distancia aeronaves y misiles enemigos.
Ambos misiles pueden dispararse desde plataformas de lanzamientos verticales situadas en la proa y en la popa.