MARTES 3 DE OCTUBRE DE 2000
Ť La artista de Malí ofrecerá un concierto en el Zócalo capitalino el domingo
La tradición, secreto de Oumou Sangare para romper fronteras
Ť Su voz se eleva rebelde contra la injusticia hacia las mujeres de Africa y el mundo
Ť Cuando canto, privilegio a los jóvenes; ellos cambiarán lo que no funciona
Juan José Olivares Ť El mensaje estético, fémino y contestatario de la cantante de Malí, Oumou Sangare, brillará este 5 de octubre en el teatro Metropólitan, un día después en la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato, en la inauguración del Festival Cervantino, y el domingo en el Zócalo capitalino. Su canto es un acontecimiento artístico que exhorta a la unión, reflexión y liberación de las almas-mujeres oprimidas.
Esta exitosa artista, guerrillera del canto, invitará a dos leyendas de la música de Malí a sus presentaciones: los hermanos Kassemady y Lafia Diabate, herederos de la corte de ese país, denominados griots.
Oumou es un ave cantadora de Wassoulou -tierra de tradición del canto-; una diva que puede ver las cosas que escapan a la vista de los humanos y que, con su canto casi espiritual, trasmite una tradición y al mismo tiempo intenta limpiar "los deterioros de una sociedad dominada por los hombres".
"Estaba llena de algo que trataba de salir y ese algo era la tradición: el medio más eficaz. Dentro de mi está esa tradición que va más allá de los formalismos-fanatismos. Eso le da a mi canción un sello que no necesariamente me liga con los artistas de la región. Admiro a los músicos que han llevado la cultura de Africa a otras partes del mundo, aunque yo me siento aparte, porque lo que yo canto viene de una tradición específica, soy una tradicional", dice en un enlace telefónico desde Bámako, capital de Malí la artista, que definitivamente desecha el término World Music, para su arte.
Y como su canto, sus palabras viajan incesantes a través del océano: "Es un gran honor y placer cantar en México, y más que me den la categoría de diva, hace que me sienta muy bien para compartirles mi mensaje. Las palabras en francés -gracias a la traducción del artista plástico senegalés Ery Camara- no son suficientes para decirles lo que siento".
Una música que da voz a quienes no la tienen
-Ciertamente debe haber bases contestatarias para que Oumou se haya percatado de que en su país algo andaba mal con las mujeres. ƑCómo descubre Oumou que se convertiría en un estandarte para las mujeres, en una embajadora de la emancipación femenina que lucharía contra un mal de su país: la poligamia?
-Tuve ese espíritu desde muy temprana edad porque nací en una familia polígama. Mi mamá fue la primera mujer --se compran con el worotan (14 nueces) como se titula su más reciente disco-- de un matrimonio; yo fui la primera hija de mi mamá y viví todo eso en casa. Viendo la injusticia empecé a rebelarme y adquirí conciencia de que no sólo mi madre, sino cualquier mujer podría tener en ese destino. Por eso decidí darle voz a los que no la tienen, una voz por medio de mi música.
Oumou no es un artista griot, es de origen fulá, un grupo mestizo que se mezcló con los mandingo y con los banbará para dar lugar a la comunidad de los woussoulu, y una de sus tradiciones ubica a las mujeres como los cantantes. Estas ven en los hombres los "instrumentos; el hombre es en realidad el instrumento que acompaña a la voz de la mujer. Cuando una wassoulou se casa las otras cantan para advertirle sobre las cosas del matrimonio, para que evite las trampas; a los recién nacidos les cantarán para que sepan la genealogía de sus antepasados y conozcan de donde vienen. Si hay un conflicto social la canción se aprovecha para solucionarlo. El griot por su parte, tiene facetas de r
Agrega: "Las tendencias se han desvirtuado; ahora se ve más a los griot como unos aduladores, un parásitos que están a lado de los ricos". Por eso Sangare ha reivindicado la condición del auténtico griot -sin serlo-, la tradición del pueblo, al mismo tiempo que critica sus desorientaciones.
Y da su concepto de griot: "Es el que puede componer acerca de las posturas o descomposiciones sociales del pueblo y no se limita a las simples alabanzas a los ricos, debe ser un portavoz para los que no tienen voz".
La cantante insiste en la tradición como pilar de su espíritu sonoro y de la armonía de su canto, que se basa en los ritmos del instrumento llamado ngony. Insiste en externar su tradición por un dulce canto privilegiado, que acompaña con los tambores gjembé, dou doumba, las calabazas cubiertas con caracoles, una flauta, y algunos instrumentos eléctricos, que de ninguna manera alejan el mensaje reivindicador de su pueblo.
"Mi secreto para romper todas las fronteras es la tradición, en el sentido de que escarbo para mostrar una riqueza que durante muchos tiempo fue negada por occidentales. La tergiversación es la que me lleva a invitar a mis colegas músicos a decir a los colonizadores que a pesar de que han traído nuevos instrumentos modernos -que yo he integrado a mi música- la cultura africana es original".
Por la elocuencia de su mensaje
El mensaje de la maliense no se limita a un espectáculo exótico: "Lo que preocupa es que se traduzcan a todos los idiomas las letras de mis canciones. Cuando en Malí escuchábamos a Bob Marley no entendíamos el inglés, sin embargo, sí comprendíamos esa universalidad de la música. Por esa razón cuando mejor trabajo mi música, más elocuente es mi mensaje".
Acerca de los obstáculos de externar su mensaje, dice: "Cuando canto, privilegio a la población joven porque es el futuro de Africa; me dirijo a ella para cambiar lo que no funciona en las tradiciones caducas. Es muy común que los hombres viejos que tienen dos o tres mujeres se molesten con lo que canto, pero no me interesa porque sé que los jóvenes saben cuáles son los problemas que se dan en los matrimonios casi programados".
Influida por el arte de cantantes como Salif Keita, dice que entre México y Malí hay similitudes. "Yo haría recomendaciones a los artistas mexicanos para que vean a la música como un vehículo para transmitir mensajes, componer temas sociales, desencadenar cambios de actitudes, y conscientizar y sensibilizar a sus compatriotas para cambiar la imagen de lo que es México en el mundo exterior".
Los músicos que acompañarán a Oumou en sus presentaciones han tocado con ella desde hace aproximadamente 15 años, además de que "vengo con una voz más grande que yo y con todos mis músicos tradicionales" a un festín musical de una cantante joven y rebelde.
La Jornada invita a disfrutar del recital del 5 de octubre en el Metropólitan a los 20 primeros lectores (son 20 pases dobles) que manden una carta de bienvenida a Oumou Sangare. La dirección es [email protected]
A los ganadores se les hará saber por la misma vía.