LUNES 9 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Arpas y kora en la Alhóndiga de Granaditas
Ritmos de Veracruz y Africa dialogan en Guanajuato
Ť El grupo Chuchumbé y Vieux Diop presentan Afrofandango
Yanireth Israde, enviada, Guanajuato, Gto., 8 de octubre Ť Los trinos de las arpas jarochas y la cadencia rítmica de la kora africana se hermanaron el sábado por la noche en una suerte de abrazo cultural y musical que ahuyentó el frío de los cuerpos y convirtió la Alhóndiga de Granaditas en un escenario de pachanga.
Afrofandango tuvo por nombre este espectáculo-experimento que reunió en la misma plaza al grupo jarocho Chuchumbé y al intérprete senagalés Vieux Diop.
Los veracruzanos, primeros en salir, enamoraron al público con sus coplas. La gente se dejó querer. El resultado fue una velada de placer musical en la que participó, como invitado de honor, Vieux, cantante carismático y virtuoso de la kora, instrumento que, para sorpresa de muchos, sonaba como el arpa jarocha y la jarana.
Vieux es un guardián de la memoria. Acompañado de su tradicional instrumento de 21 cuerdas, relata las antiguas historias de su pueblo, la vida de sus habitantes, las leyendas del Africa occidental. Es una suerte de historiador oral que mira con una mezcla de curiosidad y agrado al escandaloso público reunido en esa explanada cubierta de estrellas de la Alhóndiga.
Una rebanada luna proyecta su luz en el fondo del escenario. Recurso de iluminación, logro de la tecnología, pero no pudo ser más oportuna para acompañar las canciones del senegalés.
El experimento funcionó. Fueron clarísimas las coincidencias entre una música y otra, tan lejanas las distancias, cuántos mares de por medio, y tan familiares los sonidos. Vaya re-descubrimiento.
"Si la política separa, la música une, porque es universal. Con ella se puede lograr la paz del mundo", lanzó Vieux, y el auditorio lo lleno de besos en forma de aplausos, sonora reverencia.
Los jarochos recordaron que Chuchumbé (que significa abajo del ombligo) es una palabra originaria de Africa, que llegó a México hace tres siglos. "Hoy el destino vuelve a unir nuestras raíces, pasaron algunos años, pero lo importante es que ya nos encontramos".
"El chuchumbé fue penado/ por la Santa Inquisición/ pero ellos olvidaron/ que es un ritmo sabrosón. El chuchumbé fue penado/ siempre anduvo pene y pene/ y por fin ha regresado/ cierren puertas y ventanas/ que ahí viene."
El caudal de humor, ingenio y sabiduría popular se escuchaban en forma de son con este grupo fundado hace una década y que tiene por misión renovar y difundir las raíces de la música jarocha.
En las décimas improvisadas no faltó el anterior presidente de México, "ese personaje tan chiquito y tan siniestro": "Ya llegó Salinas, el que nos robó la nación, y por eso hay que mandarlo a prisión".
Banquete musical completo: también hubo lugar para enérgico zapateado de Rubí del Carmen Oseguera.
Luego de compartir de manera alternada el escenario, salieron ambos, los chuchumberos y Vieux Diop y el ritmo movió cuerpos y corazones. Un diálogo musical entre la arpista Adriana Cao-Romero y el senegalés. Las notas se confundían, estrecho abrazo musical, encuentro de raíces.
Un diálogo más, éste de percusiones, sostuvo más tarde Vieux al tocar su yembé, mientras Leopoldo Novoa le "respondía" con su marimbol.
Finalizado el concierto, los aplausos retenían a los músicos. Ya con el ánimo encendido, se multiplicaron las complacencias y el aire se llenó con el Son de la gallina, Colás y La Mamba, piezas que se escuchaban excepcionalmente, pues Vieux ya estaba plenamente incorporado a Chuchumbé. ƑUn senegalés chuchumbero o unos chuchumberos con ritmos africanos? ƑCómo saber? Mejor bailar.
Memoria y respeto
Sereno, pero sonriente y conmovido por el cálido abrazo que recibió en la explanada de la Alhóndiga, Vieux mira el cielo y accede a compartir unas palabras. Con la generosa ayuda de la angolesa Isabel Domingos, relata que la música es un componente fundamental en la cultura africana: para los rituales, para curar y para transmitir la memoria.
Un pueblo sin historia, advierte, carece de dignidad, no saldrá de la oscuridad y no se valorará, ni tendrá autoestima. Sólo aquel que conoce y valora su historia tendrá el respeto de sí mismo y de los otros.