DOMINGO 8 DE OCTUBRE DE 2000

Ť El dueto español corrigió los detalles de su anterior temporada conjunta 


Bosé y Torroja ofrecieron una idea más acabada de recital

Ť La intérprete, con la lápida de Mecano a cuestas; el español explotó su coreografía erógena

 Arturo Cruz Bárcenas Ť A casi cinco meses de sus anteriores presentaciones en el Auditorio Nacional, Miguel Bosé y Ana Torroja han madurado su propuesta de concierto y han hecho los ajustes necesarios para lograr una mejor respuesta del público. Si en sus recitales previos el concierto se caía por momentos y el español tenía que levantar el ánimo, ahora ambos mantienen a sus fans con las ganas permanentes de querer oírlos más y más.

En el primero de sus cinco conciertos, efectuado el viernes ?los otros fueron ayer y los siguientes serán hoy, 13 y 14 de octubre?, el sonido de La salamandra dominó sobre la propuesta solista de Torroja, quien obtuvo aplausos al interpretar las canciones que fueron éxito de Mecano.

Los temas románticos dominan el programa, pero ambos intérpretes incluyen mensajes de optimismo, ecológicos y hasta políticos. Más inclinado a buscar propuestas de reflexión social, Bosé ha cristalizado en algunos temas sus ideas sobre la necesidad de cuidar la naturaleza, poniendo el acento en la belleza de la vida y en la limpieza del hábitat del hombre.

foto- MIGUEL  BOSEApoyados por dos pantallas gigantes, al discurso musical se suman videos de contenido diverso e imágenes sicodélicas. El tour Girados será usufructuado con un disco en vivo que saldrá a la venta este mes. El cd contendrá un tema inédito, Corazones, que también será el primer corte promocional; fue compuesto por Bosé y Torroja, en México, durante sus presentaciones de mayo.

Con un ''he venido a calentaros'', Miguel se echó el público a la bolsa, luego de que Ana cantara una cuatro canciones para abrir apetito en el concierto que duró casi tres horas, con el foro casi lleno.

Su reciente operación en los meniscos de la rodilla de la pierna derecha no fue óbice para que el español bailara como tiene acostumbrados a sus seguidores, haciendo ademanes gatunos o de fiera en acecho.

La sensualidad del para ellas galán satisfizo por momentos lo que muchas querían, pues las complació chupándose el dedo y llevándoselo a la altura del bajovientre, en evidente alusión erótica. Tal fue el caso cuando cantó Nena, uno de los más coreados en una noche en la que quienes pagaron su boleto gritaron, bailaron e hicieron el efecto macarena, que es cuando un artista logra una respuesta sincrónica y multitudinaria.

Ana se cambió varias veces de ropa y su voz se escuchó diáfana. Hijo de la luna fue una rola especial y el video respectivo, con escenas de un niño que juega con una luna cual si fuera pelota hizo que cada quien imaginara cosas de su niñez.

Los rollos de Bosé sobre la libertad, el costo de las guerras y la idea flotante de que no son más que un negocio fueron escuchados con atención. El amor, asunto indispensable para el dueto español, alcanzó niveles de miel en Dulce pesadilla, de la que Bosé explicó que hay veces que el sueño se torna insoportable en el vaivén de una relación de pareja. Un sillón sirvió de escenografía, para proyectar la idea de que en la intimidad de una sala pueden darse discusiones acres. Al final de composiciones de este corte, los palomos se daban supuestos besos apasionados. ''Lo que opinan los demás está de más'', dice Torroja en Mujer contra mujer, con abierta referencia a la tolerancia del amor homosexual.

Así, cuando regresaron para complacer a los que pedían "otra, otra", se reventaron un popurrí que no dejó huecos a los exigentes. Se oyó lo mejor de Ana con Mecano y lo de Bosé cuando era el Bosé de Linda, Te diré, Si tú no vuelves, Soy forastero y Bandido (cantada en la versión original y remix).