DOMINGO 1o. DE OCTUBRE DE 2000
Ť Industriales, indecisos sobre cuotas de exportación
Limita error de Secofi venta de excedentes de azúcar a EU
Ť Deberán rematar el dulce y gastar 400 mdd en almacenaje
Angélica Enciso L. Ť Los azucareros mexicanos debieron iniciar hoy la exportación del total de los excedentes del dulce a Estados Unidos, pero un error de las autoridades impedirá que esto suceda.
El Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) establecía que a partir del primero de octubre se venderían los excedentes del producto --500 mil toneladas-- a aquel país; no obstante, en septiembre de 1993 los gobiernos de México y Washington firmaron unas cartas paralelas que modificaron el texto original del tratado y limitaban a México la venta de excedentes a sólo 150 mil toneladas. El Senado de EU aprobó los documentos, lo que no ocurrió con la Cámara alta mexicana porque la Secofi no los envió a ese cuerpo legislativo.
Este trámite debió hacerse para darles legalidad, de esa forma los industriales ha- brían sabido que sus ventas a ese país iban a ser limitadas y no se habrían confiado en comercializar el total de excedentes. Ahora, quienes perderán otra vez serán los dueños de los ingenios, que este año sólo vendieron a ese país 25 mil toneladas.
A esta situación se suma que la Secretaría de Hacienda liquidará la banca de desarrollo del sector: Financiera Nacional Azucarera (FINA), lo cual también es una de las propuestas presentadas al presidente electo, Vicente Fox Quesada. Otros planteamientos son la creación de un fondo para apoyar los inventarios del dulce, el ordenamiento del mercado doméstico y un apoyo real en la relación comercial con Estados Unidos.
Así, a siete años de la firma del acuerdo comercial los grupos propietarios de los 60 ingenios, que compraron en 532 millones de dólares las plantas, adeudan casi cuatro veces lo que pagaron a principios de los 90. Tan sólo a FINA debían a principios de este año 14 mil 864 millones de pesos y 4 mil 329 millones de pesos a la banca comercial.
Los industriales veían como una salida a su crisis la llegada de esta fecha porque así podrían exportar los excedentes del dulce -de acuerdo a lo establecido en la versión original del TLCAN-, ya que en caso contrario tendrán que venderlo a bajos precios y gastar hasta 400 millones de dólares en almacenaje. Las cartas paralelas que enviaron en 1993 el titular de la Secofi, Jaime Serra Puche y el representante comercial de Estados Unidos, Michael Kantor, cambiaron la situación para el sector.
Crisis sin fin
Este año se comenzaron a ver los resultados de la crisis azucarera. Las importaciones de alta fructosa -sustituto de azúcar- desplazaron del mercado doméstico cerca de 500 mil toneladas de azúcar. El Grupo Azucarero Mexicano se declaró en suspensión de pagos y el Consorcio Azucarero Escorpión anunció desde principios de año que busca un socio. Además, estos dos grupos, más Machado y Seoane, tuvieron dificultades para liquidar la caña de la zafra 1999/2000 a cerca de cien mil cañeros, cuyos representantes realizaron movilizaciones en esta ciudad para exigir el pago.
Bancomext debió destinar créditos por 400 millones de dólares para inventariar las 500 mil toneladas excedentes del dulce, ya que Prudential, que tradicionalmente se hacía cargo de este proceso, se retiró del mercado mexicano en mayo; sin embargo, no todos los grupos cumplieron con los requisitos para acceder a ese financiamiento y sólo se utilizaron 160 millones de dólares.
Aunque la decisión de los industriales fue llegar al panel de controversias para dirimir el conflicto con Estados Unidos, aún están indecisos entre aceptar una cuota de exportaciones o no. En lo que sí habría acuerdo es en que se limite la importación de alta fructosa y se cobren aranceles al maíz que ingresa al país para la elaboración de edulcorantes y almidones.
Washington todavía hizo una oferta final a los mexicanos para que amplíen sus exportaciones. Ese país compra el dulce a 40 naciones a través de una distribución de cuotas y se abastece básicamente de República Dominicana. EU compraría a México 116 mil toneladas de azúcar, de las cuales 106 mil toneladas corresponderían a lo establecido en las cartas paralelas, 7 mil serían parte de su esquema de cuotas y 3 mil toneladas serían de azúcar refinada.
Sin embargo, Washington busca que se firme una carta con ese compromiso, lo cual ataría a los industrales a mantener ese volumen de exportaciones de azúcar. Aunque no hay nada decidido, "la Secofi tiene miedo de cerrar la frontera a la alta fructosa, hace falta una acción decidida de parte del gobierno", consideró una de las fuentes consultadas.
Desaparición de FINA
El presidente electo Vicente Fox Quesada encargó a Rodolfo Perdomo, ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera, un documento consensuado entre los distintos actores del sector azucarero para modernizar el sector azucarero. La desaparición de FINA forma parte de las propuestas, presentada luego de reuniones con cañeros, industriales y trabajadores. En ella se establecen tres puntos básicos para trabajar. Primero, está el planteamiento de financiamiento, para lo cual se consideró un esquema de pignoración de azúcar con un fondo de 280 millones de dólares, para que las empresas tengan forma de financiarse a lo largo del año sin necesidad de rematar el dulce y con ello tendrían el beneficio de mejores precios y sus finanzas mejorarían.
El segundo punto es el ordenamiento del mercado interno azucarero, considerando todos los endulzantes -fructosas y alta fructosa-. El tercer punto es en relación con el mercado internacional para que haya un verdadero apoyo en la relación comercial con Estados Unidos y se dé una real equidad en el comercio de endulzantes.