JUEVES 5 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Grave degradación en 25% de ellas: Semarnap
Requieren reordenamiento las 320 cuencas hidrográficas
Ť Serían factores en inundaciones de Tabasco y Veracruz
Carolina Gómez Mena Ť La totalidad de las cuencas hidrográficas presentes en el país, es decir, 320, requieren de un ordenamiento, y 25 por ciento de ellas presentan importantes grados de degradación, informó Rafael Obregón Viloria, director general de Conservación y Restauración de Suelos de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
En entrevista, el funcionario explicó que las cuencas hidrográficas, al ser ecosistemas conformados por depresiones de la topografía en las que el agua pluvial o fluvial corre hacia la base, son altamente susceptibles al deterioro, situación que se torna más crítica si se carece de estrategias ecológicas adecuadas de conservación.
Pese a asegurar que durante la última década el gobierno ha puesto especial interés en la protección ambiental de estas áreas, reconoció que muchos de los desastres naturales, tales como inundaciones en Veracruz y Tabasco, tendrían su origen en la "grave" degradación de las cuencas hidrográficas de esas localidades, así como en la falta de conciencia ecológica de los habitantes de las regiones afectadas.
En el marco del foro Las Cuencas Hidrográficas como Base del Desarrollo Sustentable en México, organizado por la Semarnap, la Comisión Nacional del Agua y el Colegio de Ingenieros Civiles de México, entre otros, Obregón Viloria identificó al cambio del uso de suelo, y a las inapropiadas prácticas agropecuarias que degradan las tierras, como otros de los principales factores que contribuyen al desgaste de las cuencas.
Consideró que se requiere desarrollar una relación "virtuosa" entre el desarrollo urbano industrial y las actividades agropecuarias orientadas a la productividad y al desarrollo económico de las comunidades asentadas en las inmediaciones y en las propias depresiones.
No obstante, admitió que este contacto armónico entre campesinos y ecosistema hidrográfico sólo podrá lograrse en la medida en que estas comunidades, "muchas veces de indígenas", superen sus dificultades económicas.
Apuntó que las consecuencias de la erosión pueden oscilar entre el daño reversible hasta la deforestación, desertificación y propensión a las inundaciones.
Tras aseverar que de no darse un pronto reordenamiento de las cuencas "seguiremos siendo vulnerables a los desastres naturales", Obregón destacó que la situación de la cuenca del Valle de México no está exenta de los problemas, pues además de existir sobrexplotación de los mantos acuíferos, el líquido está contaminado.
Mencionó que la importancia de preservar el ambiente de la cuenca del Valle de México radica en que la mitad de su superficie es rural, y que de sus pozos y manantiales proviene más de 40 por ciento del agua que se consume en el Distrito Federal, mientras lo restante se trae de la cuenca del Cutzamala y del Lerma.
Por su parte Rubén Barocio Ramírez, de la Federación Mexicana de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (Femisca), dijo que las estrategias discutidas en el foro se entregarán al próximo gobierno para contribuir al establecimiento de programas de desarrollo sustentable más efectivos.