VIERNES 13 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Es insostenible el modelo centralista: Gadsden


Planteará Fox 40 reformas para hacer efectivo el federalismo

Ť Se revisarán las relaciones entre los tres niveles de gobierno

David Zúñiga Ť El éxito del programa económico de Vicente Fox dependerá en gran medida de que el pacto federal realmente opere en México; con este fin, el nuevo gobierno presentará iniciativas para reformar al menos 40 artículos de la Constitución, entre ellos el 115, el 73 y el 122, y el 124, anuncia Carlos Gadsden, coordinador de los trabajos sobre federalismo del equipo de transición del presidente electo.

En entrevista con La Jornada, Gadsden señala que las elecciones del 2 de julio fueron un reflejo de que el modelo centralista y presidencialista que por décadas ha sido un obstáculo para el desarrollo político y económico del país ya está agotado, y ha llegado el momento de replantear las relaciones entre los tres niveles de gobierno, que hasta ahora compiten entre sí y trabajan sin coordinación.

El ex colaborador de Carlos Medina Plascencia y del propio Vicente Fox en el gobierno de Guanajuato sostiene que el federalismo debería darle razón de ser al Senado y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero ''en términos prácticos hemos actuado como una república centralizada, unitaria''. Ahora el objetivo es redefinir las competencias de cada uno de los niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), lo que se relaciona con el acceso a los recursos públicos y a la información, ''que son las dos fuentes del poder''.

--ƑQué harán para hacer efectiva esta distribución del poder?

--Una de las razones por las que esta coordinación está en el equipo económico es precisamente el federalismo fiscal. El reparto de recursos en este país es sumamente injusto, desigual y desproporcionado: hay estados que tienen que usar 92 por ciento de su presupuesto en educación y otros, entre ellos el Distrito Federal, que no aportan un solo peso. Esto tiene un impacto muy grande en el desarrollo y el crecimiento de la pobreza.

Chiapas ha recibido cantidades importantes, pero a pesar de ello no ha resuelto sus problemas porque en el estado hay una arquitectura de gobierno que no lo permite y reparte los recursos en forma discrecional a los municipios, o hay caciques que se apropian de los fondos.

Interrogado sobre el riesgo de que el esquema propuesto no tome en cuenta las disparidades entre los municipios más solventes y los más pobres del país, Gadsden sostiene que el verdadero riesgo de polarización está en mantener el modelo actual. ''No hemos podido vivir el federalismo; no lo conocemos'', asegura.

Antes, recuerda, los estados administraban el IVA y el ISR, pero en 1980 cambió el sistema de coordinación fiscal y los estados le cedieron al gobierno federal el cobro de estos gravámenes, pero no ha sabido distribuirlo en forma adecuada. Como resultado, la recaudación local ha caído, los municipios dependen en 81 por ciento de los recursos federales y los estados en 91 por ciento, en promedio.

''El criterio resarcitorio prácticamente no existe en las fórmulas de distribución del gobierno federal. Hay que distinguir entre la parte resarcitoria y la compensatoria''; los recursos compensatorios de la Federación deben otorgarse por plazos o destinarse a objetivos específicos, con base en las necesidades y capacidades de cada entidad.

No sólo se trata de darle más recursos a los estados o delegarles responsabilidades sin un proyecto bien definido, como ocurrió al descentralizar la educación, sino de vigilar estrictamente el uso de los recursos y potenciar la capacidad recaudatoria de estados y municipios. La idea es que todos los niveles de administración tengan poder suficiente para responder ''no a los intereses del gobierno federal, sino a los intereses de los ciudadanos''.