MARTES 3 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Hace más de un mes le solicitó su apoyo para crear talleres, señala


Desoye la CDHDF petición de jefe álamo

Ť Instruir a uniformados sobre la correcta aplicación de la fuerza contra delincuentes, el objetivo

Susana González G. Ť Desde hace más de un mes y debido a las observaciones hechas por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) en torno a la preparación de los policías -- emitidas a raíz de la muerte de uno de ellos en la colonia San Pedro de los Pinos--, la Dirección Ejecutiva de Agrupamientos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) presentó un proyecto a esa institución para que de manera conjunta crearan varios talleres a fin de instruir a los elementos policiacos sobre "los diferentes métodos de control, uso legal y justo, así como correcta aplicación de la fuerza" en contra de la delincuencia. Sin embargo, hasta ahora la CDHDF no ha dado ninguna respuesta al respecto, acusa el responsable de la propuesta, Miguel Angel de la Torre Ruelas, director de Agrupamientos.

Aunque la idea de crear un "manual institucional de uso de fuerza" no es nueva dentro de la SSP, cobró más importancia en agosto cuando un policía auxiliar murió luego de que con seis de sus compañeros se enfrentó a dos delincuentes armados con machetes, en la colonia San Pedro de Los Pinos, lo cual fue ampliamente difundido en televisión.

Frecuentes han sido las quejas de los policías para que se precise la legislación que norma sus actividades porque no se sienten seguros al actuar en contra de delincuentes, sobre todo por las recomendaciones que emite la CDHDF.

En la propuesta elaborada por el también llamado jefe álamo, grupo elite de la SSP, se establece que existe "un vacío de instrumentos jurídicos de actuación" que permitan tanto a los policías preventivos como a cualquier cuerpo de seguridad del país, contar con mecanismos que los ayuden en la toma de decisiones en el uso de la fuerza y prevengan al mismo tiempo cometer excesos al respecto.

Y es que, de acuerdo con la argumentación presentada por De la Torre Ruelas, la utilización de la fuerza por parte de los policías causa con frecuencia un impacto negativo en la sociedad, aunque se aplique a un nivel "más o menos correcto".

No obstante, el funcionario reconoce que también se registran "abusos en la aplicación de la fuerza" o, en contraste, no son pocos los casos de policías lesionados o muertos que evitan recurrir a ella por temor a las consecuencias legales y laborales.

De esta manera, si se aplica más fuerza de la necesaria para controlar a un presunto delincuente, de carácter punitivo con o sin dolo, el policía incurre en delitos tales como abuso de autoridad, lesiones, tortura o incluso homicidio. Pero, si por el contrario el uniformado emplea menos fuerza de la necesaria, comete "un gran error táctico y arriesga tanto su vida e integridad física como la de sus compañeros y cualquier inocente que se encuentre en el lugar".

No existe, puntualiza el jefe álamo, una normatividad específica para que los policías sepan cómo actuar en las circunstancias ejemplificadas por lo que plantea que se adopte "un sistema integral de uso de fuerza basada en una política institucional que ponga énfasis en la legalidad, uniformidad y práxis en la aplicación de la fuerza".

De ahí la necesidad, subraya, de que tanto las instituciones como los cuerpos de seguridad tengan claro que pueden utilizar la fuerza en caso de cumplimientos judiciales, aprehensiones, reaprehensiones, cateos, comparecencias, presentaciones, cumplimiento de órdenes ministeriales, detenciones, en delito flagrante y en legítima defensa. Para cada caso, el funcionario propone una escala de utilización en el uso de la fuerza, así por ejemplo, ante la "resistencia agresiva" por parte de los presuntos delincuentes recomienda aplicar una "técnica dura" consistente en aplicación de golpes y llaves que no causan lesiones, sin recurrir a las armas letales.

En tal sentido, el director ejecutivo de Agrupamientos solicitó a la CDHDF su colaboración para diseñar una política y programa para el uso de la fuerza por parte de los cuerpos policiacos, crear talleres --como otros que ya han instrumentado con la SSP-- e instruir sobre el tema a los efectivos en activo y a los elementos de nuevo ingreso, pero hasta ahora no ha recibido respuesta pese al interés mostrado por la institución encabezada por Luis de la Barreda Solórzano.