Arturo Cruz Bárcenas Ť Con una guitarra vieja, de sonido hueco, un hombre humilde tocó Arrieros somos. Gente del pueblo cantó la composición en torno del ataúd de Cuco Sánchez, ayer, en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas. El homenaje se repitió varias veces a lo largo del día. Fue un largo adiós. ''Y a la nada ¡por Dios que volveremos!/ Me río del mundo/ que al fin ni él es eterno/ por esta vida nomás, nomás pasamos".
Cuco falleció el jueves y a despedirlo de esta vida acudieron sus familiares y amigos, el público que lo escucha en discos desde hace varias décadas. Mujeres, mujeres. "Canten El mil amores", pide una dama que no puede evitar el llanto. Es hora de tragar saliva.
La misa para Cuco, "para darle un empujoncito al cielo", se realizó a las 12:00 horas. Ahí estuvieron Rosenda Bernal, las hermanas Huerta, Paloma ?viuda de José Alfredo Jiménez?, Felipe Gil, Alberto Cervantes, Laura Zapata.
También dos mujeres con las que estuvo casado el compositor de Cama de piedra: María Teresa de la Vega, con quien compartió la vida más de 20 años, y Aurora Garcidueñas, hoy viuda de Sánchez, y los hijos de Cuco, Alejandro, Alina, Arturo, Juan Carlos y Fernando. El autor de El mil amores tuvo otra hija, Maritrini.
El rosario concita a la concurrencia y muchos lloran. Una pausa y el hombre humilde retomó su lira y se arrancó con Fallaste corazón: ''La vida es la ruleta donde apostamos todos/ y a ti te había tocado nomás la de ganar/ pero hoy tu buena suerte/ la espalda te ha volteado/ fallaste corazón/ no vuelvas a apostar''. Aplausos tímidos, pero aplausos al fin.
La cera de los cirios pascuales escurre. Un fuerte olor a nardo penetra el ambiente. La gente del pueblo va y viene. Algunos estuvieron desde la mañana y acompañaron a Cuco, a su compositor más querido, ''de los que ya no hay''.
A las cuatro de la tarde el sentimiento colectivo estalla en llanto. El ataúd con el cuerpo de Cuco es cargado a la carroza para llevarlo al panteón Español, donde fue cremado. No porque ya se sabía la hora de la partida dolió menos. Varios tocan el féretro. Es el adiós.
La urna con el polvo eterno fue llevada a un nicho de la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza ?situada frente a Perisur?, donde a las siete de la noche se realizó una misa. Ahí quedará la urna provisionalmente, hasta que la familia decida donde llevarla de manera permanente. Todavía algunos cantaron Guitarras, lloren guitarras.