DOMINGO 8 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Cumple la UCEZ 21 años de su fundación
Vigente, la lucha por la tierra en México: Capiz Villegas
Ť La reforma salinista desestructura el ejido y los pueblos indígenas
Rosa Rojas, enviada, Morelia, Mich., 7 de octubre Ť En los albores del siglo XXI, Efrén Capiz Villegas, dirigente de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata (UCEZ), que hoy cumple 21 años de su fundación formal, está convencido de que la lucha por la tierra aún tiene sentido en el México que cree que ya arribó a la democracia y a la modernidad.
La contrarreforma agraria salinista, dice, está rindiendo sus frutos con la desestructuración del ejido y de las comunidades indígenas. "Nos critican porque no luchamos por la producción y la comercialización, pero para llegar a eso primero tenemos que producir. Si no tenemos tierra, Ƒdónde vamos a sembrar?
"Nuestra lucha es por la tierra y la defensa de las comunidades indígenas, incluyendo sus culturas, y por el reconocimiento de sus garantías como entidades de derecho público, no de grupos indígenas, como dice la reforma de Carlos Salinas al artículo 27, fracción séptima, párrafo segundo. Buscamos recuperar la tierra que ha sido despojada a las comunidades indígenas. La filosofía es trabajarlas en común, disfrutarlas en común y defenderlas de la misma forma".
Esto, porque si se recupera la tierra y cada quien agarra su pedacito, como se quiere hacer ahora con el Procede, "llegan los pistoleros de los ricos y nos sacan. Pero si andamos 40 o 50 trabajando, les cuesta más trabajo, y si mandan policías, tienen que enviar 50, y eso a veces también les cuesta a los ricos".
Pero, además, "si se van a Estados Unidos de mojados y tienen su pedacito de tierra, lo venden. Si se trabaja en común y se van, no afecta a la comunidad, como ahora pasa con los ejidos. Si les va mal y regresan, como sucede a muchos, otra vez se reintegran a la comunidad a trabajar el campo".
Entrevistado en el marco de las celebraciones del 21 aniversario de la UCEZ, en su casa-despacho, ubicada frente a la sede de la organización, Capiz, de 76 años de edad, enjuto, completamente blanco su cabello y su gran bigote a lo zapatista, recuerda que la lucha por la tierra en esta entidad ha costado a los indígenas y campesinos michoacanos la vida de 50 compañeros, la mayoría asesinados impunemente; y a él, cuatro ingresos en la cárcel, el último, el 21 de enero de 1997, cuando junto con su inseparable esposa, Eva Castañeda, se dirigía a una reunión del Consejo Nacional Indígena en la ciudad de México.
Entonces, judiciales del estado interceptaron el taxi en que se trasladaban a la terminal de autobuses de Morelia, los bajaron a golpes y patadas. A él se lo llevaron esposado y a ella, luego de darle vueltas por la ciudad, la liberaron. "Se equivocaron, pensaron que sólo Capiz movía a los campesinos" -explica Eva.
Campesinos integrantes de la UCEZ mantenían por esos días una huelga de hambre en demanda de solución a problemas agrarios y liberación de presos. Se movilizaron rápidamente, fueron a las radiodifusoras a hacer la denuncia de la detención de Capiz. Acabaron liberándolo con el pago de una fianza de mil pesos, y se demostró que la orden de aprehensión que pesaba en su contra -acusado de despojo en Pátzcuaro- había prescrito; era de 1990.
Como esa orden de aprehensión se ha librado más de un centenar en contra de Capiz; la mayoría ha prescrito. Por ahora, y hasta donde saben, hay dos vigentes. "A los compañeros que luchan por la tierra los acusan de despojo. A nosotros, que les aconsejamos que la trabajen en colectivo y les ayudamos en su defensa, nos acusan de autores intelectuales"; las acusaciones han sido también de "terrorista" y "comunista", pero "nosotros enarbolamos la bandera del comunalismo indígena", explicó el dirigente.
La UCEZ fue una de las organizaciones fundadoras de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA). En 1980 fue anfitriona del primer encuentro de esta organización, en San José de la Laguna. "Nos apartamos de ellos porque cada que había elecciones era un pleito por las diputaciones". Ahora es integrante del Congreso Nacional Indígena (CNI) y simpatizante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al que considera como "esperanza para los pueblos oprimidos y explotados de México y el mundo".
La UCEZ, como el resto de organizaciones del CNI, pugna por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, "como única vía para la pacificación nacional".
Ambos se titularon como abogados
Capiz y Eva Castañeda se recibieron como abogados. El terminó la primaria a los 21 años; ella hizo lo propio a los 34, ya casada y con hijos. Hizo la maestría en derecho, con especialidad en derecho constitucional. Ambos han sido el motor de la UCEZ. En su casa, en medio de incontables expedientes agrarios que llenan de piso a techo las paredes del despacho y se desbordan por la planta baja, recordaron a retazos los logros de una vida dedicada a la lucha agraria: se ha recuperado la tierra de comunidades, "de hecho o de derecho", en Tarécuaro, en Santiago Tingambato, Zirahuén, San Pedro Bocaneo, San Bartolo Cuitareo, Santa Clara del Cobre, Ixtaro, La Barra, Tirindiritzio, Sinagua, La Huacana.
También, en Mártires de Gámbara -"ahí nos mataron a tres compañeros", recordó Capiz-, en San Miguel de Aquila -ahí asesinaron a José Ramírez-, en Achotán, en Jauja, en Huapamacátaro, en El Tico, donde tienen un taller de costura en apoyo a la mujer campesina e hicieron cursos de capacitación de corte industrial para fabricar ropa deportiva. "Es muy difícil recordar todo, tendríamos que revisar expediente por expediente", indicó Capiz.
Explicó que, además, se creó la UCEZ-obrera y se han formado colonias comunales, como la de Santa Clara del Cobre, donde, por lo regular, viven obreros, tianguistas y taxistas. "Tenemos un sindicato de taxistas, ahí luchamos porque las concesiones sean de quien las trabaja. En esas condiciones se da la unidad con el movimiento obrero y con los tianguistas. Como estamos acostumbrados a luchar por recuperar cientos, miles de hectáreas en la lucha de las comunidades indígenas, se facilita más defender un pedacito de tierra para 50 familias", comentó el dirigente.
La UCEZ, que hoy llega a sus 21 años, ha apoyado también luchas agrarias en Guanajuato y Guerrero. "Nosotros agotamos todas las instancias legales, pero al mismo tiempo nos movilizamos" comenta Capiz, subrayando sus palabras con una de sus consignas rimadas, de las que salpica todos sus alegatos ante autoridades, sus intervenciones en mítines y sus conversaciones: "La tierra es de quien la trabaja, la defiende y no se raja".