LUNES 9 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Angel Norzagaray, en contra de que esté sujeta a caudillos sexenales


Plantean que vaivenes políticos no afecten la muestra

Ana Lilia Cortés, especial para La Jornada, Tijuana, BC Ť "Saber que contaba con el Centro Cultural como infraestructura para hacer el Encuentro Regional de Teatro me estimuló muchísimo; hace años se realizó el primero, salió muy bien y se ha instituido como una muestra teatral; ahora espero que no esté sujeta a los vaivenes de la política o al cambio, y que la llamada transición sea eso, no un golpe a la cabeza con todo lo que ya hay, como un borrón y cuenta nueva", aseveró Angel Norzagaray, director del encuentro teatral.

Analizó cómo el centro se ubicó, por sus resultados, en una de las más dinámicas instituciones culturales del país.

"Con la llegada de Alfredo Alvarez Cárdenas a la dirección del Centro Cultural (Cecut), por fin éste definió su vocación; primero, porque aquél, lejos de asumirse todólogo, era un facilitador."

Alvarez, ahora ex director, tuvo la inteligencia de dejar los proyectos en manos de los creadores, agrega Norzagaray. El apoyo al encuentro teatral fue incondicional. Nos permitió decidir con absoluta libertad el contenido y la programación, lo que resolvimos como gente de teatro.

Ahora considero que, tras definirse el perfil de actividades y vocación del Cecut, éstas no deben cambiar ni estar sujetas a veleidades políticas o caudillos sexenales. Debo decirlo: le tengo un poco de miedo a la descentralización, porque es mal entendida, y porque llega a mentes parroquianas, las cuales piensan que hay que oponerse a lo que viene del centro de la República. Con esa mentalidad de aldea todo lo pulverizan. Creo que fue lo que ocurrió con el Festival de la Raza; es cierto, requería otro perfil, y pecaba de centralismo, pero se fue de pronto al otro extremo.

Ese festival, que ahora llaman de la Frontera, es en la actualidad "una pulverización de actividades a las que nadie asiste; se diluye en el espacio y se pierde en el tiempo. Entonces, se pasó de aquello que era centralista, a esto que no es descentralización de actividades, sino pulverización. Siguen gastando el dinero, pero ahora no se ven los resultados, aunque te podrán decir: es que es bien importante llevar una película de Juan Gabriel al ejido fulano de tal. Eso es una estrategia populista, demagógica de derecha".