MARTES 3 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Helicópteros de combate entran en acción; llega a 50 el número de muertos
Se agravan los enfrentamientos entre israelíes y palestinos
Ť Ignoran llamados a la paz del Papa, la ONU, Clinton...; Likud rechaza "intromisiones impertinentes"
Ap, Afp, Dpa y Reuters, Jerusalén, 2 de octubre Ť Pese a todos los llamados internacionales a la paz, los sangrientos enfrentamientos entre palestinos y e israelíes continuaron este lunes en los territorios ocupados con la misma fuerza en que en los días anteriores, y este lunes se utilizaron helicópteros de combate. El número de muertos superó ya a los 50, la mayoría de ellos palestinos.
Hasta ahora ni los llamados a la razón de Juan Pablo II, ni del secretario general de la Organización de Naciones Unidad, Kofi Annan, ni los esfuerzos del presidente estadunidense, Bill Clinton, que habló por teléfono con el primer ministro de Israel, Ehud Barak, y el dirigente palestino, Yasser Arafat, han dejado entrever un rápido final de la violencia, que hoy se cobró la vida de 19 personas.
Arafat recibió este lunes el respaldo de varios países árabes, luego de que Egipto y Siria llamaron a una cumbre urgente, en tanto que España, Estados Unidos y Francia condenaron la visita que el líder del partido Likud, Ariel Sharon, hizo el jueves a la explanada de las Mezquitas, que desencadenó la violencia.
La condena más dura surgió del presidente de Francia, Jacques Chirac, que denunció la "irresponsabilidad y provocación" de Sharon con su visita al Monte del Templo, y advirtió a Israel que "uno no lucha contra las emociones populares con tanques". De la misma manera se declaró el canciller español, Josep Piqué, quien lamentó que haya políticos irresponsables que recurran a la provocación directa en momentos en que está próximo un acuerdo de paz final.
Igual posición asumió la secretaria estadunidense de Estado, Madeleine Albrihgt, tras anunciar que el miércoles se reunirá en París con el premier israelí y con Arafat.
Clinton exhortó nuevamente a los dirigentes israelíes y palestinos a poner fin a la violencia en Israel y los territorios ocu pados, y retomar control para evitar el fracaso de las negociaciones de paz, al tiempo que expresó su esperanza de que para mañana el clima de confrontación haya disminuido.
El secretario general de la ONU expresó en Ginebra su deseo de que estos acontecimientos no hagan descarrilar el proceso de paz, mientras el Consejo de Seguridad se reunió de urgencia en Nueva York para analizar los últimos acontencimientos palestino-israelíes, a pedido de los observadores palestinos.
En París, el ministro palestino de Cooperación Internacional, Nabil Chaat, solicitó a la Unión Europea participe en una comisión de investigación para deslindar responsabilidades.
Pero el premier israelí, aunque lamentó la cifra de víctimas palestinas, dijo que la violencia al fin y al cabo fue la consecuencia de la actitud de la Autoridad Nacional Palestina -cuyo presidente es Arafat- a la que responsabilizó de la escalada.
Barak hizo un nuevo llamado al líder palestino para poner fin a cinco días de enfrentamientos después de la muerte de nueve israelíes, pero prometió que utilizará todos los medios a su alcance para detener el derramamiento de sangre, e incluso la utilización de tanques.
Faisal Husseini, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dijo que Israel debe retirar sus tropas de las áreas de conflicto como condición para calmar la situación. Igualmente, añadió, debe implementar los puntos destacados de los acuerdos interinos y negociar seriamente durante las conversaciones de paz.
Los ministros del Exterior de los países árabes se reunirán el 21 de octubre en El Cairo para debatir la fecha y el lugar de la cumbre. El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, aseguró en una rueda de prensa conjunta con su par de Siria, Bashar el Assad, que la muerte, el pasado fin de semana ante las cámara de televisión de un niño palestino de 12 años, ha soliviantado los ánimos del mundo árabe.
Mubarak también responsabilizó a Sharon por la nueva ola violencia, al llegar el Monte del Templo rodeado de tropas, cuando no tiene autoridad para ello, y advirtió de serias consecuencias de continuar los enfrentamientos.
En Amman, el rey Abdallah II de Jordania, que se reunió con Arafat, pidió al primer ministro de Israel que despliegue todos sus esfuerzos para poner fin a la tensión en los territorios palestinos. Ambos dirigentes secundaron el llamado hecho por Siria y Egipto para la cumbre árabe en apoyo a los palestinos.
Los árabes israelíes, que el sábado convocaron a una huelga general en protesta por la muerte de decenas de palestinos, reiteraron hoy su llamado para mantener el paro por tercer día consecutivo, al tiempo que continuaban las manifestaciones violentas y los enfrentamientos con la policía israelí.
Pese a un débil acuerdo de alto al fuego logrado el domingo, los combates se sucedieron. Reportes de Ap señalaron que las tropas israelíes salieron este día con tanques y helicópteros artillados para enfrentar a los palestinos.
Los disturbios más graves ocurrieron en la franja de Gaza, donde el ejército israelí luchó durante horas con soldados y miembros de la policía secreta palestina. El general israelí Mashe Yaalon justificó el uso de helicópteros equipados con misiles contra dos edificios en Gaza, al asegurar que éstos eran utilizados por policías palestinos y por miembros de Tanzim, ala dura del Fatah, principal componente de la OLP, para disparar sobre la colonia judía de Metzarím y contra los militares israelíes que la custodian.
En Nablus hubo nuevamente fuertes tiroteos, mientras en Netzarim los palestinos atacaron con piedras esa colonia judía, ante lo cual los soldados israelíes abrieron fuego.
También hubo combates en Galilea, norte de Israel, donde los árabes israelíes realizan su huelga de solidaridad con los palestinos. Los enfrentamientos se extendieron a Jericó, ciudad cisjordana que hasta ahora se había mantenido en calma.
Los combates de este lunes causaron19 muertos, entre ellos seis árabes israelíes, pero el balance desde el inicio de los combates, hace cinco días, es de 56 víctimas mortales, de los cuales 53 son palestinos o árabes-israelíes.
Sharon criticó esta noche a Estados Unidos y a la Unión Europea por responsabilizarlo de los acontecimientos. El Likud, dijo, rechaza la intromisión impertinente de instituciones extranjeras en las cuestiones internas de Israel, declaró el líder político en una carta dirigida a Albright, en la que negó toda responsabilidad.
El diputado israelí del Likud, Yoshua Matza, llamó a la constitución de un gobierno de unión nacional capaz de hacer frente a la ola de violencia. "Hay que permitir que el gobierno se apoye en una base estable y evitar que deba contar con los que traicionan al país", dijo.