SABADO 7 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Samuel Ruiz


Represión, causa del movimiento indígena surgido en 1994

Angélica Enciso Ť El hecho de que haya diálogo o no con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no es por la interlocución del gobierno con un grupo determinado, lo que está en el centro del debate es el papel del indígena en el país, aseveró ayer Samuel Ruiz, ex obispo de San Cristóbal de las Casas. En este momento, "el indígena como sujeto y una sociedad civil más sensibilizada son fuerzas que auguran la transformación que todos esperamos", agregó.

Al participar en la presentación del libro El pensamiento zapatista, de Iván Molina, el prelado comentó que a partir del primero de enero de 1994 surgió una vasta literatura que dio cuenta del movimiento indígena. El impacto nacional e internacional que generó éste llevó a que al principio nacieran publicaciones que tergiversaban la realidad, pero después hubo excelentes trabajos sobre ello; precisó que frente a este suceso, "los textos no podían ser neutrales".

Dijo que "sin el primero de enero de 1994 no habría habido esperanzas de que pasara todo lo que ha ocurrido en el país", y agregó que el libro daba un "servicio", ya que la recopilación de los comunicados zapatistas y el orden en que se presentaron lleva a la reflexión acerca del pensamiento indígena, sobre todo cuando han existido versiones alteradas del hecho, las cuales se han quedado grabadas en la gente.

Hizo énfasis en el interés que el movimiento zapatista despertó a nivel internacional desde sus orígenes, el cual se concretó en la visita de centenares de extranjeros a la selva chiapaneca, para discutir el modelo económico mundial. "José Saramago me dijo que en Europa era necesario el pensamiento indio", acotó el prelado.

A la pregunta sobre la influencia de la religiosidad en el movimiento indio, Samuel Ruiz respondió que había una causa fundamental de éste, más que la miseria en sí misma: la represión. "Eso fue lo que llevó a los indígenas al šya basta!"

Por su parte, Iván Molina, autor del libro, dijo que la intención de texto fue organizar el pensamiento del EZLN, y señaló que por años el gobierno consideró la existencia de grupos indígenas, no de pueblos, y a los indios como ciudadanos, pero sin derecho a manifestarse. "De 1994 a la fecha las estrategias seguidas ante el EZLN fueron un estado de guerra y el diálogo, pero en medio de ello la formación de grupos paramilitares".