MIERCOLES 4 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Por presunta estafa a 437 ahorradores
Hidalgo: declaran formalmente preso a sacerdote defraudador
Carlos Camacho, corresponsal, Pachuca, Hgo., 3 de octubre Ť El sacerdote Gregorio Bautista Hernández fue declarado hoy formalmente preso y sin posibilidad de salir libre bajo fianza por el delito de fraude en perjuicio de 437 de los mil 522 socios de la Caja Popular Regrese, que nunca registró ante las autoridades hacendarias.
El juez segundo de lo penal Ciro Juárez González dictó a las 15:15 horas el auto de formal prisión en contra del cura en relación a los expedientes 127/2000 y 128/2000; en el primero en agravio de 408 y en el segundo de 29 personas.
Aclaró que con respecto al expediente 129/2000 está pendiente de ejecutarse la respectiva orden de aprehensión, pues en este caso el Ministerio Público apeló y pidió la negación del beneficio de libertad bajo caución, petición aceptada por el juzgado.
En términos legales, el cura de la comunidad de Tecorral, municipio de Huejutla, de donde es originario, podría purgar una condena de entre cuatro años y medio y diez años y medio.
Podría obtener libertad con relación a los dos primeros expedientes, siempre y cuando cubra 4 millones 700 mil pesos para la reparación del daño y un millón de pesos de fianza, todo esto en efectivo.
El juez comentó que en el caso de la fianza pudo haberse reducido hasta 5 mil pesos siempre y cuando el jerarca católico demostrara insolvencia económica, pero obligadamente tendría que exhibir los 4.7 millones de pesos para la reparación del daño a los socios de la Caja Popular Regrese.
Comentó que desde su creación la caja popular operaba ilegalmente, pues nunca se registró ante las autoridades, por lo que quedó establecido el delito de fraude, del cual el mismo clérigo quedó confeso el 28 de marzo de 1998 cuando fue acusado penalmente por el mismo asunto.
Este mediodía, varios grupos de defraudados acudieron a la subsecretaría de Gobierno para intentar reunirse con el sacerdote que desde el sábado se encuentra recluido en el penal de esta ciudad.
Más tarde se convino un encuentro entre los defraudados y El Padre Goyo, como se le llama cariñosamente en la región huasteca, pero se negó el acceso a los medios de comunicación.