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Ť Lourdes Galaz Ť
Reformas pactadas
Ť En la OCDE, Fox sólo revisó las propuestas que el club sugirió en julio... Cambios fiscal, financiero, laboral y mayor apertura a la IP en energéticos, con resultados hasta en 3 años
Si Vicente Fox va por Europa informando sobre sus deseos de cambiar al país que comenzará a gobernar el 1o. de diciembre, su amigo y asesor principal, Luis Ernesto Derbez, le llama la atención sobre el mayor riesgo del gobierno foxista: manejar muy cuidadosamente las altas expectativas que ha despertado el discurso del futuro presidente. Y es que será hasta en tres años o un poco más (en las próximas elecciones para el Congreso de la Unión), cuando se comience a sentir un cambio real en el país. Y es que ni la seguridad pública, ni el combate a la corrupción, ni la mejoría en los niveles de vida serán sensibles en los próximos meses, con todo y que sea el deseo del presidente electo. Y es que el mayor interés de los hombres del nuevo gobierno está en el programa económico. Si no hay recursos, no habrá nada qué hacer, se dice en las juntas del equipo cada semana. De ahí que la meta principal de los foxistas sea la reforma fiscal, con todo y que el coordinador de los diputados panistas, Felipe Calderón Hinojosa, advierta que ese asunto no está -por lo pronto- en la agenda legislativa, como tampoco la segunda prioridad de los foxistas en el corto plazo, que sería la aprobación de reformas que permitan la inversión de la iniciativa privada en los sectores eléctrico y petroquímico.
Y que nadie piense que Vicente Fox fue a Europa a hacer compromisos con el llamado Club de los Ricos. Apenas se había anunciado el triunfo del candidato presidencial, cuando aquí mismo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) urgió al futuro gobierno a instrumentar de inmediato una reforma fiscal para aumentar los ingresos y disminuir la dependencia del petróleo. Precisamente el 18 de julio, se conoció un reporte de 200 páginas, sólo para cubrir los aspectos económicos del estudio del organismo. Otros volúmenes similares se dedican al análisis de problemas sociales, por ejemplo, el de la corrupción. Y como se informa, una de las conclusiones más importantes del reporte económico es que México debe llevar a cabo una reforma fiscal a la brevedad posible. Y es que según los expertos de la OCDE, este tipo de reformas "son más aceptables socialmente cuando se hacen al principio de un nuevo gobierno, y muy problemáticas conforme avanza la administración". Más aún, la doctora Benedicte Larre, directora del reporte México, precisa que "los dos años que quiere el equipo de Fox para completar la remodelación de las cuentas de ingresos son demasiado". Y recomienda: "el nuevo gobierno debe descartar todos los régimenes fiscales del pasado y limitar las exenciones a unos cuantos productos básicos que beneficien más a los pobres".
En su encuentro con la OCDE, Vicente Fox y su equipo también habrían de comentar las reformas que preparan en el sector financiero, recomendadas para fomentar el ahorro doméstico por la propia organización y otros entes internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. De entrada, se adelanta que el grupo que coordina Luis Ernesto Derbez sugiere la creación de una "supercomisión" de supervisión autónoma y autofinanciable que aglutinará a varios organismos del sector. Propone además una banca de desarrollo y fomento que incluirá un Eximbank, los fondos del Banxico (Fovi, FIRA y FIDE), así como la readecuación de las operaciones de Nafin. Adicionalmente se estudian cambios al mercado de valores para crear un segmento de micro inversionistas y micro accionistas que hoy no tienen acceso a la bolsa. También un nuevo marco regulatorio para todos los organismos auxiliares de crédito con el fin de homologar sus esquemas de supervisión. Y por último, se formará una banca social integrando el Programa Santa Fe que opera en Guanajuato, Cinco de Mayo en Puebla y Compartamos en Oaxaca. La Cámara de Diputados aprobaría el fondo inicial para la banca social, que en un año tendría operando un millón 200 mil unidades económicas.
El estudio de la OCDE comenzó en julio de 1999 con el consentimiento del gobierno de Zedillo. México ingresó a la organización en 1995, en plena crisis zedillista. La promoción para el ingreso al Club de los Ricos (29 naciones con el mayor producto interno bruto del mundo) se realizó desde el gobierno de Salinas de Gortari (por cierto, desde ayer anda por acá), cuando las relaciones internacionales las llevaba magistralmente Pedro Aspe, hoy flamante asesor del equipo foxista y, muy probablemente, ariete de las relaciones de Vicente Fox por todo el mundo financiero qu e hasta podría despachar en la cancillería. Si la OCDE tiene éxito en "vender" su plan a los foxistas -como parece- quiere decir que los subsidios agrícolas y sobre el uso del agua y la electricidad desaparecerán muy pronto en el campo y en el medio urbano. En su lugar se crearán más programas como los que se pusieron a prueba en este sexenio (Procampo y Progresa, cuya efectividad acaba de ser reconocida por el propio Zedillo). Este tipo de programas para enfrentar problemas sociales serios tendrían que ser rediseñados antes de ponerlos en operación en las ciudades, donde las posibilidades de una administración corrupta siempre son mayores, estiman los expertos de la OCDE.
