Ť El auge de las bandas obedeció a la manipulación de los medios y el gobierno
Diversidad y condición pluriétnica, baluartes de la identidad de Neza
Ť La manifestación cultural más relevante es la ''auténtica, la de la calle, la espontánea''
Ť Sacudirse la supuesta caracterización punk, roquera y bandosa demanda mucho esfuerzo
Aleyda Aguirre Ť Como otras ciudades, en el camino hacia su propia definición Nezahualcóyotl ha dejado saldos y damnificados.
Los chavos banda, símbolo intrínseco de lo que fueron terrenos fangosos amenazados siempre por el salitre, hoy se confunden en ese paso apresurado que lleva a Neza a mostrar su verdadera identidad, basada en la riqueza de su diversidad y en su condición pluriétnica reconocida por todos sus actores sociales.
Ya no es más Nezahualodo, porque casi en su totalidad está pavimentada, pero todo indica que el Nezayork y el Minezota son apelativos que por lo pronto llegaron para quedarse en una localidad donde la manifestación cultural más importante, a decir de muchos, es ''la auténtica, la de la calle, la espontánea".
Calles donde conviven pintoras/es, músicas/os, bailarinas/es y poetas autodidactas, pero también cholos/as, grafiteros/as, darketos/as, skatos/as, hijos/as del hip hop y los clásicos esquineros.
Desde su fundación, en la década de los sesenta, este municipio mexiquense, ubicado al oriente del Valle de México, vecino de las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa, ha visto pasar tres generaciones, la última de las cuales vive otra película, muy lejana a la que caracterizó a las famosas bandas de los años setenta y ochenta, en las que abundaban los émulos de Los Guerreros del Bronx y los próceres de la calle, los que a fuerza de tanta exaltación internacionalizaron a Neza como un sitio agresivo del que se pensaba que el chavo banda era la única forma de vida.
Bifurcación de caminos
El Iti y El Radio ?quienes dicen ya no responder a nombres cristianos por aquello de identificarse invariablemente con apodos? son ex chavos banda de Neza que llegaron a estar en nóminas de grandes ligas, como el pertenecer a Los Mierdas Punk o a Los Rotos.
Ambos son líderes del grupo de rock punk Colectivo caótico, y el primero se mantiene intercambiando discos, folletos y conceptos, en el tianguis del Chopo; un simple vistazo a la mochila que carga permite encontrar, además de cd, casetes y hasta discos de acetato; publicaciones que contienen ensayos, apuntes, reseñas y artículos relacionados con el rock y sus condiscípulos.
?Pero, ¿Qué es lo que ha pasado con los chavos banda de Nezalitre?
Con el paso de los años, coinciden El Iti y El Radio, ''muchos de los que se reunían en los hoyos fonky a convivir en un ambiente de drogas, alcohol, rock y sexo, sufrieron una transformación 'natural' que bifurcó sus caminos: algunos se fueron al panteón, otros emigraron al gabacho, la mayoría se casó y empezó a trabajar, otros enloquecieron y un grupo más se volvió partidista, simpatizante del PRI, como es el caso del Consejo Popular Juvenil (CPJ)" y alguno que otro sobrevive en ese mismo ambiente.
Explican que las bandas en Neza tuvieron auge gracias a la difusión y manipulación tanto de los medios de comunicación como del propio gobierno al que le interesaba que los jóvenes se mantuvieran ocupados ''madréandose" entre ellos para no invertir en su educación, cultura y esparcimiento".
''En nuestro tiempo hubo cintas como Los guerrerros y Mad Max que nos marcaron, de ahí tomábamos prototipos, éramos protagonistas de nuestras propias películas, pandillas cinematográficas con los cánones que nos mandaban desde el gabacho, fuimos una repetición de lo que estaba sucediendo en otros lados", recuerda El Iti y agrega: ''Nos reuníamos para cotorrear, porque nos latía el rock punk. Nadie nos quería, nos tenían miedo, hasta que descubrieron que éramos una bola de cobardes, porque en realidad peleadores no éramos".
Los chavos banda, punta del iceberg
El Radio describe su parte: ''Empezamos con la onda de los Rolling Stones y luego se pasó a escuchar lo nuevo que había en ese tiempo, que eran los Sex Pistols, Los Ramones y todo ese rollo... Había un cierto desconcierto, porque se está en una edad en la que todo lo niegas, lo rechazas, eres antigubernamental y demás. No encuentras alternativa y a la escuela la ves como una fábrica que te prepara para ser obrero, para servir. Esto quizá no lo pensábamos a fondo cuando apenas teníamos 15 años, pero sí lo sentíamos, por eso nos desafanamos de trabajar, de las instituciones educativas y por eso mismo muchos dejaron sus familias".
Define que en esa época, la banda se dividía en dos tipos: la ''ratonera", que se dedicaba a ''chupar" y se caracterizaba por estacionarse en las esquinas para armar broncas, en un decir, a la que ''le interesaba el desmadre"; y la ''submetropolitana", que congregaba a los que tuvieron la ''oportunidad o la iniciativa" de vagar, conectándose con más personas.
En este último grupo está su caso, lo que les dio oportunidad de organizar un colectivo musical y, con el paso del tiempo, convertirse en ''creadores culturales" y formar parte de ese sector en Nezahualcóyotl.
