MIERCOLES 4 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Comparece Jarque en la Cámara de Senadores
Zedillo entrega un país flagelado por el hambre, afirma el PRD
Ť Panistas, perredistas y priístas criticaron la política social
Ť El Estado, reponsable de combatir la pobreza: el secretario
Víctor Ballinas y Andrea Becerril Ť Frente a los planteamientos del equipo de transición de Vicente Fox Quesada, de que sea la iniciativa privada la que financie los programas para atender a los marginados, el secretario de Desarrollo Social, Carlos Jarque Uribe, reivindicó la responsabilidad del Estado en el combate a la pobreza.
"Hay que tener muy presente que la justicia social es un principio esencial de nuestro proyecto de nación, que los justos reclamos sociales, en particular de la población marginada, deben encontrar correspondencia con las políticas públicas, y en ese sentido creo que queda muy claro que el gobierno de la República es el principal instrumento para concretar la igualdad de oportunidades y de desarrollo", advirtió Jarque ante el pleno del Senado de la República.
En lo que fue la última comparecencia de Jarque en esa cámara, y entre críticas severas a la estrategia gubernamental, la fracción del PRI, en voz del senador Héctor Astudillo Flores, exigió al secretario una definición acerca de dejar en manos de la iniciativa privada la política social, como lo ha planteado el equipo de transición del presidente electo, Vicente Fox. El priísta Orlando Paredes insistió en el punto y al final su correligionario Ismael Hernández Deras reforzó la preocupación de la bancada del tricolor.
"No permitiremos, en la fracción parlamentaria del PRI, que se vulnere a las instituciones sociales que con mucho esfuerzo y lealtad a nuestros más altos valores, la nación ha construido".
Recalcó que no permitirán "ni un paso atrás" a la educación laica y gratuita, al acceso universal a los servicios de salud, al compromiso del gobierno con el campo mexicano, ni a la vigencia de los programas de combate a la pobreza".
Esa fue una parte de la comparecencia, que se perdió un poco ante las críticas demoledoras de perredistas, panistas y de algunos legisladores del PRI, quienes coincidieron en el fracaso de la política social del sexenio zedillista, ya que deja el mayor número de pobres.
Jarque ni siquiera respondió a muchos cuestionamientos, como el del perredista Marcos Cruz Martínez, quien dijo al funcionario que "la política social del presidente Zedillo fue rechazada por el pueblo de México este 2 de julio".
El senador recién integrado a la bancada del PRD le recordó que no es la oposición la que le ha formulado juicios severos. "La mayor crítica que se ha escuchado en estos días, aunque sea para buscar chamba, es la del subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Santiago Levy".
Antes, en su primera intervención, el senador Cruz le había pedido un comentario sobre las declaraciones de Levy acerca de que la política social en las administraciones priístas ha sido "paternalista, clientelar y electorera".
"ƑCómo explicamos la paradoja de que, según el gobierno, se ejerció el mayor gasto social de la historia, y al mismo tiempo se logró generar la cantidad de pobres más escandalosa y dolorosa para el pueblo de México?"
México, productor de pobres al servicio del capital
El perredista advirtió a Jarque que el gobierno de Zedillo entrega un país "flagelado por el hambre", un país productor de pobres y al servicio del capital, pues mientras los recursos públicos se usaron para subsidiar a los bancos y autopistas, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) excluyó a millones de niños pobres del subsidio, a más de 5 millones de personas les retiró la tortilla subsidiada y los salarios mínimos regresaron a los niveles de 1982.
Los panistas Micaela Aguilar y Salvador Becerra pusieron en duda el impacto real de los programas sociales, como el Fondo Nacional de Empresas Sociales (Fonaes), Crédito a la Palabra y Progresa.
Pero fue el legislador del blanquiazul Felipe de Jesús Vicencio Alvarez quien fijó la postura panista, al advertir al titular de la Sedeso: "parece que el gobierno federal resolvió que el combate a la pobreza se convirtiera en una lucha eterna, sin posibilidad de victoria, pues la política social se identificó más con un pernicioso mecanismo de dependencia que como un instrumento de desarrollo".
Y mientras no haya "una política social de Estado, la pobreza seguirá siendo el gran pasivo de México que apele a nuestra conciencia, porque la pobreza no es algo natural. Cincuenta millones de mexicanos viven en esa condición a consecuencia de un orden inmoral e inhumano, que se justifica como precio del desarrollo".
