SABADO 7 DE OCTUBRE DE 2000
Ť EL TONTO DEL PUEBLO
Chiapas en 15 minutos
Ť Jaime Avilés Ť
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Cayó al fin Milosevic. "Put your legs on my shoulders...", cantaba el tonto del pueblo en la cama 28 de la clínica de superespecialidades donde se recupera de una tremenda intervención quirúrgica, y era grande su contento porque las noticias más frescas hablaban de la imprevisible pero triunfante insurrección de Belgrado, que ha puesto fin a la dictadura de Slobodan Milosevic. Sólo entonces fue cuando la bocinita del radio avisó de la muerte de Cuco Sánchez, allá en el DF. "Yo no sé cómo le va a hacer usted, pero consígame un cuerno de chivo con diez cargadores útiles, un vehículo y un permiso de salida", dijo el héroe de esta plana a la enfermera que llegó a cambiarle la botella de suero. Y sin que la buena mujer mostrara la menor curiosidad por el insólito pedido, el paciente agregó: "Tengo el deber moral de ir al velorio de Cuco y cumplirle su famoso deseo. Voy a escribir sobre su tumba su último adiós con mil balas".
Esto, naturalmente ocurría la mañana del jueves. En uno de los periódicos, ahora deshojados en un rincón, había un artículo del historiador Lorenzo Meyer que reflexionaba en torno a la gira de Vicente Fox por Europa. En síntesis, el académico de El Colegio de México resalta que el presidente electo conoció de primera mano la preocupación que ciudadanos y gobiernos de todos los países visitados comparten sobre el futuro de la guerra en Chiapas. Meyer sostiene que a juicio de los inversionistas de aquellas tierras ultramarinas, el conflicto del sureste mexicano es clave para la estabilidad del próximo sexenio, y debe ser resuelto con las medidas políticas que el PRI y Ernesto Zedillo "no quisieron o no pudieron" aplicar. Y en este sentido subraya la importancia de incorporar a la Constitución los acuerdos de San Andrés, tal como quedaron expresados en la iniciativa de ley de la Cocopa, que a finales de 1996 aprobaron los zapatistas.
Pero, con gran tacto y siempre bien informado, el estudioso apuntó que al mismo tiempo, Fox debe sacar al Ejército de las comunidades indígenas, liberar a los presos políticos y desmantelar las bandas paramilitares. "ƑCon esto, que no es poco, se arreglaría definitivamente el problema?", me dijo el tonto una vez que terminé de leerle el texto...
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Un asunto sencillo. Obligado por la historia, por las presiones de sus aliados, por el sentido común y por la necesidad imperiosa de construir un nuevo panorama político en México, Fox tiene que poner en marcha las cuatro medidas reseñadas por Lorenzo Meyer, pero éstas -que en efecto se pueden ordenar en 15 minutos- requerirán meses, por no decir años quizá, para que se cumplan en la práctica a plenitud. Especulemos. No es improbable que el equipo de Fox obtenga un amplio acuerdo parlamentario con los tres partidos grandes de San Lázaro para convertir en ley la iniciativa de la Cocopa sobre derechos y culturas indígenas. Tampoco es difícil de imaginar que, en coordinación con el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, agilice la liberación de los zapatistas encarcelados. Con mucho optimismo, no se antoja impensable que los altos mandos del Ejército acaten la orden de replegar a las tropas federales hacia algunas de las posiciones que ocupaban antes del primero de diciembre de 1994. Pero aquí empiezan a surgir las preguntas más complicadas.
ƑVa Fox a desmantelar, por ejemplo, las grandes unidades habitacionales que el Ejército edificó en la selva del municipio de Ocosingo? ƑO sólo va a reducir, y en qué porcentaje, la dotación de efectivos militares acantonados en esas nuevas ciudades "verdes"? ƑDictará instrucciones inapelables para suprimir los muy atractivos negocios de los generales en aquellas zonas, o deberá negociar con ellos una disminución de sus ingresos y a cambio de qué? ƑPosee Fox el poder suficiente y la voluntad política necesaria para borrar, desde el punto de vista institucional, la infraestructura de la guerra?
