JUEVES 12 DE OCTUBRE DE 2000
Lucha de poderes
El nuevo presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, comienza su mandato respaldado por una enorme popularidad, pero sus atribuciones son mucho más limitadas que las de su predecesor, Slobodan Milosevic. El verdadero poder está en manos de los parlamentos de las dos repúblicas que integran esta federación, Serbia y Montenegro, que tienen unos 10 millones 650 mil habitantes (10 millones en Serbia y 650 mil en Montenegro).
El presidente de Serbia es Milan Milutinovic, un aliado del ex presidente Milosevic, inculpado al igual que este último de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional de La Haya.
La Constitución autoriza a Kostunica a promulgar por decreto leyes federales y a ratificar tratados internacionales. El mandatario también puede designar un candidato al cargo de primer ministro del Parlamento Federal, pero para ello necesita la aprobación de dicha Cámara.
El presidente puede apoyar las candidaturas de los miembros de la Corte Constitucional Federal, del procurador federal y del gobernador del Banco Nacional, sin embargo para todas esas iniciativas necesita el respaldo del Parlamento Federal.
La DOS, una alianza de 18 partidos, no logró obtener la mayoría en las dos cámaras de la Asamblea Federal en las elecciones del mes pasado, por lo tanto el jefe de Estado necesita el apoyo del Partido Socialista Popular de Montenegro.
Aunque el Partido Socialista Popular es también un viejo amigo del Partido Socialista de Serbia, de Milosevic, dicha organización política fue la primera en felicitar a Kostunica por su victoria, mientras Milosevic se negaba a reconocerla.
Por otra parte, gracias a los cambios constitucionales adoptados por el antiguo Parlamento, la Asamblea Federal estará encargada de actividades gubernamentales como la política exterior, aduanas, el presupuesto y cuestiones de seguridad.
La Constitución estipula que el ejército yugoslavo se encuentra bajo el comando supremo del presidente de la república, pero debe obedecer las decisiones del Consejo Supremo de Defensa, integrado por los presidentes de las dos repúblicas.
Estas dos entidades federativas pueden tener también relaciones con otros estados o formar parte de organizaciones internacionales sin el beneplácito de las autoridades federales.
Es probable que Kostunica encuentre dificultades cuando intente imponer su política al rebelde presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, o al presidente Milan Milutinovic, aliado de Milosevic.
Desde que asumió la presidencia, Djukanovic tomó numerosas iniciativas, salvo declarar la independencia: asumió el control de sus fronteras, creó su propio sistema monetario, estableció relaciones internacionales y se negó a participar en el presupuesto federal. (Afp)