MIERCOLES 11 DE OCTUBRE DE 2000

Ť CLASE POLITICA

Miguel Angel Rivera Ť El cambio tendrá que esperar por lo menos hasta el 2002, pues en el año venidero todo seguirá igual.

Lo anterior se desprende de los criterios de política económica dados a conocer ayer por el equipo del presidente electo Vicente Fox Quesada. El crecimiento será igual al del presente año y el presupuesto apenas crecerá uno por ciento, lo que en términos reales significará una baja, ya que se debe descontar el efecto de la inflación, que será de alrededor de 7 por ciento.

Es decir, no se cumplirán las promesas de campaña. Ni la economía crecerá al ofrecido 7 por ciento anual ni tampoco aumentará sustancialmente el gasto destinado a los más pobres, cuyo número sigue en aumento simplemente por el crecimiento de la población.

Disculpas hay muchas. De hecho, ayer mismo se recordó que desde hace tiempo, de acuerdo con la teoría económica neoliberal, se ha venido señalando el peligro de un "sobrecalentamiento" de la economía. Esto es, en caso de acelerarse el crecimiento económico, se corre el riesgo de un aumento del índice de inflación.

Desde este punto de vista es "razonable" que el futuro gobierno no intente cumplir con sus promesas de campaña. Pero no sólo en términos teóricos recibe ayuda el futuro primer mandatario. En los círculos financieros circula la versión de que pronto recibirá un inesperado "regalo" con el que sorteará problemas derivados de la escasez de recursos: el gobierno saliente anunciará en unos días que deja un "superávit" de varias decenas de miles de millones de dólares.

Increíble pero cierto. El país se sigue manejando con criterios empresariales y, por ello, el gobierno saliente podrá presumir que tuvo "utilidades", pues no de otra forma se puede llamar al hecho de que no se gasten todos los recursos disponibles.

Increíble porque se regatearon unos cuantos millones de pesos que exigía el gobierno de Zacatecas para que se terminaran carreteras prometidas y tampoco hay dinero para reparar las pérdidas que tuvieron los ciudadanos que invirtieron en las cajas de ahorro, cuyo funcionamiento no fue debidamente supervisado por las autoridades financieras. Esto por mencionar sólo dos casos.

Según esa forma de razonar, es mejor tener millones de dólares guardados en las bóvedas de los bancos que invertir para aliviar problemas populares.

La cosecha

Los rumores se confirmaron: el ex coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Arturo Núñez Jiménez, era acusado de haber impulsado a su ex colaborador José Antonio de la Vega Asmitia para que se presentara como candidato del PAN a gobernador de Tabasco en contra de Manuel Andrade Díaz, quien derrotó a Núñez en el proceso interno del PRI. El ex diputado y ex subsecretario de Gobernación se quejó de que su derrota fue producto de la intromisión del gobierno encabezado por Roberto Madrazo Pintado. Ahora Núñez se sumó abiertamente a las voces que están en contra de las supuestas irregularidades para beneficio de Andrade Díaz. Para complicar más el cuadro, no se puede olvidar que Madrazo además es precandidato a la presidencia del PRI y antes fue precandidato presidencial, y casi todos los que ahora luchan contra Andrade Díaz se alinearon al lado del vencedor en ese proceso, Francisco Labastida Ochoa...

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