JUEVES 5 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Golpean a testigos
Dos casos más de tortura en Zacatecas
Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal, Zacatecas, Zac., 4 de octubre Ť Agentes municipales de Villa de Cos hirieron de bala a dos jóvenes y posteriormente golpearon a dos testigos para hacerlos firmar una declaración en la que los exculpan del primer hecho.
Habitantes de ese municipio relataron que en Chupaderos siete agentes a bordo de una patrulla de la policía preventiva y presuntamente ebrios o drogados dispararon contra los jóvenes Antonio Ambriz García, Eleodoro González Sifuentes, Aldo Castañeda Ambriz y los hermanos Oswaldo y Víctor Manuel Badillo Ruiz cuando abordaban su vehículo tras asistir a una fiesta.
Los muchachos huyeron a la comunidad de Chaparrosa. Los policías los persigueron sólo un par de kilómetros para luego dejarlos ir.
Al llegar a su destino, los menores descubrieron que Oswaldo y Víctor Manuel Badillo Ruiz habían sido alcanzados con un rozón en la nuca y el segundo con un impacto en la frente que lo dejó inconsciente.
Sus familiares los trasladaron a la capital del estado para su atención y cuando esto ocurría los preventivos se presentaron en el lugar y detuvieron a dos de los tres menores.
En los separos, aseguran los testigos, los jóvenes fueron golpeados para que firmaran una declaración donde atestiguaran desconocer quiénes los habían baleado. Así lo hicieron y fueron liberados la mañana del domingo.
Oswaldo fue dado de alta el domingo pero su hermano Víctor permanece en terapia intensiva, inconsciente, con el balazo en la frente. Su padre, Jesús Badillo Esparza, indicó que este miércoles interpuso ante las Comisión Estatal de Derechos Humanos un queja por los hechos y en el transcurso de esta tarde haría lo propio ante el Ministerio Público común.
Funcionario municipal recibe golpiza
Por otra parte, Pánfilo Rodríguez González, secretario particular del alcalde Pedro Goytia Robles, relató cómo la noche del 22 de septiembre fue detenido sin motivo cuando circulaba por el boulevard José López Portillo por patrulleros de la dirección general de Seguridad Pública y Vialidad.
Sin explicación alguna fue bajado de su camioneta y esposado. "Fui subido a la parte trasera de la camioneta de Tránsito y me empezaron a patear y golpear a cachazos por tres patrulleros.
"Uno de ellos, le decían Aguinaga, empezó a decir šHay que matarlo, hay que matarloš, hasta que otro de nombre Meño empezó a decir "Ya estuvo, hay que matarlo" y me trasladaron a los separos de la policía preventiva acusado de manejar en estado de ebriedad.
El reconocimiento legal arrojó que Rodríguez González tenía tres grados de intoxicación etílica -menos de lo permitido para conducir-, presentaba fractura en el hombro izquierdo, luxación en el cuello y golpes contusos en espalda, piernas y brazos.
"Decidí hablar porque han pasado 12 días de los hechos y el director de Seguridad Pública y Vialidad no ha hecho nada y los policías que me golpearon, Aguiñaga, Meño y Martín, siguen en las calles ".