JUEVES 5 DE OCTUBRE DE 2000

Ť El material, número uno en las listas de 23 países, incluido México


Madonna ataca de nuevo; difunde Music

Ť La intérprete afirma que en esta ocasión logró el equilibrio entre las letras y el sonido

Juan José Olivares Ť Music es el nombre del más reciente disco de Madonna, que por su ''gran producción y sentido bailable'' ha permanecido en el primer lugar de las listas de 23 países, incluido México. A la fecha ha venido más de 5 millones de copias. Otra vez Madonna...

La Reina del Pop comenta sobre esta producción: ''Hay una parte de mí que a veces se siente como un animal listo para saltar de su jaula. Extraño dar funciones, bailar y andar de gira. Así que parte de este disco tiene que ver con esa energía. Luego hay otra parte que tiene que ver con el amor: el tema más sencillo y más complejo que existe. Antes sólo había hecho discos que trataran uno u otro de estos aspectos; esta vez incluí los dos''.

Mucho se ha hablado de las muchas facetas y atributos que ha manifestado la artista en su trayectoria: pionera del video, empresaria, iniciadora de modas, modelo de muchos y madre devota; sin embargo, su esencia siempre se ha capturado en la música que realiza. En este, su álbum 14, Madonna logra externar sus sentimientos más profundos, a la vez que los más banales.

''No me gusta reprimirme. El sonido de mi último disco (Ray of light) era muy denso y tenía muchas capas, y el sentimiento era más introspectivo. Esta ocasión, tanto a nivel lírico como sonoro, quiero abrir las cosas un poco. Afortunadamente tuve colaboradores que entendieron perfectamente lo que estaba buscando'', dice la controvertida cantante.

Este material surge con la complicidad del productor francés Mirwais Ahmadzai, así como con la mágica mano del músico electrónico William Orbit, quien por cierto también metió su cuchara en el anterior disco. ''El mayor reto de trabajar con Madonna fue llegar a sus parte ocultas; es una vocalista natural con la que llegamos a algo profundo mediante una manipulación electrónica y grabándola sin ningún efecto, sólo su voz'', dijo el propio Mirwais.

Sin duda, la voz de la intérprete se vio enriquecida, codificada y alterada por los efectos electrónicos, para acomodarse a los ambientes juguetones y pensativos que caracterizan las pistas individuales del disco. No obstante, resultan muy interesantes las rolas en las que la sencillez de su voz se muestra intacta, revelando una genuina naturalidad. El juego de estos dos extremos quizá es el punto encantador de esta producción, de buena manufactura, como nos tiene acostumbrados.

''No fue fácil discutir los tratamientos electrónicos. Usamos codificadores de voz y máquinas de afinado automático, y toda clase de loops y efectos, y tuve que alterar mi voz de acuerdo con esto. De hecho hay una parte en la que tuve que cantar ligeramente desafinada para que mi voz sonara como yo quería al ser procesada por el afinador automático''.

Grabado en ocho meses, Music expresa la dimensión de su talento lírico. ''Algunas canciones reflejan mi lado melancólico y pensativo, mientras que otras se hunden de lleno en el desenfreno más absoluto. No me puse límite alguno más allá de asegurarme que hubiera mucha música dirigida a las discos y que fuera bailable, porque eso es algo que yo misma disfruto. De allí en fuera, era básicamente un lienzo en blanco".

Madonna otra vez... es música pura.