LUNES 2 DE OCTUBRE DE 2000
Ť La situación es preocupante, según un estudio
PRD: supera el billón de pesos la ''deuda escondida'' del gobierno
Ť Son pasivos que serían pagados por los contribuyentes, señala
Ciro Pérez Silva Ť Aunque en apariencia el gobierno saliente tomó precauciones para garantizar una transición sexenal sin sorpresas externas a través del llamado ''blindaje financiero'', deja un ''peligroso enemigo en casa'' en la deuda que los funcionarios llaman ''contingente'', que no se refleja en las finanzas públicas vía costo financiero de la deuda y déficit público.
De acuerdo con un estudio de la coordinación de asesores económicos del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, la ''deuda escondida'' que mantiene el gobierno federal representa pasivos que deberán ser amortizados en un futuro y que suman poco más de un billón de pesos, aunque de ellos actualmente se reportan sólo 450 mil millones de pesos.
Esta situación respecto de la deuda interna fue denunciada también por la subcoordinadora de política económica de la bancada del PAN, Josefina Vázquez Mota, durante la comparecencia del secretario de Hacienda, José Angel Gurría. La legisladora aclaró entonces que la bonanza de la que hablan los funcionarios del actual gobierno no corresponde a la realidad.
Según el asesor perredista Mario di Costanzo, el gobierno federal ha explicado que los criterios de medición de deuda interna reconocida son transparentes y las cifras son correctas, ''lo que es absolutamente cierto''; sin embargo, con excepción del IPAB, ha evitado hablar de ''los misteriosos y abultados pasivos contingentes'' que ha asumido la administración.
Se trata de recursos destinados a distintos objetivos, como el saneamiento de los bancos de fomento, el desarrollo de proyectos cofinanciados con el sector privado y el rescate de las carreteras, que de no ser recuperados tendrán que ser pagados por los contribuyentes.
''Si revisamos los distintos sectores, la situación de la deuda pública total es gravemente preocupante y más aún dada la crisis de ingresos por la que atraviesa el gobierno actualmente'', sostiene el documento.
Banca de desarrollo
Uno de los renglones que no son contabilizados por la Secretaría de Hacienda como deuda pública, pero que ya empiezan a presionar al gasto público, son los recursos destinados al saneamiento de la banca de fomento. ''No se integran a las cuentas formales de las finanzas públicas porque es considerada deuda contingente que eventualmente se recuperará''.
Esta deuda, que hoy asciende a unos 14 millones de pesos, debe ser contabilizada formalmente dentro de la deuda pública porque no existe certeza sobre su recuperación y porque son títulos de deuda que se van capitalizando como en el caso del IPAB. Los beneficiarios han sido Nafin, Bancomext, Banobras, Banrural y Fina.
Fondos y fideicomisos
Una parte importante de este pasivo contingente gubernamental se encuentra en los fideicomisos y fondos de fomento, que en conjunto reúnen una deuda avalada por la Federación por cerca de 170 mil millones de pesos. Es el caso del Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura (FIRA), de Fomento a la Vivienda (Fovi), del Fidec, derivado del rescate carretero y del Fideicomiso Liquidador (Fideliq).
La situación de este último fideicomiso, subraya el texto, es ''representativa'', porque fue instrumento clave mediante el cual el gobierno operó el rescate financiero a la banca de desarrollo, principalmente de Nacional Financiera. Fideliq recibió toda la cartera emproblemada -activos de baja calidad prácticamente irrecuperables- que desbalanceaba los números y cuestionaba la solidez de las instituciones de fomento.
A cambio, al igual que lo hizo el Fobaproa con la banca múltiple, Fideliq entregó a los bancos de fomento títulos que contabilizan dentro de sus activos sanos como cualquier otro pagaré a futuro; sin embargo, la autoridad ha sido hermética en este asunto, y no se conocen los montos exactos de esos pasivos. ''Estimaciones realizadas indican que los compromisos del Fideliq ascienden a cerca de 100 mil millones de pesos''.
Las pérdidas por cartera irrecuperable son cubiertas en su totalidad con recursos públicos y generan un costo permanente al erario, porque no es cartera comercial manipulable y, por tanto, no puede refinancierse, ''en el caso de la banca de desarrollo no hay otro accionista que asuma las pérdidas más que el propio gobierno''.
Pidiregas
Otra serie de compromisos relevantes que podrían generar ''ruido'' en el mediano plazo al gobierno mexicano son los denominados Proyectos de Inversión Financiada Directa (Pidiregas), cuyo costo total estimado en el Presupuesto de Egresos asciende ya a 316 mil 136.3 millones de pesos. En esencia, es inversión que debía ser pública pero que, ante la escasez de recursos del gobierno, el sector privado está financiando. El gobierno se mantiene como el último responsable de los proyectos y será el que pague todo si éstos fracasan, como sucedió con las carreteras.
Adicionalmente tiene que amortizar una parte de los mismos cada año. Dichos proyectos implican compromisos de inversión en lapsos que van hasta los 15 años. Los recursos se han destinado principalmente a obras de infraestructura como Cantarell y Burgos. Estas amortizaciones ya empiezan a reflejarse en las finanzas públicas. Sólo en el año 2000 existen compromisos de pago por 3 mil 60.7 millones de pesos para Pemex y de 810 para la Comisión Federal de Electricidad, como gasto de inversión programable.
Sobre este particular, la Secretaría de Hacienda destaca que en el año 2008 se presenta el monto máximo de amortización para Pidiregas, y aunque no establece los montos, se sabe que sólo a Cantarell deberá destinar 52 mil 264.4 millones de pesos.
Carreteras
Además del Fobaproa, el rescate carretero de las 23 autopistas hasta el mes de agosto de 1997 implicó un costo para el fisco de 58 mil 295 millones de pesos, considerando las cuentas por pagar que tenían los concesionarios de las mismas, según admitió la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. "Esta cifra actualizada al año 2000, rebasa los 90 mil 756 millones de pesos''.
Saldo Actual de la Deuda del Gobierno FederalŤ
Fobaproa-IPAB 725,000.0
Farac (Carreteras) 46,461.0
Fideicomisos
(FIRA, Fideliq, Fovi) 165,229.6
Banca de Fomento 11,828.4
Fameval 4,798.2
Pidiregas (CFE y Pemex) 316,000.0
Deuda Interna Reconocida 454,286.7
Total 1,269,317.2
PIB estimado
para el 2000 5,237,700.0
Ť Millones de pesos
Fuente: Coordinación de asesores
económicos del grupo parlamentario
del PRD en la Cámara de Diputados.