La constante en la comparecencia del secretrario de Desarrollo Social fue la discrepancia en las cifras oficiales sobre la pobreza, e incluso Jarque Uribe reprochó a la perredista Leticia Burgos su afirmación de que la pobreza, lejos de disminuir en esta administración, se elevó, toda vez que la Comisión Económica para América Latina (Cepal) habla de 14 millones de mexicanos en pobreza extrema, mientras que otro estudio del Banco Mundial (BM) habla de 60 millones de mexicanos que viven con menos de 20 pesos al día y de ellos 28 millones sobreviven con menos de 10 pesos diarios.
Jarque le respondió que no se pueden mezclar los documentos de la Cepal y del Banco Mundial, elaborados con diferentes metodologías y referidos a periodos distintos.
"Es muy claro que eso -el del Banco Mundial- es un diagnóstico que no corresponde a la realidad, pues si se quiere comparar el dato de los 14 millones de mexicanos en pobreza extrema de 1994, hay que seguir con la misma metodología, que es la de la Cepal y en sus estudios se refiere a dos periodos: el de 1994 señala que la pobreza se incrementa por la crisis de fin de sexenio, y el ejercicio de 1996 habla de que la pobreza empieza a disminuir".
Advirtió que si se queda en la idea de que hubo un aumento de 14 a 60 millones de mexicanos en pobreza extrema, y si ese fuera el balance, "sería una muy sorprendente realidad para el país que ha tenido un crecimiento de actividad productiva del triple del incremento poblacional, que ha logrado mantener finanzas políticas sanas, inflación decreciente y presupuestos históricos".
Jarque rechazó que los recursos sociales se hayan reducido -como lo señalaron senadores de todos los partidos- y aseguró que "lejos de disminuir el número de familias beneficiadas con subsidios, sumando los padres de beneficiarios que reciben leche, Progresa y Fidelist, vamos a encontrar un incremento de 42 por ciento en las familias atendidas".
La metodología... Ƒse come?
Además, dijo, las 2.6 millones de familias beneficiadas con el Progresa (Programa de Educación, Salud y Alimentación) reciben 135 pesos diarios.
Jarque refutó que la estrategia zedillista sea sólo de tipo asistencialista y paternalista. Precisó que sólo el 5 por ciento de los recursos del combate a la pobreza van dirigidos a acciones asistenciales. Es decir, "95 centavos de cada peso se destinan a desarrollar el capital humano". Y aún más, insistió, las familias acreedoras a recursos para la superación de la pobreza reciben 100 pesos al día".
El perredista indígena Daniel López Nelio refutó esas cifras. De entrada, le señaló a Jarque Uribe que la política social que estaba defendiendo en tribuna "fue una torpeza y un fracaso para los hombres del campo". Hicieron "una fábrica de pobres".
Con ironía, el senador oaxaqueño le preguntó: "ƑQué, eso del 'problema metodológico' entre las cifras de la Cepal y del Banco Mundial, se come?, porque "allá en las comunidades indígenas y rurales hay hambre".
Las preguntas reflejaron el desacuerdo con las cifras y datos del funcionario: ƑCuál fue el beneficio que recibieron particularmente las comunidades indígenas, ya que si dividimos los 500 pesos que se otorgan a través del Programa de Empleo Temporal (PET) entre 12 meses, tocaría cada mes a los campesinos 14 pesos con 60 centavos?
ƑCree usted que de esta forma el gobierno contribuyó para que los campesinos salgan de la pobreza?, insistió López Nelio, y dijo que se lo preguntaba porque con los 775 pesos al año que reciben del Progresa para hacer producir una hectárea deben comprar la semilla y pagar el barbecho y demás insumos.
La situación de los indígenas fue abordada por legisladores de todas las fuerzas políticas. Jarque reconoció que, sin duda, es un tema "doloroso", pues hay ahí una realidad dramática: en las comunidades indígenas 30 por ciento de los niños tienen severos grados de desnutrición; el analfabetismo es cuatro veces mayor que en las zonas urbanas, y la carencia de servicios básicos es del triple".
Sin embargo, agregó, el presupuesto para las etnias se ha duplicado, aunque se concentra en el 70 por ciento de los pobres del país.
La respuesta no dejó satisfechos a los senadores, y el priísta Orlando Paredes le dijo que si bien es cierto que los recursos para atención a las regiones indígenas crecieron 17 por ciento, "los resultados son magros".
Jarque no tuvo más que aceptar que los 14 millones de mexicanos en pobreza extrema que reciben apoyos gubernamentales continúan en esa condición. Aunque, sostuvo, su situación ha mejorado con los 400 pesos de ayuda mensual vía todos los programas sociales.