LUNES 2 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Paradoja: un ganadero honesto apoya las presiones de la mafia taurina
Una vez más, nada importante sucedió ayer en la Plaza México
Ť Con un paro patronal, Herrerías saluda al nuevo delegado en Benito Juárez
Lumbrera Chico Ť Por segunda ocasión en este verano que es ya otoño, la Monumental Plaza México fue cerrada en domingo, por un paro empresarial de los criadores de "toros" de lidia. La primera interrupción de la temporada más chica 2000 se verificó en agosto, cuando el juez Salvador Ochoa canceló el festejo para sancionar al "promotor" Rafael Herrerías por haber impedido que los veterinarios designados por la delegación Benito Juárez realizaran el examen post mortem a las reses lidiadas el último domingo de julio.
Esta nueva suspensión de labores fue maquinada para "recibir" al nuevo delegado del GDF en Benito Juárez, el panista José Espina, que ayer tomó posesión de su cargo. Para el festejo estaban anunciados los novillos de la ganadería jaliscience de San Marcos, cuyo propietario, Ignacio García Villaseñor, se ha distinguido por su insistencia en que a la México salgan únicamente animales que no sólo cubran las exigencias del reglamento en cuanto a edad y peso, sino que además tengan el trapío suficiente para que el espectáculo sea algo más que un divertimento. Pero vea usted qué paradójica puede ser la vida...
Autosabotaje inexplicable
El domingo pasado fueron lidiados seis novillos de San Lucas, criados con tesón y celo por el ganadero jaliscience Pablo Ignacio García Vivanco, hijo de Ignacio García Villaseñor. Después de la pachanga, los bureles fueron analizados por los veterinarios Benjamín Calva y Santiago Aja -nombrados por el ahora ex delegado Eduardo Morales- y quienes han dado muestras de una honestidad intachable. Estos determinaron que todos tenían las astas intactas, así como la edad de tres años y medio que había sido proclamada en las pizarras. Por lo que habían pasado con éxito y con orgullo la dura prueba de la ley.
En condiciones normales, con el encierro de San Marcos programado para ayer, el ganadero habría refrendado su acendrada creencia en que solamente los toros en puntas y con cuajo garantizan la terrible verdad de la fiesta. Pero no fue así. Por decisión de los criadores de ganado "bravo", y por mandato del presidente del gremio, Fernando Pérez Salazar, uno de los hombres que más ha pugnado por el respeto a la legalidad de la tauromaquia, como lo es García Villaseñor se adhirió al boicot cuyo objetivo explícito es presionar al nuevo delegado en Benito Juárez para que destituya a los veterinarios Aja y Calva y los remplace por aquel o aquellos que estén dispuestos a convalidar los actos fraudulentos a los que Herrerías nos tiene acostumbrados.
Hasta ayer, éste era el cuadro que imperaba en el submundo taurino. Para mañana, o pasado mañana, se espera que José Espina celebre su primer encuentro con Herrerías y los representantes de los ganaderos, los matadores y los subalternos. Entonces veremos si el flamante delegado panista cede al chantaje de la mafia o ratifica las declaraciones que hace dos meses concedió al periodista José Mata, de Novedades, a quien dijo que en todo momento respetaría la línea de conducta formulada por Andrés Manuel López Obrador, basada en el más estricto cumplimiento de la ley dentro de la México, algo hasta ahora jamás visto.
Un domingo como tantos otros
ƑCuánta eficacia tuvo el paro patronal de ayer? Los tendidos permanecieron desiertos como siempre. Herrerías perdió dinero como siempre (Ƒcon qué oscuros propósitos?). Y como siempre, el redondel no fue pisado por ningún muchachito con hambre, afición y talentos para vivir de esto. En otras palabras, el de ayer en la México fue un domingo como tantos otros, toda vez que por lo que hace a la historia del toreo en nuestro país, no sucedió nada importante.
Para el delegado José Espina las cosas no se presentan muy difíciles. Si Herrerías y sus cómplices se obstinan en obligarlo a actuar fuera de la ley, puede cancelar la llamada temporada grande y librarse de este foco de problemas durante los próximos seis meses. Tal vez sea esta medida, "dolorosa pero necesaria", la que finalmente acabaría con la dictadura absurda de la actual empresa y daría paso a una nueva etapa, en que la futura gestión de la plaza bien podría ser consensada por el gobierno de la ciudad y los actores de la fiesta que llevan más de siete años excluidos de la México, por no haberse prestado a los cochupos del sedicente "promotor".