Las conclusiones del reporte México de la OCDE se analizaron aquí la tercera semana de julio pasado, ante la presencia de la doctora Larre, coordinadora del estudio, y de la directora de la oficina de la organización para México y América Latina. En el análisis participaron el subsecretario de Hacienda, Carlos Noriega, y el director del Centro de Estudios sobre Política Pública del ITAM. Y en esa revisión las expertas de la OCDE acusaron la existencia de una alta proporción de pobres en la sociedad mexicana (más de 40 millones de personas viven con menos de un dólar al día); también plantearon la urgencia de "medidas para reducir los costos asociados con la contratación y liquidación de los trabajadores, y la ampliación de la cobertura de los contratos de corta duración". Son propuestas para revisar la Ley Federal del Trabajo, pues la OCDE también impulsa una "nueva cultura laboral" que ya es parte de la vida cotidiana en la mayoría de las naciones de la Unión Europea, mientras en México provoca la resistencia de los sindicatos y los representantes de la llamada izquierda en el Congreso. Con las reformas sugeridas y pactadas a dos meses de asumir el poder, el superasesor Derbez anticipa "una agenda política muy complicada durante el proceso legislativo... pero será una agenda viable". Y más aún, acepta que si el Congreso no aprueba las reformas -como se espera- antes de fin de año, "muy probablemente lo hará en la primavera del 2001".
En 3 tiempos
Ť En Bruselas, Fox podría revisar los olvidos del acuerdo con la UE
Ť Hay "licencia para mentir" y para prédicas pretenciosas
Ť Incertidumbre entre periodistas... negocian directores de medios
Los líderes de la Unión Europea confían que el futuro presidente mexicano confirme la prioridad de la relación con la UE, por encima de su vecindad con Estados Unidos. Y mañana jueves, Vicente Fox estará en Bruselas. Habrá entrevistas con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y con el jefe de la diplomacia de la UE, el español Javier Solana... Hablarán, claro, del acuerdo de asociación que en su capítulo comercial entró en vigor el 1o. de julio, y del de diálogo político y de cooperación que cobró vigencia el 1o. de octubre. Para los expertos, el acuerdo México-UE se olvida de consideraciones sobre el desarrollo humano, y también que Europa y México son sociedades económicas profundamente desiguales y están ausentes medidas para proteger a sectores sociales y a las pequeñas empresas que sufrirán las consecuencias negativas de la liberación comercial... Así las cosas, el futuro presidente tiene la palabra.
Si aceptamos con el abogado Jesús Silva-Herzog Márquez que "hay en México una auténtica licencia para mentir, otorgada a la casta de los periodistas", tendremos que consentir que también hay licencias para prédicas pretenciosas que se adjudican académicos, venidos a más como analistas en los medios mexicanos. Los profesionales adoptamos Cartas de Deberes del Periodista redactadas y vigentes desde hace décadas, como la que establece: "Un periodista digno de ese nombre toma la responsabilidad de todos sus escritos; considera a la calumnia, la difamación y las acusaciones sin pruebas como las más graves faltas profesionales; no acepta más que misiones compatibles con su dignidad profesional; se prohíbe a sí mismo invocar un título o una calidad imaginaria para obtener una información... guarda el secreto profesional y no abusa jamás de la libertad de prensa con una intención interesada". Bueno sería que los opinadores que usan los medios adoptaran principios semejantes.
Mientras los dueños-directores de El Universal, Tv Azteca, Multivisión y Televisa se citan con sus pares para "negociar conjuntamente" las nuevas relaciones con el próximo gobierno, el empresario Jorge Kahwagi compró la mayoría accionaria de La Crónica de Hoy, y en la casa Excélsior crece la incertidumbre entre los cooperativistas. Y es que ahora ya no es Carlos Slim, ni Azcárraga Jean, ni Vázquez Raña, quien se interesaría por adquirir la "esquina de la información" de Reforma y Bucareli. Cuentan en la casa de enfrente (Bucareli 8) que ya entró a la puja el regio Alfonso Romo (sí, el que compitió en Sydney, el mismo que estaría a punto de ingresar al gabinete foxista, el que quiere vivir en la residencia de Los Pinos).Y al interior de Excélsior crece un movimiento que liderea el reportero Armando Sepúlveda (Premio Nacional de Periodismo), ya suspendido de su trabajo por 180 días... son tiempos de cambio, dicen.