MARTES 3 DE OCTUBRE DE 2000

Ť La historia más bella..., lectura a tres voces


Atribuir a Dios una concepción única implica dejarlo morir

Ť El libro de Monsacré y Schlegel recoge opiniones de especialistas

Mónica Mateos Ť Hace casi 3 mil 300 años, en el monte Sinaí apareció la idea de un Dios único. El ''inventor" de ese Dios se llamaba Moisés. Eso dice la Biblia y en torno de diversas interrogantes básicas que se desprenden de las Sagradas Escrituras, los escritores Héléne Monsacré y Jean-Louis Schlegel entrevistan a tres especialistas en su libro La historia más bella de Dios, editado por Anagrama.

Jean Bottéro, especialista en asiriología, es decir, en lenguas y civilizaciones de la antigua Mesopotamia; Marc-Alain Ouaknin, rabino y filósofo, y Joseph Moingt, responden a cuestiones como, Ƒpor qué y cómo el Dios único se reveló a Moisés?, Ƒpor qué allí y sólo allí?, Ƒqué significa para los judíos?, Ƒpor qué no pronuncian su nombre?, Ƒquién era Jesús para los primeros cristianos?, Ƒcómo se les ocurrió la idea del politeísmo?

Bottéro, al hablar de Moisés como un creador señala que este hombre ''fue el primero que nos puso en contacto con un dios verdaderamente trascendente, absoluto e incomprensible. Es un Dios del corazón y no un concepto filosófico... No necesito ningún dios que yo comprenda. Es lo que nos enseñó Moisés, aunque sin duda no podía entender esto como nosotros lo entendemos".

Monsacré y Schlegel inquieren así a Ouaknin: ''ƑDios depende entonces de la interpretación que los hombres hacen de El?". Y responde el especialista: ''Sí, Dios sólo existiría como ser infinito si los hombres le tornan Ser viviente a través de la interpretación y no ídolo inmóvil. Hay una expresión muy importante del Talmud que declara: 'Palabras de unos y otros, palabras de Dios vivo.' Dicho de otro modo, si hay palabras de unos y otros, entonces las palabras de Dios son las de un Dios vivo. Por el contrario, si descansamos en la palabra única, si caemos en la trampa que consiste en decir 'creemos que Dios es esto, decimos que Dios es aquello', creamos una ideología de Dios, una teología que enuncia la verdad de lo que hay que pensar y decir de Dios. Desembocamos en la muerte de Dios. Encerrarlo en una concepción única es lo mismo que matarlo o dejarlo morir. La vocación del Talmud -la ley oral judía- es hacer que estalle la palabra única de la revelación bíblica para dar a Dios su status de infinito".

Luego de desentrañar dudas acerca de la Cábala, el nombre Yahvé, la Torah, el teólogo Moingt es interrogado acerca del Dios de los cristianos.

Los autores dicen: ''Jesús, Hijo de Dios... Una idea nacida de la Pasión y la resurrección, dice usted. ƑAsí, de súbito, sin que Jesús la haya insinuado?".

Responde: ''šPor supuesto, de súbito! La resurrección de Jesús, en la cual creyeron los apóstoles y los primeros cristianos, y les transformó la vida, desencadenó todo. Apoyados en ella releyeron la vida y la enseñanza de Jesús. A partir de ahí se divulgaron los evangelios, primero oralmente y después por escrito. Y también hay que leerlos a partir de ahí. Muchos, cristianos o no, ignoran esta norma de lectura: si poseen algo de espíritu crítico, chocan algunos pasajes; si no lo poseen, creen y dicen que Jesús vino a proclamar que era Dios".

En 168 páginas y como afirma la publicación francesa L'Express, el libro La historia más... es ''una estimulante introducción, a tres voces, a una lectura moderna -es decir plural- de la Biblia, la obra más traducida del mundo".