VIERNES 13 DE OCTUBRE DE 2000

Ť El bombardeo, en represalia al linchamiento de dos soldados de Tel Aviv


Ataque aéreo de Israel en cuatro ciudades gobernadas por la ANP

Ť Barak pide a la derecha integrarse a su gobierno Ť Las acciones equivalen a una "guerra": Arafat

MIDEAST-27-3Afp, Ap, Reuters y Dpa, Gaza, 12 de octubre Ť Los violentos enfrentamientos en Palestina se convirtieron hoy en un abierto conflicto que podría acabar con las negociaciones de paz, cuando Israel anunció un gobierno de emergencia nacional con la oposición derechista y bombardeó cuatro ciudades gobernadas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), incluso oficinas de Yasser Arafat, en represalia por el linchamiento de dos soldados israelíes a manos de una enfurecida multitud en Ramallah.

Tras estos ataques aéreos, que dejaron cuatro muertos y al menos una treintena de heridos, el primer ministro israelí, Ehud Barak, anunció en Tel Aviv que en los próximos días formará un "gobierno de emergencia nacional, no sólo para enfrentar a los palestinos sino también a los árabes".

Esto "puede tomar tres o cuatro días, pero es necesario formarlo, pues nos vemos confrontados a problemas graves que hay que encarar", dijo en conferencia de prensa. El líder de la oposición de derecha, Ariel Sharon, será un "asociado muy importante" en ese gobierno, agregó.

Jefe del partido Likud, opuesto a las negociaciones de paz, Sharon es considerado por los palestinos y parte de la comunidad internacional como el que provocó la nueva intifada, cuando el 28 de septiembre visitó, rodeado de soldado, la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, donde está Al Aqsa, el tercer lugar santo del Islam.

Barak atribuyó a la ANP toda la responsabilidad de los acontecimientos de la jornada, en la medida de que fue incapaz de impedir el linchamiento de los dos soldados, que según Israel formaban parte de un grupo de cuatro reservistas que entró por error a la ciudad cisjordana de Ramallah.

Sostuvo además que el presidente palestino, Yasser Arafat, "no nos parece que sea en este momento un socio para la paz", y luego de su conferencia de prensa se reunió con Sharon para presentarle un informe sobre las cuestiones de seguridad e invitar al Likud a sumarse al gobierno.

Sharon ha expresado en todo momento sus dudas sobre los acuerdos de Oslo firmados en 1993, y ha puesto como condición para incorporarse a un gabinete de emergencia que el primer ministro se desmarque del proceso de paz con la ANP.

Sin embargo, el gobernante israelí dijo en una entrevista con CNN que "no perderemos la esperanza de hacer las paces con los palestinos" y que "esta violencia no seguirá por siempre", aunque insistió en que Arafat es el único responsable de los disturbios y que no se haya llegado a un acuerdo de paz.

Poco antes, el presidente de la ANP sostuvo, durante una visita a algunos de las decenas de heridos por los bombardeos, que su pueblo "se mantendrá fuerte y no vacilará en continuar su marcha hacia Jerusalén, la capital del (futuro) Estado palestino".

La ANP consideró "lamentable" la muerte de los soldados israelíes, pero responsabilizó a Israel por la escalada del conflicto.

Los ataques aéreos fueron considerados por Tel Aviv como una "advertencia simbólica y limitada para demostrarles que no nos quedaremos de brazos cruzados".

El ministro palestino de Información, Yasser Abed Rabo, señaló por su parte que las fuerzas israelíes atacaron las oficinas de Arafat en Ramallah, y afirmó que "esto va por el camino de la locura".

Otras fuentes sostuvieron que los helicópteros artillados bombardearon objetivos cerca de la oficina de Arafat en esa ciudad cisjordana, pero sin alcanzar la sede.

Tel Aviv señaló, a su vez, que advirtió con tres horas de anticipación a las autoridades palestinas de los bombardeos, para que evacuasen sus edificios militares y civiles de Gaza y Cisjordania.

