Ť Rosario Robles le entregó la presea de la Ciudad de México
Después de 13 días Segura recibió una medalla
Ť Bernardo y Noé Hernández rechazan las afirmaciones de Vázquez Raña y del Tibio Muñoz
Carlos Hernández Ť Tuvieron que pasar 13 días para que Bernardo Segura recibiera una medalla. Pero no fue en Sydney, ni de oro. No fue en el estadio de Australia ni lo aplaudieron los miles de asistentes a los Juegos Olímpicos.
Fue en pleno Zócalo capitalino y fue una presea con el escudo de la ciudad de México. La jefa de Gobierno, Rosario Robles le colocó la distinción al cuello y surgieron aplausos y porras de cientos de aficionados que respondieron al llamado. Desafiaron el inclemente calor y le rindieron un popular y sincero reconocimiento "al marchista robado, al campeón sin corona, al héroe nacional despojado del oro" en los 20 kilómetros de caminata, como reza el corrido que ayer le cantaron.
Como punto final de lo que fue una auténtica ceremonia de premiación, los asistentes entonaron el Himno Nacional, tal como si hubieran estado en Sydney.
Rosario Robles fue directa: "No importa lo que hoy nos quieran hacer creer: Bernardo Segura fue despojado y con él los mexicanos fuimos despojados y ofendidos. Ahora nos sentimos indignados y desprotegidos, porque las autoridades no levantaron con fuerza su voz no sólo para defender a un joven que legítimamente había ganado, sino para defender los colores de nuestra patria, el orgullo de ser mexicanos.
"No se defiende el petróleo, no se defiende la soberanía y no se defienden los triunfos de México en el deporte. Estamos seguros que Bernardo ganó y ese triunfo no nos lo van a poder quitar", sostuvo.
Ante las muestras de apoyo, el marchista dijo sentirse comprometido a recuperar en Atenas 2004 "la medalla física" que le quitaron. "Pero la que llevo en el corazón no me la va a quitar nadie", expresó.
Después, el atleta acusó a Mario Vázquez Raña y a Felipe Muñoz de ser utilizados "por alguien de muy alto" para criticarlo y hacerlo quedar mal ante la opinión pública.
"En Sydney, indicó, me brindaron todo su apoyo y hasta Vázquez Raña me ofreció a dos de sus abogados. Nada más llegó a México, cuando yo había aceptado dirigir el deporte en la capital y todo cambio. No hay duda que esto pasó del deporte a la política".
Añadió que les pedirá a ellos le ofrezcan una disculpa pública, "o por lo menos personal", por el daño moral que le han causado, "porque me tratan de presentar como un villano".
?Dijo el Tibio que le dijiste a Noé Hernández que estabas descalificado.
?Esos ya son chismes. Lo que diga el Tibio, que lo diga de su propia voz. Yo no le dije nada de eso a nadie. Noé me conoce bien y no hubiéramos festejado juntos ni hubiera dicho que su medalla era de bronce y que la compartía conmigo.
"Creo que ahora quieren presionar a Noé para que declare en contra mía, pero confió en él para que no se deje presionar", respondió Bernardo y después fue escoltado por unos 200 aficionados que desafiaron al tránsito vehícular y lo persiguieron por calles y banquetas en busca de la foto, el autógrafo o el saludo.
Noé Hernández declaró a La Jornada que Segura nunca le dijo que lo habían expulsado de la competencia. "Si alguien afirma que yo dije eso, lo niego rotundamente", expresó y desmintió así lo afirmado por Vázquez Raña y Felipe Muñoz.