Ť Tato cumplió un sueño largamente acariciado en Sydney
Si acude a Atenas, Fernando Platas iría sólo por la medalla de oro
Ť Los maratonistas dijeron no conocer con anticipación la parte difícil del recorrido
Jorge Sepúlveda Marín Ť Fernando Platas muestra orgulloso la medalla plateada que ganó en los Juegos Olímpicos de Sydney, en trampolín de tres metros. Sonríe ampliamente y pide a los fotógrafos que lo dejen, al menos, saludar a sus familiares que lo esperaban en una sala del Aeropuerto Internacional de esta ciudad.
Es todo sonrisas Tato, como le dicen de cariño en su casa. Todos los camarógrafos le gritan "Fernando por acá", "ahora voltea aquí". A todos los complace por segundos. Por fin se sienta y dice "es muy bonito regresar a México con buenas noticias", además de anunciar que seguirá en los clavados uno o dos años más".
? ¿Ya no vas a ir a Atenas 2004?
? No sé, eso lo debo pensar muy bien y consultarlo, porque en caso de decidir que debo seguir, sólo lo haré con la idea de que tengo que estar allá mucho mejor de lo que fui a Sydney. Y eso, sólo significa ganar, ir por algo mejor que ahora. Por eso creo que es importante llegar al retiro en la mejor situación posible.
Insiste en que con la medalla de plata cumplió un sueño largamente acariciado, pero no escondió el gusto que le dio ganarle el segundo sitio a su amigo, el ruso Dmitri Saoutin, campeón del mundo y medallista olímpico, quien fue tercero, "porque quedar mejor ubicado que un clavadista que ha inscrito su nombre en la historia, a quién no va a hacer muy feliz. A mí sí".
Luego de explicar que la medalla es suya, pero que un pedazo le corresponde a su entrenador Jorge Rueda y a todo el equipo que lo ayudó, expone que también siente una gran satisfacción por saberse parte de esa selección mexicana de clavados, que "ahora es considerada como una potencia", por lo que se deben preparar mucho mejor para futuras citas internacionales.
Recuerda que a su ex entrenador, Salvador Sobrino, quien ahora entrena al conjunto de la especialidad de Australia, le dio mucho gusto que su ex pupilo hubiera conquistado una presea, ya que finalmente es mexicano y, como todos, sabe que es un excelente logro para su nación.
Sobre la posible petición de la Cámara de Senadores para que renuncie Mario Vázquez Raña al Comité Olímpico Mexicano, estimó que no sabría si se debe o no hacer, porque sería inmiscuirse en el deporte asociado, porque además este no es momento de buscar culpables, sino de mejorar el apoyo al deporte.
En el mismo vuelo llegó Marijosé Alcalá, quien dice que tiene muchas razones para sentirse orgullosa de su labor en JO.
Azul Almazán apunta que para la siguiente cita olímpica llegará mejor preparada y Eduardo Rueda acepta que no está lesionado, pero que prefirió ya no competir para evitar mayores molestias.
También arribaron los maratonistas Benjamín Paredes y Andrés Espinosa, quienes explican que pese a haber estado en Sydney desconocían el recorrido completo y no supieron trabajar la parte más difícil, por eso se quedaron rezagados.