Los cohetes israelíes habrían destruido la sede central de la emisora de televisión palestina y la comisaría de Ramallah donde se encontraban los cuatro soldados israelíes.

Al conocerse la detención, una multitud enfurecida rodeó la comisaría, donde manifestantes entraron y mataron a golpes y a cuchilladas a al menos dos soldados, cuyos cadáveres lanzaron por las ventanas, para luego arrastrarlos y quemar uno de ellos.

Fuentes palestinas dijeron que la policía autónoma intentó infructuosamente alejar a la multitud enardecida, y que 13 oficiales que protegían a los cautivos fueron heridos. Sin embargo, Israel sostuvo que la policía palestina participó en el linchamiento.

No se sabe qué hacían en el lugar los soldados, dos de los cuales iban de civil. Aunque Israel dijo que eran reservistas perdidos, los palestinos creen que se trata de miembros de una unidad, que se hacen pasar por árabes para realizar ataques.

Durante los bombardeos, que dejaron sin electricidad a Ramallah, guardias de la prisión de Gaza abandonaron sus puestos, lo que permitió la fuga tanto de miembros del grupo integrista islámico Hamas, opuesto a las negociaciones de paz y responsable de atentados contra objetivos israelíes, como de delincuentes comunes.

El líder espiritual de Hamas, jeque Ahmed Yassin, prometió que vengará estos ataques aéreos, que duraron unas cuatro horas.

Esta noche, helicópteros israelíes atacaron una academia de la policía palestina en la ciudad autónoma cisjordana de Jericó. Un portavoz militar de Tel Aviv confirmó a Afp el ataque y afirmó que fue una respuesta armada contra el "incendio por palestinos de la antigua sinagoga situada en las inmediaciones de Jericó".

Sin embargo, testigos palestinos explicaron antes que un centenar de jóvenes intentaron incendiar esa sinagoga como respuesta a los bombardeos, pero que la policía palestina se los impidió, y que los manifestantes sólo alcanzaron a lanzar tres cocteles molotov pero sin causar daños al lugar, según comprobó Afp.

También esta noche, Israel bombardeó Nablus y Hebrón. En esta última localidad, colonos judíos atacaron y dispararon contra palestinos, dejando al menos tres heridos, uno de ellos grave.

El ministro palestino de Cooperación Internacional, Nabil Chaath, dijo que Arafat consideró que las acciones israelíes equivalen a una "guerra", y a continuación agregó: "Queremos una reunión urgente del Consejo de Seguridad --de la Organización de Naciones Unidas (ONU)-- y una intervención árabe e internacional. Nuestro pueblo sabrá defender su tierra".

Las fuerzas israelíes anunciaron hoy el bloqueo de todas las zonas autónomas palestinas en Cisjordania, prohibiendo a los residentes de esa zona entrar o salir de ellas.

Además, Israel mantiene por séptimo díaconsecutivo el cierre de Cisjordania y la franja de Gaza, lo que impide a los residentes de ese territorio la entrada a Israel, incluidos los barrios árabes de Jerusalén este.

La jornada comenzó con gestiones del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y del jefe de la CIA, George Tenet, quien se reunió con Arafat, para negociar una tregua, pero pronto degeneró en uno de los peores días en lo que va del proceso de paz y probablemente desde la guerra de 1967.

"No cabe duda que el proceso de paz en su forma actual no parece tener una oportunidad y que si queremos resucitarlo tendrá que ser con otros instrumentos", dijo el ministro interino de Relaciones Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami.

En la entrevista con CNN, Barak sostuvo que "haremos las paces con los palestinos", pero estimó también que Arafat "deliberadamente optó por no llegar a un acuerdo e intensificar la violencia para ganar el apoyo del mundo a su causa".

Por otro lado, dijo que admitirá que la explosión de violencia desatada tras la visita de Sharon a la Explanada de las Mezquitas sea investigada por una comisión integrada por israelíes, palestinos y estadunidenses, con participación de expertos de la ONU.

Los disturbios que se iniciaron el 28 de septiembre han dejado más de un centenar de muertos, de los cuales sólo siete no son palestinos o árabes.