MIERCOLES 4 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Uno de ellos fue realizado por el comandante Alfonso Alviso, aseguran


Ex policías de Zacatecas testifican haber presenciado actos de tortura

Ť Relatan ex agentes de la Policía Ministerial tres sucesos ejecutados en instalaciones de la corporación

Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal, Zacatecas, Zac., 3 de octubre Ť Dos ex agentes de la Policía Ministerial que recientemente fueron despedidos de la misma por no cooperar cada uno con mil 200 pesos para el regalo de cumpleaños de su jefe aseguraron haber sido testigos de al menos tres casos de tortura y el robo de maquinaria agrícola y ganado perpetrados en la corporación por instrucción de sus superiores.

Los ex policías Francisco Padilla Caldera y Rubén Cuauhtémoc Gómez de la Rosa confirmaron de esta forma las quejas que sobre tales ilícitos ha recibido la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Durante el último año el ombudsman zacatecano Eladio Navarro Bañuelos giró cinco recomendaciones a la Procuraduría General de Justicia de Zacatecas para que se abrieran las averiguaciones penales de oficio conducentes por los delitos de tortura, retención ilegal y retardo en la impartición de justicia, donde el responsable directo sería el director de la corporación Miguel Angel Hernández Muñoz.

Los testimonios

Los ex policías aseguraron que la tortura se ha convertido en una práctica común al interior de la Policía Ministerial (PM) del estado, "ejercida por órdenes directas" del sub director operativo de la corporación Juan Pablo Ortiz Arellano y el comandante Alfonso Alviso Quesada, subordinados de Miguel Angel Hernández.

El ex agente Francisco Padilla Caldera narró que en 1999 elementos de esa corporación robaron del rancho Los Reyes, municipio de Pinos, dos tractores, un número indeterminado de implementos agrícolas y 115 borregas que inicialmente fueron llevados al corralón de la corporación en esta capital. De allí, una parte de los animales y los tractores e implementos fueron trasladados al rancho La Providencia, en el municipio de Guadalupe, propiedad de su jefe policiaco.

El hecho fue denunciado por los propietarios del rancho, quienes además interpusieron queja ante la CEDH, misma que derivó en una recomendación al procurador del estado Aquiles González Navarro para que abriera averiguación por los delitos de robo de maquinaria y abigeato. Además, se ordenó iniciar una averiguación por el delito de tortura contra cuatro personas detenidas en un supuesto operativo donde la Policía Ministerial presuntamente recuperó ocho tractores reportados como robados por la empresa New Holand.

En el operativo que se habría prolongado por tres días en ese lugar, afirmó el ex policía, los agentes se dieron tiempo de sustraer ilegalmente todo lo que encontraron en el rancho: "Las cosas las sacaron y las llevaron al Providencia, rancho propiedad del director Miguel Angel Hernández Muñoz, donde hicieron un convivio y se comieron a algunas borregas".

Según Padilla Caldera, el resto del ganado el jefe policiaco lo habría "repartido" entre sus comandantes y jefes distritales, lo que incluso habría ocasionado una disputa interna, ya que muchos agentes se habían inconformado porque sólo a los superiores les tocó parte del botín. Y fue precisamente en el corralón vehicular de la corporación donde se hizo el reparto de ganado.

El ex policía -de acuerdo con su testimonio- presenció uno de los actos de tortura cuando estaba en servicio. "Nada mas escuché. Fue en el corralón de vehículos. Yo me quede entrando, se puede decir contra la puerta. Ellos (los agentes) entraron en una traila (casa móvil rodante) a unos cincuenta metros en el interior del corralón. Allí yo escuche gritos, inclusive me pidieron una bolsa de plástico. Me acompañaban allí en aquel tiempo los agentes Salas, Manuel Aguayo, una persona llamada en clave Satélite 1 y el subdirector (Juan Pablo Ortiz Arellano). A esa distancia yo podía escuchar los quejidos de la persona que estaban torturando, un hombre. Eran como las 7:30 de la tarde. No tengo una fecha exacta, pero fue a finales de marzo de este año".

El ex policía sostuvo tener conocimiento de al menos otro caso de tortura e indicó que antes de ser despedido de la corporación recibió amenazas de muerte para que no revelara lo que sabía. Empero, aseveró que "he decidido llegar hasta el final. A estas alturas ya no me importa mi vida. ƑPor qué? Porque he conocido a las personas que han torturado, a sus padres, y pues duele, duele ver a esas personas así, que no pueden hacer nada, que no tienen ningún asesoramiento y que no son escuchadas por las autoridades".

Por su parte, el ex policía Rubén Cuauhtémoc Gómez de la Rosa aseguró que estando comisionado en el mismo corralón de esa corporación, le tocó "recibir" la maquinaria agrícola y el ganado robados en el rancho Los Reyes, del municipio de Pinos. También aseveró que observó cómo otros policías, al mando del comandante Alviso Quesada, bajaban de un vehículo a un detenido, presunto responsable del delito de robo de tractores, a quien torturaron en el lugar.

"En esa ocasión también logré ver cuando en ese momento de una de las camionetas de la corporación bajaron a una persona vendada con celofán, a la cual la venían golpeando. No sé su nombre, es de las personas que están ahorita detenidas por ese supuesto delito del robo de tractores; de sus rasgos físicos no me acuerdo de nada, porque, como le digo, esta persona venía vendada con celofán, con bolsas, y amarrado completamente. Entonces no se puede ver bien de quien se trata, pero venía golpeado, venía con sangre y todavía cuando lo bajaron ahí lo volvieron a golpear, pero luego lo vuelven a subir y se lo llevaron no sé a dónde".

Según expuso Gómez de la Rosa también fue testigo de otra tortura practicada en un corralón de la corporación que está ubicado en el kilómetro 5.6 de la carretera Panamericana, a las afueras de la ciudad de Zacatecas. Identificó al torturado como Rafael Salas Rodríguez, un delincuente común cuyo delito había consistido en el robo de un horno microondas y una lavadora.

-ƑUsted presenció esa tortura?

-Yo presencié esa tortura

-ƑEn que consistió?

-Consistió en que amarraron con su propio cinto al detenido, con las manos hacia atrás, le taparon los ojos, lo tumbaron al piso, lo amarraron también con vendas los pies, le daban bastante agua a tomar, bastante agua, después le ponían una bolsa de plástico en la cabeza para asfixiarlo, hasta que la persona no podía hacer nada más que patalear y es cuando ya le aflojaban tantito la bolsa para que pudiera volver a respirar, se la volvían a apretar y así. Esa es una tortura que les hacen.

"El cometió ese robo y asumió su responsabilidad, o sea se declaró culpable y todo y entregó los objetos, pero aún así el comandante (Alviso), de gusto, por placer, lo torturó para supuestamente sacarle más robos, porque decía que era un profesional en robos domiciliarios".

Ambos ex agentes de la Policía Ministerial manifestaron a La Jornada vivir actualmente acosados, vigilados por sus ex compañeros, que son objeto de amenazas verbales y actos de intimidación por lo que responsabilizaron directamente al gobernador del estado Ricardo Monreal Avila y al director de la corporación Miguel Angel Hernández Muñoz de cualquier cosa que les suceda a ellos o a sus familias.

Con sus testimonios, Padilla y Gómez respaldaron lo denunciado en el Congreso del estado por la diputada perredista Edith Ortega González el pasado 8 de septiembre en el marco del segundo informe de gobierno de Ricardo Monreal Avila, cuando la legisladora se instaló en huelga de hambre y con pancartas demandó al ejecutivo estatal acatara las recomendaciones de la CEDH sobre la práctica de tortura.