Pero si el repliegue del Ejército parece, como lo es, una operación tan compleja, lo que está en chino, para decirlo pronto y bien, es la erradicación de los paramilitares, que según datos no comprobados, pero cercanos a la realidad, son ya alrededor de 10 mil. Y no son precisamente unos idealistas, llenos de generosidad y nobles propósitos, sino campesinos miserables que hoy por hoy ganan un sueldo fijo, están armados, tienen adiestramiento bélico y sienten y saben que andan por la vida con una licencia para matar expedida por el "gobierno". La pregunta no es nueva pero sí pertinente. ƑQuién los va a rehabilitar, empezando por el grave problema físico y cultural de su inducida adicción a la cocaína? ƑQuién va a situarlos de nuevo en su verdadera realidad, desarmándolos, empleándolos en labores productivas, pagándoles un salario rural promedio, reinsertándolos, pues, en las dimensiones de la vida cotidiana anterior a su reclutamiento? Como resulta obvio, si el conflicto político militar se encauza de nuevo por la vía del diálogo, los saldos del problema social son absolutamente gigantescos.
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Un consejo gratuito. La recomposición del tejido social en las zonas de guerra de Chiapas exige, como se puede apreciar, de grandes programas políticos, económicos y sociales, y de una enorme inversión del nuevo gobierno, así como de mecanismos para que los recursos lleguen íntegros a sus destinatarios. Pero, por otra parte, si se promulga la ley sobre derechos y culturas indígenas, que reconoce explícitamente a los pueblos indios como sujetos fundamentales de su proceso histórico, el gobierno de Fox contraerá la obligación constitucional de negociar y convenir con las comunidades los planes de desarrollo que pretenda impulsar, no imponer.
Ante este cuadro, extraordinariamente complejo, el equipo de Fox en primer término, y el país en su conjunto, disponen de un valioso, por no decir insuperable elemento de coadyuvancia que de la manera más torpe, aviesa, irresponsable y criminal fue destruido por el "gobierno" de Zedillo, como parte de la estrategia de guerra total diseñada en 1998 por Francisco Labastida cuando éste era secretario de Gobernación. "Me refiero -dice el tonto del pueblo- a los campamentistas internacionales, a nuestros queridos zapatistas intergalácticos."
Los expertos de Fox, que nada saben ni entienden de Chiapas, deben tomar en cuenta esta noble idea. El retorno de los pacifistas europeos, americanos, asiáticos, africanos y demás, establecería en torno de las comunidades rebeldes un círculo protector que nulificaría, ante todo, a los paramilitares. No por nada éstos proliferaron sobre todo en la zona norte y en los Altos, donde la solidaridad internacional y el encanto del subcomandante Marcos no alcanzaron para atraer a esas dos regiones a las oleadas de soñadores internacionales que, en cambio, se asentaron en las cañadas de la selva. Si una decidida acción gubernamental, acordada por Fox y Salazar Mendiguchía, desarmara a los hombres de Paz y Justicia en los alrededores de Tila y Sabanilla, y al mismo tiempo hiciera lo propio con los matones a sueldo de Máscara Roja y Los Degolladores en Chenalhó, y al mismo tiempo redujera a los gatilleros priístas del MIRA en el área que va desde Palenque hasta Taniperla, el riesgo de una agresión contra los solidarios del Primer Mundo sería eliminado, y proliferarían como nunca las iniciativas de la sociedad civil y los programas de apoyo alternativo a los más pobres de los pobres.