''También nos daba curiosidad el teatro, la música, el cine, una transmisión radial", apunta El Radio. De hecho, el grupo de Bandas, artistas y amigos de Neza se integró con chavos de bandas de roqueros de aquella época. Todo esto, tercia El Iti, mientras para el municipio significábamos delincuencia, vagancia y malvivencia.''
En esos años había también otros ánimos y enfoques, con los que organizaciones de la sociedad civil e instancias gubernamentales dirigían sus baterías a apoyar a lo que llamaban entonces grupos de riesgo o marginales. ''Nos veían como algo digno de defender, con lástima", ironiza El Iti. Sin embargo, se partía de una visión equivocada, ''nadie se quería dar cuenta que los chavos banda éramos apenas la punta del iceberg en una realidad donde toda la juventud, banda o no, estaba bien jodida. Ellos se la querían sacar apoyando a las bandas para decir que estaban apoyando a los más jodidos", pero la realidad era otra.
Los Rotos y Los Mierdas tenían broncas entre ellos y un día en una ''plática borrachera" vieron que sus intereses no eran los de quedarse en ''la ratonera" peleando con ''los cuates", con los vecinos de la colonia o por las chavas; así fue como acordaron crear un grupo musical Colectivo caótico.
A poco más de una década de separarse de sus respectivas bandas ?''porque cada quien agarró su camino", hoy expresan que no se puede seguir concibiendo al municipio de Nezahualcóyotl como una localidad donde impera la ley de la banda y todos se visten con ''pantalones entubados, usan la greña larga, su chalequito con estoperoles o sus pelos coloreados" porque a lo mucho, afirman, se llegaron a conformar 40 grupos fuertes con cerca de 10 mil personas, en un municipio de cerca de 3 millones de habitantes.
Así, empiezan por aceptar que en Ciudad Nezahualcóyotl se presenta una ''diversidad cultural" en la que cada poblador contribuye a mantener vivas las costumbre traídas de los distintos estados de la República.
¿ Dónde podrá anidar el arte?
Joel Paredes, sociólogo, profesor en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón de la UNAM y quien ha pasado gran parte de su vida en este municipio mexiquense, recrimina que las personas de ''afuera todavía piensan que vivimos en la oscuridad, que nuestras calles no están alumbradas y que en una esquina te vas a encontrar con un cuchillo".
Dice que a los habitantes de Nezahualcóyotl les está costando mucho el sacudirse la supuesta identidad punk, roquera y bandosa, ''y para borrar esa imagen que los representó y sigue identificando, busca sacar a sus artistas: músicos/as, creadores/as plásticos, escritores/as autodidactas, etcétera, ésos que se han autobautizado como ''necios" y buscan espacios para poder desarrollar su potencial creativo.
Al referirse a esos años en que abundaban los chavos banda, señala, Neza se convirtió ''en un lugar de hoyos y todo lo que no se quería en el DF se venía para acá". En aquellos tiempos estaban El Carrusel, El Consejo, La Unión, El Zopilote Mojado y sobrevive el Carita JC. Lamenta que ahora estos sitios se hayan convertido en un negocio, en simples antros donde no interesa la cultura en ninguna de sus formas.
Sin embargo, ''hoy lo que nos caracteriza ?repone? es ''nuestra diversidad cultural, nuestra pluralidad, el hecho de que en un lugar tan pequeño podamos vivir personas de toda la República. Uno de los retos para cualquier gobierno y/o partido político es la cuestión cultural y la pluralidad de grupos: en Neza hay cerca de 100 organizaciones culturales de todas las áreas, además de que están los otros, los de la cultura que emerge de la calle, que es la que más se ve, aunque no la más importante".
En Neza la cultura de la calle es parte de su sino, una antonomasia que surge de la velocidad industrial y por la falta de infraestructura y espacios donde pueda anidar el arte. ''Mientras no haya lugares en donde los jóvenes puedan explorar y explotar sus inquietudes, la calle va a seguir siendo el medio idóneo para cualquier tipo de expresión", reflexiona Paredes.
Y hace su lectura: ''Cualquier forma de cultura que existiera en Neza va a ser fuerte siempre y cuando nazca del pueblo y regrese a él. Si llevamos la cultura a la calle, quizá la gente empiece a salir y a romper el televisor, y ya no va a tener que ir al centro o al sur para ver una obra de teatro. Considero que la forma de acercar la cultura a las personas es llevársela a ellos y no esperar que ellos vayan a la cultura".
Respuestas integrales
Con 20 años de trabajo como promotor y activista cultural en Nezahualcóyotl, para Jorge Vega Oseguera este municipio vive un proceso de cambio que se antoja radical en lo que a expresión cultural se refiere. Vaticina que la imagen per se del chavo banda poco a poco quedará sepultada por la demanda y tendencia visibles de un gusto y aprecio por los cuadros regionales y la música tradicional mexicana, más si se expresa en grupos de danza folclórica que cada vez con mayor frecuencia salen a las calles de Neza a ofrecer sus espectáculos.
Convencido, Vega Oseguera sugiere que al bagaje que supone la diversidad es necesario tener respuestas integrales, acciones concretas que satisfagan al mosaico multiétnico que no se queda sólo en oaxaqueños o michoacanos, sino que abarca casi todas las entidades del país, desde donde empezaron a llegar, a partir de los últimos años de la década de los sesenta, cientos de familias a dar vida a un páramo salitroso al que hoy le han endilgado comparaciones con la ciudad fronteriza de Tijuana por su actividad maquiladora en ascendencia y la dinámica de sus pobladores.