Ť Vela de Cristina y Paulina; comunión de Sahagún
El Maquío Clouthier bien valió una misa en la catedral de Notre Dame
Juan Manuel Venegas, enviado, París, 1o. de octubre Ť Ana Cristina y Paulina Fox se veían con ganas de recorrer la catedral de Notre Dame... quizás tomarse una foto y caminar a orillas del Sena. No les fue posible.
A las carreras, de la mano de su padre llegaron. Y a las carreras se fueron.
Y es que el presidente electo de México, Vicente Fox Quesada, este domingo fue a misa, prácticamente como si fuera uno más de los actos que programó en su apretada gira por Europa... y no era cualquier misa: el hermoso e histórico templo de Notre Dame y una oración para recordar al Maquío Clouthier, no siempre se conjugan.
Pero la agenda es así. Aprovechando que estaría en Francia, la familia Clou-thier, radicada en París, invitó a Fox a la misa que se llevaría a cabo en memoria del ex candidato presidencial panista fallecido hace once años.
Un año más de la muerte de quien ?ha dicho Fox? fue tutor político del guanajuatense. Los encargados de la agenda vieron los horarios, ajustaron los tiempos y respondieron: el presidente electo sí estará en la homilía celebrada para recordar a Manuel de Jesús Clouthier del Rincón.
A las once de la mañana fue marcada la cita. Pero el convidado especial no llegó a tiempo. Nada de espera. En punto se inició el acto religioso. ''Un pueblo de profetas...'', oración de Moisés en el desierto del éxodo, rezaba el sacerdote desde el altar. ''Ojalá todo el pueblo del señor fuera profeta y recibiera el espíritu del señor...''
Y Fox seguía sin aparecerse... hasta que por fin, ya pasado el sermón y a punto de concluir la ceremonia (ya estaban los presentes en el acto de la paz) se le vio avanzar flanqueado por sus hijas, buscando silencioso un lugar.
Se sentó entre la gente. Ni quien pensara a esa hora buscarle un lugar especial a él y sus demás acompañantes: Martha Sahagún, Rodolfo Elizondo, Santiago Creel, Adolfo Aguilar Zinser, Javier Corral Jurado... nadie, sólo el cura, quien con una seña tuvo una deferencia para el futuro mandatario mexicano y su comitiva, haciéndolos pasar hacia los espacios reservados a poca distancia del altar.
Reanudada la liturgia, ahí en Notre Dame ?donde Antonieta Rivas Mercado, musa de Diego Rivera y amor de José Vasconcelos se suicidó? Sahagún se paró a comulgar seguida por Corral.
Podéis ir en paz...
La misa ha terminado. Fox toma paso y se acerca al sacerdote para agradecer su gesto. El tiempo corre, apremia. Afuera, los choferes han encendido los motores y la sirena de la patrulla que les abre paso empieza a sonar. Caminan rápido Fox y sus acompañantes. No pasan por la capilla de Guadalupe. Sólo un momento se entretienen, cuando Ana Cristina y Paulina colocan una veladora a los pies de un Cristo.
Pero Fox va adelante. Hay que seguir, aun cuando algunos mexicanos que turistean en París se le acercan con voces de estímulo y ganas de verlo cumplir: ''No nos vaya fallar ¿eh?'', le dicen
Paulina y Ana Cristina, se nota, quieren aprovechar el momento de distracción. Sus ojos se dirigen hacia el río Sena, hacia la multitud. Pero el presidente electo no se detiene, hay agenda que cumplir... aunque haya misa para el Maquío .