No es porque sea del tonto del pueblo pero la idea es redonda. Para los gobiernos europeos, cuyas economías carecen de recursos para incorporar al mercado laboral a los adultos más jóvenes, Chiapas sería un destino idóneo. La inmensa capacidad creativa que en estos años aciagos han mostrado los aretudos -como los llama Luis Hernández Navarro- sería puesta al servicio de un empeño común: erradicar la guerra en el sureste, abrir válvulas de escape a los más desarrollados y enriquecer con mano de obra voluntaria y dinero no sujeto a esquemas de endeudamiento el proceso de hacer de Chiapas aquello que sus habitantes indígenas siempre han soñado. Pero basta de dar consejos gratis y regresemos al México del asfalto...
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Paola Durante: la tarjeta. El mejor noticiero nocturno de la televisión, o sea el de Joaquín López Dóriga, presentó la noche del miércoles una entrevista con un hombre llamado Jorge Gil. Este acompañaba a Paco Stanley dentro de la camioneta donde el animador de programas frívolos fue asesinado la mañana del 7 de junio de 1999. Gil acaba de escribir un libro testimonial donde relata cómo fue herido en aquel episodio. Y en su charla con López Dóriga contó que al día siguiente de los hechos fue visitado en el hospital por la joven Paola Durante, la guapa ex edecán del narcocómico.
En su edición del jueves, La Jornada informó que, de acuerdo con la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, el día del crimen, Durante recibió 14 llamadas telefónicas desde Cancún, hechas desde el domicilio de Teresa Rodríguez Vázquez, esposa de Gilberto Garza García, mejor conocido como El Güero Gil, preso actualmente en el DF por delitos de narcotráfico. Según el testimonio de Jorge Gil -que por obvias razones no guarda parentesco con el reo-, la joven llegó al hospital 24 horas más tarde, pese a que no era amiga del herido, y le preguntó con alguna insistencia: "ƑTú viste algo o a alguien?". Pero, además, le dejó una tarjeta para que se comunicara con una persona.
En El Imperio de los Sentidos, donde los amigos del tonto del pueblo seguíamos el noticiero, el tema de la tarjeta nos orilló, literalmente, a sentarnos en el borde de las sillas. López Dóriga, sin embargo, se clavó en el número de veces que la rubia -digna de una novela de Dashiel Hammet- había repetido la, ahora, famosa pregunta. "ƑY la tarjeta?", gritó Emma Thomas, dominada por la emoción. "ƑY la tarjeta?", aulló don Rito Ornelo, ex presidente municipal de Tecamacharco, jalándose los cabellos, fuera de sí...
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Elecciones bajo el agua. ƑUsted piensa que Amalia García está empacando para dejar la presidencia del PRD en marzo? Negativo. La zacatecana se ha envalentonado con el triunfo de Salazar Mendiguchía en Chiapas -que cuenta como el supremo logro de su gestión- y ahora está echando toda la carne al asador para que Raúl Ojeda Zubieta, candidato de su partido en Tabasco, derrote al peón de Roberto Madrazo en las elecciones del 15 de octubre. Para ello, el comité ejecutivo nacional del sol azteca se ha trasladado a Villahermosa, donde sesiona día y noche en forma plenaria. Por desgracia para todos, los chaparrones provocados por Keith han vuelto a inundar la ciudad de las mentiras -porque no es villa ni mucho menos hermosa-, y en este clima todo parece estar listo para que los comicios que se celebrarán de este domingo en ocho, previo acuerdo entre Fox y Madrazo, sean arreglados, literalmente, debajo del agua.
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Extravíos imperiales. ƑQué dijo Madeleine Albright al saber que Milosevic al fin se ha rendido ante la indignación del pueblo serbio? "Este es el fin del último régimen comunista de Europa..." What???, habrán exclamado quienes afirman que George Bush no sabe nada de geografía política. Si la tiranía de Milosevic era "comunista", Boris Yeltsin, que la apoyaba, era, a su vez, orfebre de Taxco, Guerrero... Por fortuna, al igual que Zedillo, la señora Albright volverá al anonimato dentro de unas cuantas semanas.