LUNES 2 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Más de 18 mil seguidores asistieron a la presentación de No podemos volar


Fiel a El Tri, la banda celebró cada ocurrencia de su mesías Alex Lora

Ť El grupo aprovechó el recital para hacer una retrospectiva de sus éxitos Ť A 32 años de creado,

inalterable su poder de convocatoria Ť El Cuervo y Caballo Dorado, entre los artistas invitados

el-tri-concierto-2-jpgJorge Caballero Ť El irascible y mesiánico gurú rocanrolero Alex Lora pidió a sus incondicionales fanáticos una mentada de madre para la prensa por criticar su dueto con el cantante vernáculo Alberto Angel El Cuervo, en su concierto/celebración la noche del sábado en el Palacio de los Deportes. También arremetió contra los ''conjuntos mierderos'' y los jueces que despojaron a Bernardo Segura de la presea áurea en Sydney. Además se dio espacio para descargar sus divertidas/repetidas ocurrencias, como: ''Qué bueno que ese pinche Francisco Labastida no fue presidente, porque sino Juan Gabriel hubiera sido su primera dama''.

Con un promedio de 1.03 álbumes por año, El Tri presentó las rolas de su más reciente disco y celebró 32 años de andar en el rocanrol: ''Esta es la presentación de No podemos volar, pero cantar todas las rolas del disco sería una mamadota; eso es para conjuntos mierderos que tiene un pinche disco".

Ante 18 mil querubines macizos, ataviados con playeras estampadas con las portadas de los discos, mezclilla deslavada ajustada, botas altas, cabelleras discretas, bigote de chocomil y armados con mucha hierva, de esa que al quemarla huele a petate, Lora apareció en el escenario para iniciar con No hay pedo.

Lo cubrió una cascada de luz verde, blanca y roja; portaba su característico bajo en forma de mano que simula el órgano sexual masculino y su playera con la efigie de la Guadalupana.

La mirada de la cámara hidráulica descubrió a un fanático con la máscara de Vicente Fox y su playerota de El Tri; dos más intentaron colarse al escenario y se encaramaron en las barras. El público chifló; sonaron Oye y Perro Negro. Llegó Metro Balderas, rolota/himno que todos los trisolñeros y los que no parecían tanto corearon de principio a fin. Lora agradeció: "¡Qué bonito se oye, me cae de madres!"; la cámara hacía un close-up a Lora. Realmente se veía complacido.

Comunión con el público

Los comentarios entre cada rola devinieron comunión con el público. Antes de Ya no existe los héroes, le gritaron: "¡Cuuuleeerooo!, ¡cuuuleeerooo!''. Lora agradeció el gesto. Luego dijo: ''Ya que estamos en confianza por qué no interpretamos una rola de cuando muchos de ustedes estaban en los güevos de sus papás", e iniciaron los acorde de Chavo de onda. Los trisolñeros y trisolñeras comenzaron a mostrar su baile de brinquito en el mosh pit; al término de ésta, Lora simuló una masturbación a su bajo. De la punta del mástil salió un hilo de líquido blanco. Entonó la clásica Niño sin amor; seguida de Difícil, Vicioso, María Sabina y El último trago.

Al ver que el ánimo de la banda decaía, Lora dijo: "Aquí venimos a echar desmadre, sino se hubieran quedado en su casa rascándose el yo-yo, cabrones. No ven que se está filmando la película de El Tri, así que ¡a echar desmadre, cabrones!". Las pantallas del lugar comenzaron a trasmitir imágenes de la serie Los Simpson, y la voz de Homero, que hace Humberto Vélez, se coló por el micro en Oye cantinero; la intervención de éste inauguró el desfile de invitados al toquín: Lalo y Jorge, de Caballo Dorado, sacaron a flote el espíritu grupero de los rocanroleros; Andrés, del argentino Animal; un grupo de danzantes, y Alberto Angel El Cuervo. Ese fue el momento cuando Lora pidió la mentada "para la prensa que dijo que cómo era posible que El Cuervo cantara con El Tri; a esos pendejos que ¡chinguen a su puta madre!".

Chela Lora, a escena

El concierto llegaba a las dos horas y media. Se escuchaba Todo por el rocanrol cuando apareció bailando Chela Lora e hizo los coros de la rola. Continuó con Triste canción de amor, momento apoteósico del concierto. Al tocar Amor de 2 de octubre, Lora afirmó: "El lunes se celebra una fecha muy triste", y luego un video de Tlatelolco sirvió para reforzar la rola.

El concierto estaba en su ocaso, la banda, feliz, golpeaba los anuncios de lámina, saltaba, gritaba, chiflaba y coreaba las últimas canciones: Los latinos, Chilango, Cuando tú no estás y Todo me sale mal. Al final Lora estaba convertido en un verdadero Mesías rocanrolero rodeado con los querubines desmadrosos y macizos del Palacio de los Rebotes que, cosa rara, se escuchó muy bien.